Por Álvaro José Aurane
03 Enero 2014
Para la política de la comarca no hubo Año Nuevo. Los conflictos no se han tomado vacaciones. Esa sensación de que sólo ha habido un cambio de almanaque domina la agenda informativa. Diciembre terminó con un conflicto salarial con los Policías que, saqueos y caos social mediante, le arrancaron una suba salarial al Gobierno; y enero comienza con los estatales en pie de guerra reclamando un bono salarial. Esa crisis adquirió ribetes espasmódicos ayer: la Casa de Gobierno citó a los municipales del interior, pero no los recibió. Anoche los invitó de nuevo para hoy. Con los ambulantes pasa otro tanto: en diciembre, el gobernador prometió erradicarlos, ellos aceptaron primero, se opusieron después, y al final acordaron irse después de Reyes. Ahora, como antes, dicen que no se quieren ir. Cuando se terminó la tapa, los editores advirtieron que la continuidad de los problemas parece tan ininterrumpida que hasta llueve y no deja de hacer calor.
Lo más popular
