30 Diciembre 2013
Las falsificaciones siguieron constituyendo la principal preocupación del mundo del arte en 2013, con casos muy sonados, analiza la agencia alemana DPA. En junio fue desarticulada una banda internacional de falsificadores de arte en Alemania, Suiza e Israel, que desató todas las alarmas. En Rusia se habló el caso del marchante moscovita Alexander Chernov, que falsificó unas 800 obras de vanguardistas rusos, entre ellos Wassily Kandinsky y Kasimir Malevich, que aterrizaron en manos de coleccionistas.
Y en Nueva York el escándalo tuvo un protagonista: el chino Pei-Shen Qian, un pintor de Queens que falsificó durante años obras de Barnett Newman, Richard Diebenkorn, Mark Rothko e incluso Jackson Pollock que pasaron por galerías y museos internacionales. El chino realizaba el trabajo en su propio domicilio. El escándalo desembocó en el sensacional cierre de la galería Knoedler & Co, la más antigua de la ciudad, que llegó a vender 63 falsificaciones, por un monto no menor de 80 millones de dólares.
Y en Nueva York el escándalo tuvo un protagonista: el chino Pei-Shen Qian, un pintor de Queens que falsificó durante años obras de Barnett Newman, Richard Diebenkorn, Mark Rothko e incluso Jackson Pollock que pasaron por galerías y museos internacionales. El chino realizaba el trabajo en su propio domicilio. El escándalo desembocó en el sensacional cierre de la galería Knoedler & Co, la más antigua de la ciudad, que llegó a vender 63 falsificaciones, por un monto no menor de 80 millones de dólares.