La sequía ha llegado para quedarse

La sequía ha llegado para quedarse

Habrá que acostumbrarse a tormentas cortas y violentas, fenómeno relacionado con la seca

La sequía ha llegado para quedarse
31 Diciembre 2013
Los paisajes entristecen: campos quemados, pastizales amarillos, tierra reseca, polvo en suspensión. Sí, es el aspecto que suele presentar Tucumán durante el invierno y parte de la primavera. Y es el que este fin de año todavía se puede ver en distintas zonas en las que las lluvias aún son un anhelo, a diferencia de lo que se supone que debería ocurrir en diciembre.

Otra situación: el calor aplasta, el día se hace interminable. De golpe se desata un viento furioso, el cielo se oscurece, los peatones buscan refugio donde pueden y los automovilistas aceleran intentando llegar a algún lugar indescifrable antes de que se desate la lluvia. La tormenta dura apenas 10 minutos, pero es suficiente para derribar decenas de árboles, destruir viviendas y hasta causar muertes, como ocurrió el domingo 24 de noviembre.

En 2013 ha quedado más que claro algo que los especialistas venían anunciado desde hace tiempo: la sequía llegó para quedarse y habrá que acostumbrarse. También será necesario habituarse y prepararse para las tormentas cortas, pero súper intensas, como las que cayeron en noviembre y generaron muchos daños, porque están directamente relacionadas con la seca.

De acuerdo con el Laboratorio Climatológico Sudamericano, en 2013, las lluvias anuales en el ámbito de San Miguel de Tucumán estuvieron en el orden de los 700 milímetros anuales cuando lo normal son 1.000. “Dos años consecutivos con precipitaciones de no más de 700 milímetros es muy poco. La severidad de la sequía está dada por su persistencia y la duración en el tiempo. Toda el agua que caiga ahora resulta insuficiente”, detalló Juan Minetti, su director.

La falta de lluvias ha generado grandes pérdidas entre los productores agropecuarios. Pero también causó situaciones muy complicadas en las ciudades. Hay vecinos de San Miguel de Tucumán y de Yerba Buena que despiden el 2013 sin suministro. Algunas de las zonas más afectadas son Yerba Buena, Tafí Viejo y distintos barrios de la capital. El problema se agravó tanto en Yerba Buena que el último jueves de noviembre, el Concejo Deliberante aprobó una ordenanza que establece la construcción de cuatro nuevos pozos para intentar mejorar el suministro. De todos modos, el intendente Daniel Toledo reconoció que la solución real del problema arribará cuando se construya un nuevo acueducto de Anfama que abastezca a esa ciudad, obra cuyo inicio es aún incierto (el que existe actualmente funciona, pero no da a basto y suele dañarse con frecuencia).

Los meteorólogos no son optimistas: la reducción de la cantidad de lluvias que se produjo en 2012 y en 2013 se repetirá a lo largo de esta década. “El cambio climático está relacionado con esta situación: el calentamiento global produce más lluvias sobre el ecuador y menos en las regiones subtropicales, como Tucumán. Pero en estas zonas afecta a las tormentas locales, que tienen más energía disponible”, detalló Minetti. Eso quedó claro en noviembre: las tormentas duraron apenas minutos, pero causaron un muerto y daños millonarios. 

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