28 Diciembre 2013
INSISTE CON SU INOCENCIA. María Jesús Rivero afirma que nada tiene que ver con la causa y que su detención se debe a cuestiones políticas.
“No podemos seguir alojando a estos detenidos por más tiempo”, le comunicó uno de los jefes de Gendarmería Nacional al juez Federal Fernando Poviña, el jueves a última hora. El magistrado decidió dar cumplimiento a lo que había resuelto en el auto de procesamiento de la causa por lavado de activos: si no había lugar en el Servicio Penitenciario de Tucumán, debían ser trasladados a una unidad federal.
Así, durante la mañana de ayer, María Jesús Rivero fue llevada al Complejo Penitenciario Federal N° III, ubicado en la ciudad de General Güemes, en Salta. Por su parte, Fabián Antonio González fue alojado en la Unidad 22, en San Salvador de Jujuy, informaron fuentes tribunalicias.
El tercer detenido, Rubén Eduardo “La Chancha” Ale, sigue internado en un sanatorio céntrico, y sus abogados tratan de evitar que se decida algún traslado, a la espera de que la Justicia resuelva los pedidos de excarcelación y hábeas corpus planteados.
Excusación
Los abogados de los tres detenidos hicieron planteos similares para que recuperen la libertad. Durante la mañana, Poviña se excusó de resolverlos y hubo que sortear a un conjuez. El magistrado habría tomado tal postura para no contradecir, eventualmente, la decisión de detenerlos que había tomado a principios de esta semana.
El sorteo para designar a los conjueces trajo otro problema: el elegido por el azar fue Mario Leiva Haro, quien además es defensor de González. El letrado decidió inhibirse, y el lunes se haría el nuevo sorteo para definir los pedidos de libertad de los acusados. La causa fue declarada como asunto de feria, por lo que los planteos serán analizados durante el receso de enero.
Las órdenes de detención también alcanzaron a Oscar Roberto Dilascio y a Víctor Alberto “Pelado” Suárez, quienes hasta anoche no habían sido encontrados por Gendarmería Nacional.
El abogado de Dilascio y de Rivero, Carlos Varela Soria, aseguró que su defendido no se encuentra prófugo, ya que no ha sido notificado del pedido de prisión preventiva. Además, el letrado aseguró que se encuentra de viaje por motivos personales, y que cuando regrese a Tucumán se presentará voluntariamente a la Justicia.
De Suárez, en cambio, no se conoce su paradero. El último informe que habrían recibido los gendarmes lo ubicaba en la provincia de Salta, aunque últimamente le perdieron el rastro, contaron fuentes de la fuerza de seguridad.
La acusación
En el auto de procesamiento, Poviña consideró que estaba en presencia “de un grupo de personas, con una organización estable y planes criminales diversificados, permanentes y orientados a la generación de un producto económico apreciable”. Para este fin, siempre de acuerdo a la acusación del juez Federal N° 2, se habrían valido de sociedades comerciales y negocios jurídicos para lograr la circulación, el aseguramiento y disposición del capital producido y así ocultar su presunto origen delictual y aparentar una fuente lícita.
Esa asociación ilícita, de acuerdo a las consideraciones de Poviña en el auto de procesamiento, era liderada por “La Chancha”.
“Esta asociación ha demostrado capacidad organizativa y a la cual se le secuestraron armas en distintos domicilios de sus miembros, extremo que hace presumir que si Rubén Eduardo Ale continúa en libertad pueda eludir la acción de la Justicia o entorpecer su funcionamiento”, expresó el magistrado, al justificar por qué ordenó la detención del ex presidente del club de fútbol San Martín.
Los detenidos
Poviña consideró que Ale, Rivero, Dilascio, González y Suárez integraron una asociación para cometer delitos y que con el transcurso del tiempo “fueron creando o utilizando firmas ya existentes para poder lavar el producto ilícito que generó el acuerdo de voluntades que llevaron adelante”.
Entre las empresas mencionadas por el juez, y a través de las cuales habrían llevado adelante el blanqueo de capitales, se menciona a la “Gerenciadora Deportiva NOA SA”, a la empresa de remises “Cinco Estrellas SRL” y a “Transportadora Leonel SRL”.
“Lo que se aprecia es que no se trata de personas que a partir de la comisión de determinados delitos ocasionalmente aprovechan la oportunidad para blanquearlo, sino de una organización criminal con estructura suficiente y aceitada para legitimar los bienes obtenidos de los hechos ilícitos cometidos coordinadamente”, aseguró Poviña.
Durante enero, será un conjuez el que definirá si los acusados siguen detenidos. Lo que ya parece inevitable, es que deberán afrontar un juicio oral.
El juez Poviña consideró que cinco personas integraron la asociación ilícita para lavado de activos, y ordenó sus detenciones.
Adolfo Ángel “El Mono” Ale, María Florencia Cuño, Julia Picone y Valeria Bestán quedaron procesados sólo por lavado de activos.
Poviña no encontró elementos para procesar ni tampoco para sobreseer a varias personas, por lo que dictó falta de mérito.
En este grupo se encuentran Andrea Viviana Acosta (pareja de “El Mono”) y Ángel Adolfo Ale (hijo de Rivero y de “La Chancha”).
También se vieron beneficiados con la falta de mérito Pablo Javier Gustavo González y Daniela Natalia Milhein, ex pareja de Rubén Ale.
En el auto de procesamiento quedaron confirmados los embargos dictados por el juez a los bienes de los acusados.
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