04 Enero 2014
PREOCUPADO. El Papa destacó lo clave que es la educación. REUTERS
CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco considera que las distintas realidades de la sociedad actual, como la existencia de hijos que conviven con parejas homosexuales, suponen un desafío educativo nuevo para la Iglesia Católica. "El educador tiene que estar a la altura de las personas que educa, debe preguntarse cómo anunciar a Jesucristo a una generación que cambia. La tarea educativa hoy es una misión clave, clave, clave", aseveró el pontífice argentino.
Así lo afirmó el pontífice argentino el pasado noviembre en la clausura de la 82º Asamblea General de la Unión de Superiores Generales (USG) de los institutos religiosos masculinos en el Vaticano, y fue publicado hoy por la revista La Civilta Cattolica.
"Recuerdo el caso de una niña muy triste que al final le confesó a la maestra el motivo de su estado de ánimo: 'la novia de mi madre no me quiere'", contó Francisco a los superiores generales de los institutos religiosos. "El porcentaje de chicos en los colegios que tiene a sus padres separados es muy elevado", expresó el Papa y agregó que "las situaciones que vivimos hoy, por tanto, plantean nuevos desafíos que para nosotros son difíciles de comprender".
"¿Cómo anunciar a Cristo a estos chicos y chicas? ¿Cómo anunciar a Cristo a una generación que cambia?", se preguntó ante los religiosos. Además, señaló que es necesario que estén atentos a "no suministrar" a estas nuevas generaciones una "vacuna contra la fe".
La Civilta Cattolica, revista de los jesuitas, orden de la que proviene Francisco, recoge que en el encuentro del pasado noviembre el Papa les contó algunas de sus experiencias en Buenos Aires en contextos educativos de niños y jóvenes con complicadas situaciones familiares. El tema de la familia y su pastoral centrará la Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de Obispos que se celebrará el próximo octubre en el Vaticano. (Télam)
Así lo afirmó el pontífice argentino el pasado noviembre en la clausura de la 82º Asamblea General de la Unión de Superiores Generales (USG) de los institutos religiosos masculinos en el Vaticano, y fue publicado hoy por la revista La Civilta Cattolica.
"Recuerdo el caso de una niña muy triste que al final le confesó a la maestra el motivo de su estado de ánimo: 'la novia de mi madre no me quiere'", contó Francisco a los superiores generales de los institutos religiosos. "El porcentaje de chicos en los colegios que tiene a sus padres separados es muy elevado", expresó el Papa y agregó que "las situaciones que vivimos hoy, por tanto, plantean nuevos desafíos que para nosotros son difíciles de comprender".
"¿Cómo anunciar a Cristo a estos chicos y chicas? ¿Cómo anunciar a Cristo a una generación que cambia?", se preguntó ante los religiosos. Además, señaló que es necesario que estén atentos a "no suministrar" a estas nuevas generaciones una "vacuna contra la fe".
La Civilta Cattolica, revista de los jesuitas, orden de la que proviene Francisco, recoge que en el encuentro del pasado noviembre el Papa les contó algunas de sus experiencias en Buenos Aires en contextos educativos de niños y jóvenes con complicadas situaciones familiares. El tema de la familia y su pastoral centrará la Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de Obispos que se celebrará el próximo octubre en el Vaticano. (Télam)
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