06 Enero 2014
CATAMARCA.- El juez federal de Catamarca, Ricardo Moreno, solicitó la exhumación del cadaver de un cabo del Ejército fallecido el día de la Masacre de Capilla del Rosario, en agosto de 1974, porque sus familiares creen que "el cuerpo que les entregaron no es el de él".
Las dudas de los familiares del cabo Carlos Eduardo Barrionuevo se acrecentaron a raíz de declaraciones de testigos del juicio de la Masacre de Capilla del Rosario, realizado en 2013 en Catamarca y en el que fueron condenados tres represores.
El juez Moreno pidió a su par de Santiago del Estero la exhumación de los restos de Barrionuevo, presuntamente fallecido por el estallido de una granada el mismo día en que fueron ejecutados guerrilleros del ERP que se habían rendido.
El abogado Guillermo Díaz Martínez, patrocinante de la familia de Barrionuevo, dijo a la prensa que sus representados tuvieron mayores dudas tras presenciar numerosas audiencias del juicio de la Masacre de Capilla del Rosario.
"Es que, a lo largo del debate, fueron varios los testigos que hablaron de la figura del joven y las circunstancias que giraron en torno a su abrupta y violentísima muerte, lo que generó más dudas a su familia, oriunda de Santiago del Estero", afirmó.
Tras la finalización del juicio por las ejecuciones de 1974, la familia de Barrionuevo decidió radicar una denuncia para despejar las dudas que durante años llevan consigo sobre las circunstancias que rodearon la muerte del suboficial.
Díaz Martinez señaló que la principal duda es sobre la identidad del cuerpo que les entregaron en 1974 autoridades del Regimiento de Infantería 17.
Según afirman los Barrionuevo, ninguno de ellos pudo ver el cuerpo ni acreditar fehacientemente la identidad del cuerpo.
Además, testimonios volcados en el juicio de la Masacre de Capilla del Rosario confirmaron la habilidad del joven suboficial en la manipulación de armamentos, al punto de que se desempeñaba como instructor de sus propios compañeros en esa materia.
Esto lleva a que la familia ponga en duda "que Barrionuevo haya manipulado incorrectamente el arma (una granada), tal y como lo aseguraron" las autoridades del Ejército.
También les resulta sospechoso que, al ser entregado el cuerpo, no se le hayan rendido los honores de práctica ni, después, se le haya ascendido "post mortem", como se estilaba.
El letrado señaló que el primer paso para despejar dudas es la exhumación del cuerpo de Carlos Eduardo Barrionuevo, con la participación del Equipo Argentino de Antropología Forense.
Una vez acreditada la identidad de los restos, si no correspondieran a los del cano Barrionuevo, se configuraría un hecho gravísimo, ya que "estaríamos ante la presencia de otro desaparecido más de la dictadura militar", dijo el abogado.
"Este tipo de juicios intenta esclarecer verdades que hasta el momento han permanecido ocultas", amplió el letrado patrocinante de los familiares del suboficial y destacó el papel del fiscal federal catamarqueño Rafael Vehils.
Vehils fue quien dio curso a la nueva causa judicial desprendida de la que fue a juicio en 2013 por la ejecución de prisioneros enCapilla del Rosario en 1974, después de la presentación de la familia del cabo Barrionuevo. (Télam)