07 Enero 2014
ASUSTADO. Rodríguez pasó horas con nervios y tensión con el accidente de su hermano pero por suerte, salió ileso.
El de ayer no fue un día más en la pretemporada de Atlético. En realidad todo empezó el domingo, cerca de la medianoche cuando el celular de Luis Rodríguez sonó en Salta para entregar malas noticias desde Tucumán: su hermano Walter se había accidentado en su automóvil marca Kia cuando transitaba sin acompañantes por la ruta 157, camino a Simoca. Afortunadamente, el ex jugador “decano” solo reporptó heridas leves y permanecerá hasta hoy en el sanatorio Rivadavia en observación.
“En la entrada a Simoca, al parecer, el auto se habría caído hacia la cuneta. Por suerte solo hubo daños materiales”, explicó el comisario Pastor Vallejos, jefe de la Unidad Regional Sur. Las causas del accidente no estaban claras hasta anoche según comentó el propio delantero. “La verdad es que el no se acuerda. Como que perdió el conocimiento”, aclaró el “Pulguita” que inmediatamente supo del episodio, decidió abandonar la concentración en el hotel en Salta con el consentimiento del cuerpo técnico y regresar a Tucumán.
Marcelo Zerrizuela, ex goleador “decano” de comienzos de la década pasada, justo había estado esa noche visitando a algunos de sus ex compañeros, fue el que se ofreció a traer al “Pulguita” a la provincia, cuando supo que los colectivos de línea estaban completos. “Le agradezco en el alma. Son esos regalos que te hace el fútbol y que no se olvidan”, dijo Luis que llegó en la madrugada de ayer.
Walter fue enviado de inmediato al hospital Padilla donde le realizaron una tomografía y tras descartar lesiones graves, le dieron el alta, aunque eso no dejó tranquilos a la familia Rodríguez. “Nosotros por precaución lo llevamos al Rivadavia donde estuvo en terapia, hasta hace un tiempo le realizaron más estudios y luego lo mandaron a la sala. Siempre estuvo estable, gracias a Dios salió todo bien”, confesó “Pulguita”.
Un corte en el codo derecho y otro cerca del ojo izquierdo fueron las principales consecuencias para Walter aunque luego de conocer el diagnóstico, el susto de él y su hermano, terminó siendo lo más grave. A las 20.30 de ayer, el actual goleador “decano” se dirigía hacia la terminal de ómnibus para tomar un colectivo, retornar a Salta y reintegrarse a los trabajos.
“En la entrada a Simoca, al parecer, el auto se habría caído hacia la cuneta. Por suerte solo hubo daños materiales”, explicó el comisario Pastor Vallejos, jefe de la Unidad Regional Sur. Las causas del accidente no estaban claras hasta anoche según comentó el propio delantero. “La verdad es que el no se acuerda. Como que perdió el conocimiento”, aclaró el “Pulguita” que inmediatamente supo del episodio, decidió abandonar la concentración en el hotel en Salta con el consentimiento del cuerpo técnico y regresar a Tucumán.
Marcelo Zerrizuela, ex goleador “decano” de comienzos de la década pasada, justo había estado esa noche visitando a algunos de sus ex compañeros, fue el que se ofreció a traer al “Pulguita” a la provincia, cuando supo que los colectivos de línea estaban completos. “Le agradezco en el alma. Son esos regalos que te hace el fútbol y que no se olvidan”, dijo Luis que llegó en la madrugada de ayer.
Walter fue enviado de inmediato al hospital Padilla donde le realizaron una tomografía y tras descartar lesiones graves, le dieron el alta, aunque eso no dejó tranquilos a la familia Rodríguez. “Nosotros por precaución lo llevamos al Rivadavia donde estuvo en terapia, hasta hace un tiempo le realizaron más estudios y luego lo mandaron a la sala. Siempre estuvo estable, gracias a Dios salió todo bien”, confesó “Pulguita”.
Un corte en el codo derecho y otro cerca del ojo izquierdo fueron las principales consecuencias para Walter aunque luego de conocer el diagnóstico, el susto de él y su hermano, terminó siendo lo más grave. A las 20.30 de ayer, el actual goleador “decano” se dirigía hacia la terminal de ómnibus para tomar un colectivo, retornar a Salta y reintegrarse a los trabajos.