29 Diciembre 2013
UN PASO A LA VEZ. Los clubes de Desarrollo anhelan un futuro entre los mejores, pero saben que el camino más seguro es el de la paciencia y el trabajo continuado.
Por historia, un clásico entre grandes se vende por sí solo. ¿A qué fanático de la ovalada no le interesa un Cardenales-Los Tarcos o un Lawn Tennis-Universitario? Pero creer que la pasión del rugby se agota en la elite es tan erróneo como injusto. Basta con ver cómo se vive un Coipú-Monteros en Famaillá, por ejemplo. Eso es el rugby de Desarrollo, un lugar donde las destrezas individuales aún son pintura fresca y la falta de rodaje se compensa con el orgullo de representar a un club o incluso a una ciudad.
Pero a no confundirse: ser chicos no les impide soñar en grande. Y si 2012 fue un año bisagra con el primer torneo entre clubes de Desarrollo, 2013 fue el de la ratificación del rugby del interior.
“Fue un año muy positivo. Nuestra principal premisa es darle a estos clubes una competencia cada vez más interesante. Y el de este año fue un torneo más competitivo que el anterior. Además, se les dio la posibilidad de participar en un torneo regional con otros clubes similares del noroeste”, abrió el juego Héctor Corbalán Costilla, integrante de la Subcomisión de Desarrollo junto a Néstor Díaz y Francisco Cirnigliaro.
“Visitar los 10 clubes de Desarrollo nos permitió conocer la realidad y necesidades de cada uno y comprobar la pasión con la que se trabaja en ellos. Por eso nos sentimos obligados a apoyarlos en todo lo que podamos”, manifestó Díaz.
Una de las formas de promover su evolución será, aseguran, ir mejorando el nivel de competencia. “La idea es que en 2014 vuelva a disputarse el Regional de Desarrollo, y que los mejores de ese torneo tengan la chance de jugar en la máxima categoría. El campeón ascendería directamente y el subcampeón jugaría una promoción con el penúltimo de Primera”, reveló Díaz. Consultado acerca del impacto negativo que podría provocar en los clubes ascender a una categoría de la que Bajo Hondo y Corsarios se bajaron por voluntad propia, Díaz respondió: “sí, seguramente no será fácil para ellos adaptarse, pero hay que tener en cuenta que así empezó Huirapuca. Tardó años en ganar un partido, y hoy es el campeón del NOA. Los clubes de Desarrollo están comenzando a cambiar la mentalidad, y es importante no estigmatizarlos con que sólo pueden ser de Desarrollo. Necesitan tener esa zanahoria para poder avanzar”.
Cimientos
La palabra clave en 2014 volverá a ser “consolidar”. “También debe evolucionar el arbitraje. Por eso se reabrió una escuela en el sur, para que cada club pueda desarrollar sus propios árbitros. Hubo una gran cantidad de inscriptos”, reveló Corbalán Costilla.
También se apunta a fortalecer el gran acierto de 2012: la creación del Seleccionado Desarrollo. “Si en algún momento se dudó al respecto, hoy está probado que es un equipo digno de representar a Tucumán. Aunque no vistan de color naranja por una cuestión de tradición, para los chicos es un gran honor formar parte de ese equipo. Y por eso se trató de darle condiciones lo más parecidas posibles a las que tiene el seleccionado mayor. Además, ese equipo ayuda mucho a mejorar la interrelación entre los clubes”, insistió.
Que haya paz
Uno de los grandes desafíos para 2014 será reducir los niveles de violencia en las canchas. “Es un tema que nos preocupa, pero sabemos que a medida que se vaya arraigando el espíritu del rugby en los clubes se irá solucionando. Nuestra meta es que en toda la provincia se juegue el mismo rugby, con el mismo respeto y valores”, concluyó Díaz.
Pero a no confundirse: ser chicos no les impide soñar en grande. Y si 2012 fue un año bisagra con el primer torneo entre clubes de Desarrollo, 2013 fue el de la ratificación del rugby del interior.
“Fue un año muy positivo. Nuestra principal premisa es darle a estos clubes una competencia cada vez más interesante. Y el de este año fue un torneo más competitivo que el anterior. Además, se les dio la posibilidad de participar en un torneo regional con otros clubes similares del noroeste”, abrió el juego Héctor Corbalán Costilla, integrante de la Subcomisión de Desarrollo junto a Néstor Díaz y Francisco Cirnigliaro.
“Visitar los 10 clubes de Desarrollo nos permitió conocer la realidad y necesidades de cada uno y comprobar la pasión con la que se trabaja en ellos. Por eso nos sentimos obligados a apoyarlos en todo lo que podamos”, manifestó Díaz.
Una de las formas de promover su evolución será, aseguran, ir mejorando el nivel de competencia. “La idea es que en 2014 vuelva a disputarse el Regional de Desarrollo, y que los mejores de ese torneo tengan la chance de jugar en la máxima categoría. El campeón ascendería directamente y el subcampeón jugaría una promoción con el penúltimo de Primera”, reveló Díaz. Consultado acerca del impacto negativo que podría provocar en los clubes ascender a una categoría de la que Bajo Hondo y Corsarios se bajaron por voluntad propia, Díaz respondió: “sí, seguramente no será fácil para ellos adaptarse, pero hay que tener en cuenta que así empezó Huirapuca. Tardó años en ganar un partido, y hoy es el campeón del NOA. Los clubes de Desarrollo están comenzando a cambiar la mentalidad, y es importante no estigmatizarlos con que sólo pueden ser de Desarrollo. Necesitan tener esa zanahoria para poder avanzar”.
Cimientos
La palabra clave en 2014 volverá a ser “consolidar”. “También debe evolucionar el arbitraje. Por eso se reabrió una escuela en el sur, para que cada club pueda desarrollar sus propios árbitros. Hubo una gran cantidad de inscriptos”, reveló Corbalán Costilla.
También se apunta a fortalecer el gran acierto de 2012: la creación del Seleccionado Desarrollo. “Si en algún momento se dudó al respecto, hoy está probado que es un equipo digno de representar a Tucumán. Aunque no vistan de color naranja por una cuestión de tradición, para los chicos es un gran honor formar parte de ese equipo. Y por eso se trató de darle condiciones lo más parecidas posibles a las que tiene el seleccionado mayor. Además, ese equipo ayuda mucho a mejorar la interrelación entre los clubes”, insistió.
Que haya paz
Uno de los grandes desafíos para 2014 será reducir los niveles de violencia en las canchas. “Es un tema que nos preocupa, pero sabemos que a medida que se vaya arraigando el espíritu del rugby en los clubes se irá solucionando. Nuestra meta es que en toda la provincia se juegue el mismo rugby, con el mismo respeto y valores”, concluyó Díaz.
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