Por Juan Pablo Durán
06 Enero 2014
El que comienza será un año diferente en la Legislatura provincial, uno de los tres poderes del Estado donde 23 de sus integrantes están imposibilitados de renovar sus cargos parlamentarios en 2015, ya que transitan por su segundo mandato. Para evitar la diáspora de oficialistas desencantados, el gobernador José Alperovich buscará frenar la incipiente rebelión en la “granja alperovichista”, de manera que no ocurra lo mismo que en la fábula de George Orwell, escrita en 1945 cuando finalizaba la Segunda Guerra Mundial. En esa historia -sus protagonistas son animales- el escritor británico describe el proceso de descomposición que vivió el régimen comunista soviético y cómo las estructuras de poder corrompen a quienes las ejercen. De manera análoga, el titular del Poder Ejecutivo intentará que la descomposición de su poder, luego de 10 años de mandato, sea lo más lenta posible durante los dos años de gobierno que le quedan.
En el edificio hacedor de leyes de avenida Sarmiento y Muñecas, Alperovich tiene previsto tomar urgentes medidas -según confían sus allegados- para disciplinar a la Cámara y sofocar los primeros atisbos de rebeldía, protagonizados por los massistas Gerónimo Vargas Aignasse, José “Mellizo” Orellana y José “El Loco” Teri. En la fábula de Orwell, unos de los siete mandamientos que habían establecido los animales retobados rezaba: “Todo aquél que camine sobre dos pies es un enemigo”. Ese precepto trasladado al plano parlamentario podría traducirse: “para caminar en dos pies hay que levantar la cabeza, y el que levante la cabeza será considerado enemigo”. Entre los tres parlamentarios, el más “peligroso” para el alperovichismo es Vargas Aignasse, porque si Sergio Massa sigue creciendo en las encuestas y es el elegido del establishment económico por sobre el bonaerense Daniel Scioli, el ex diputado K y actual instalador de alarmas de seguridad podría ser ungido por el tigrense como el candidato a gobernador de Tucumán por este espacio. Esta posibilidad ya viene siendo charlada entre Massa y Vargas Aignasse.
Este año se renuevan las comisiones en la Cámara, y los miembros del “Grupo Nordelta” (Vargas Aignasse, Orellana y Teri) presiden tres estratégicos grupos de trabajo: Seguridad, Peticiones y Poderes, y Obras Públicas, respectivamente. ¿Permitirá Alperovich que los tres parlamentarios “insurgentes” sigan al frente de estos comités? ¿O hará designar, en cambio, a gente de su confianza? En esta especie de “lista negra” también aparecen los amayistas Beatriz Ávila (es esposa del secretario de Gobierno municipal Germán Alfaro) y Alfredo “El Perro” Toscano. Ávila preside la comisión de Salud y Toscano, la de Medio Ambiente.
Otro punto que Alperovich intentará resolver es la anarquía que reina en el cada vez menos alperovichista bloque “Tucumán Crece”. Porque si bien el experimentado Roque Álvarez lo preside legalmente, el novato Guillermo Gassenbauer (hijo del ministro de Seguridad) es el presidente de facto de esa bancada por su directa llegada al mandamás provincial. En tiempos políticos -opinan en el oficialismo- Alperovich no pude darse el lujo de tener una conducción bicéfala en la Legislatura.
La tercera medida que implementaría el gobernador para evitar que los “insurrectos” atomicen la Cámara es modificar la actual composición de la mesa de conducción. Originalmente, esa integración fue pensada con fines electorales: Regino Amado (Oeste), presidente subrogante, Armando Cortalezzi (Capital), era vicepresidente 1º hasta a que asumió en la Caja Popular, y Manuel Fernández (Este), es el vicepresidente 2º. Desde la misma Cámara, las mujeres legisladoras -la mayoría son familiares y esposas de los intendentes- comenzaron a presionar para ocupar espacios de poder dentro del parlamento. Como en la fábula de Orwell, el poder supremo comienza a ser cuestionado.
En el edificio hacedor de leyes de avenida Sarmiento y Muñecas, Alperovich tiene previsto tomar urgentes medidas -según confían sus allegados- para disciplinar a la Cámara y sofocar los primeros atisbos de rebeldía, protagonizados por los massistas Gerónimo Vargas Aignasse, José “Mellizo” Orellana y José “El Loco” Teri. En la fábula de Orwell, unos de los siete mandamientos que habían establecido los animales retobados rezaba: “Todo aquél que camine sobre dos pies es un enemigo”. Ese precepto trasladado al plano parlamentario podría traducirse: “para caminar en dos pies hay que levantar la cabeza, y el que levante la cabeza será considerado enemigo”. Entre los tres parlamentarios, el más “peligroso” para el alperovichismo es Vargas Aignasse, porque si Sergio Massa sigue creciendo en las encuestas y es el elegido del establishment económico por sobre el bonaerense Daniel Scioli, el ex diputado K y actual instalador de alarmas de seguridad podría ser ungido por el tigrense como el candidato a gobernador de Tucumán por este espacio. Esta posibilidad ya viene siendo charlada entre Massa y Vargas Aignasse.
Este año se renuevan las comisiones en la Cámara, y los miembros del “Grupo Nordelta” (Vargas Aignasse, Orellana y Teri) presiden tres estratégicos grupos de trabajo: Seguridad, Peticiones y Poderes, y Obras Públicas, respectivamente. ¿Permitirá Alperovich que los tres parlamentarios “insurgentes” sigan al frente de estos comités? ¿O hará designar, en cambio, a gente de su confianza? En esta especie de “lista negra” también aparecen los amayistas Beatriz Ávila (es esposa del secretario de Gobierno municipal Germán Alfaro) y Alfredo “El Perro” Toscano. Ávila preside la comisión de Salud y Toscano, la de Medio Ambiente.
Otro punto que Alperovich intentará resolver es la anarquía que reina en el cada vez menos alperovichista bloque “Tucumán Crece”. Porque si bien el experimentado Roque Álvarez lo preside legalmente, el novato Guillermo Gassenbauer (hijo del ministro de Seguridad) es el presidente de facto de esa bancada por su directa llegada al mandamás provincial. En tiempos políticos -opinan en el oficialismo- Alperovich no pude darse el lujo de tener una conducción bicéfala en la Legislatura.
La tercera medida que implementaría el gobernador para evitar que los “insurrectos” atomicen la Cámara es modificar la actual composición de la mesa de conducción. Originalmente, esa integración fue pensada con fines electorales: Regino Amado (Oeste), presidente subrogante, Armando Cortalezzi (Capital), era vicepresidente 1º hasta a que asumió en la Caja Popular, y Manuel Fernández (Este), es el vicepresidente 2º. Desde la misma Cámara, las mujeres legisladoras -la mayoría son familiares y esposas de los intendentes- comenzaron a presionar para ocupar espacios de poder dentro del parlamento. Como en la fábula de Orwell, el poder supremo comienza a ser cuestionado.
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