31 Diciembre 2013
POSTAL DE LA BARBARIE. En la calle, el autobús calcinado y cuerpos diseminados entre la chatarra y la nieve. reuters
VOLGOGRADO.- Por segundo día consecutivo, la ciudad rusa de Volgogrado fue escenario de un sangriento atentado terrorista. Un atacante suicida hizo detonar ayer un explosivo en un autobús, arrastrando a la muerte al menos a 14 personas. La ola de ataques reavivó el miedo entre los rusos. El domingo, otra incursión suicida perpetrada en la estación de tren de Volgogrado se había cobrado la vida de al menos 17 personas.
El presidente ruso, Vladimir Putin, pidió al servicio secreto interno FSB que se sume a la investigación. Se trata del tercer atentado en esta gran urbe en la que viven millones de personas. A fines de octubre, una terrorista suicida murió al hacer detonar la carga que portaba en un autobús en Volgogrado. Causó la muerte de seis pasajeros.
Rusia responsabilizó a extremistas de la conflictiva región del Cáucaso Norte de los dos ataques en Volgogrado. La proximidad de los Juegos Olímpicos de Invierno, a disputarse en esa zona, dispara las alarmas.
Guerra santa
“Bandidos como el líder islámico Doku Umarov envían bajo la bandera de la Yihad (guerra santa) a nuevos combatientes a una guerra terrorista”, señaló el Ministerio del Exterior en Moscú en un comunicado. “Seguiremos luchando contra el enemigo de manera consecuente”, agregó. Los ataques son comparables a los perpetrados en Siria, Afganistán o Irak, apuntó.
Hasta el momento nadie reivindicó los ataques suicidas. Hace poco, Umarov había amenazado con un boicot a los Juegos Olímpicos mediante ataques.
Al momento de la explosión, el autobús que va desde una área de viviendas hasta el centro de la ciudad estaba lleno, señaló un miembro de los rescatistas. La detonación destruyó por completo el vehículo. “El estruendo se escuchó a varios kilómetros del lugar”, agregó. Unas 41 personas resultaron heridas en el ataque.
Por temor a nuevos atentados, numerosos ciudadanos renunciaron a viajar en el transporte público, informaron medios rusos.
De acuerdo con los investigadores, los ataques llevan la misma firma. “Las partes eran idénticas a las encontradas en la bomba del domingo que estalló en la estación de trenes”, afirmó Vladimir Markin, del departamento que investiga los hechos. Los terroristas eligieron la antigua Stalingrado posiblemente porque se trata de un importante cruce de caminos en el país.
“Se han recuperado partes del cuerpo del terrorista y ahora se procede a la identificación”, apuntó Markin.
Volgogrado se encuentra unos 700 kilómetros al norte de Sochi, sede de los Juegos Olímpicos de Invierno. En la región montañosa, donde viven varias etnias, los islamistas luchan por crear un Estado islámico; un emirato del Cáucaso independiente de Moscú.
Ayuda de EEUU
A pesar de la serie de atentados, la seguridad de los Juegos Olímpicos de Invierno está garantizada, aseguró el presidente del Comité Olímpico de Rusia, Alexander Shukov. En la actualidad se consideran extremas las medidas de seguridad en Sochi, ciudad balnearia a orillas del mar Negro. Los críticos lamentan la “vigilancia total” de Rusia debido a los Juegos.
“Estados Unidos condena los ataques y se solidariza con el pueblo ruso en contra del terrorismo”, dijo la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Caitlin Hayden. A la par, aseguró la disposición del gobierno de Barack Obama de apoyar al ejecutivo ruso para garantizar la seguridad de Sochi durante los Juegos (del 7 al 24 de febrero de 2014) (DPA)
El presidente ruso, Vladimir Putin, pidió al servicio secreto interno FSB que se sume a la investigación. Se trata del tercer atentado en esta gran urbe en la que viven millones de personas. A fines de octubre, una terrorista suicida murió al hacer detonar la carga que portaba en un autobús en Volgogrado. Causó la muerte de seis pasajeros.
Rusia responsabilizó a extremistas de la conflictiva región del Cáucaso Norte de los dos ataques en Volgogrado. La proximidad de los Juegos Olímpicos de Invierno, a disputarse en esa zona, dispara las alarmas.
Guerra santa
“Bandidos como el líder islámico Doku Umarov envían bajo la bandera de la Yihad (guerra santa) a nuevos combatientes a una guerra terrorista”, señaló el Ministerio del Exterior en Moscú en un comunicado. “Seguiremos luchando contra el enemigo de manera consecuente”, agregó. Los ataques son comparables a los perpetrados en Siria, Afganistán o Irak, apuntó.
Hasta el momento nadie reivindicó los ataques suicidas. Hace poco, Umarov había amenazado con un boicot a los Juegos Olímpicos mediante ataques.
Al momento de la explosión, el autobús que va desde una área de viviendas hasta el centro de la ciudad estaba lleno, señaló un miembro de los rescatistas. La detonación destruyó por completo el vehículo. “El estruendo se escuchó a varios kilómetros del lugar”, agregó. Unas 41 personas resultaron heridas en el ataque.
Por temor a nuevos atentados, numerosos ciudadanos renunciaron a viajar en el transporte público, informaron medios rusos.
De acuerdo con los investigadores, los ataques llevan la misma firma. “Las partes eran idénticas a las encontradas en la bomba del domingo que estalló en la estación de trenes”, afirmó Vladimir Markin, del departamento que investiga los hechos. Los terroristas eligieron la antigua Stalingrado posiblemente porque se trata de un importante cruce de caminos en el país.
“Se han recuperado partes del cuerpo del terrorista y ahora se procede a la identificación”, apuntó Markin.
Volgogrado se encuentra unos 700 kilómetros al norte de Sochi, sede de los Juegos Olímpicos de Invierno. En la región montañosa, donde viven varias etnias, los islamistas luchan por crear un Estado islámico; un emirato del Cáucaso independiente de Moscú.
Ayuda de EEUU
A pesar de la serie de atentados, la seguridad de los Juegos Olímpicos de Invierno está garantizada, aseguró el presidente del Comité Olímpico de Rusia, Alexander Shukov. En la actualidad se consideran extremas las medidas de seguridad en Sochi, ciudad balnearia a orillas del mar Negro. Los críticos lamentan la “vigilancia total” de Rusia debido a los Juegos.
“Estados Unidos condena los ataques y se solidariza con el pueblo ruso en contra del terrorismo”, dijo la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Caitlin Hayden. A la par, aseguró la disposición del gobierno de Barack Obama de apoyar al ejecutivo ruso para garantizar la seguridad de Sochi durante los Juegos (del 7 al 24 de febrero de 2014) (DPA)