28 Diciembre 2013
Después de conducir la Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán durante tres años consecutivos, el vocal Ricardo M. Sanjuán dio un paso al costado y propuso a su par Marina Cossio de Mercau para la presidencia correspondiente a 2014. Dicha moción fue avalada por unanimidad, según consta en la Acordada 159/13, que el 3 de diciembre pasado firmaron los cinco miembros del tribunal de alzada: Sanjuán, Cossio, Raúl D. Mender, Ernesto C. Wayar y Graciela N. Fernández Vecino.
El acto de renovación de autoridades prosiguió con una devolución de gentilezas. La acordada informa que la presidenta electa sugirió a Sanjuán como vicepresidente. Al igual que en 2012, Mender se negó a votar por este último y contrapropuso a Wayar, que cumplía dicha función desde finales de 2010 (con sucesivas reelecciones en 2011 y 2012). Pero este, Fernández Vecino y Cossio se inclinaron por Sanjuán. Como es tradicional, Mender, el miembro de mayor edad y antigüedad en el tribunal, retuvo el título de vocal decano.
De esta manera, Cossio de Mercau regresó al cargo que desempeñó por primera vez en 2004: hasta entonces, ninguna mujer había llegado a la presidencia del cuerpo. Al año siguiente, la relevó la vocal Fernández Vecino, que luego ejerció varias veces la vicepresidencia, inclusive en 2010.
En 2006, la Cámara dejó de lado la tradición de la presidencia anual rotatoria. En esa oportunidad, Mender se quedó con el turno que, según aquella regla no escrita, correspondía a Sanjuán, y consiguió la reelección merced a los votos de Fernández Vecino y Wayar (la quinta vocal, Cossio de Mercau, estaba de licencia). En ese momento la Justicia Federal vivía una crisis inédita como consecuencia de la auditoría que determinó irregularidades en la tramitación de causas con títulos de la deuda pública en los dos juzgados de primera instancia. Esos hallazgos incidieron directamente en la destitución de Felipe F. Terán, ex juez federal N°2, y en la renuncia de Jorge Parache, ex juez federal N°1.
Con el tiempo y subrogancias mediante, ambas oficinas se regularizaron con la designación de Daniel Bejas y Fernando Poviña (h) respectivamente en los despachos que pertenecieron a Parache y a Terán. Con el tiempo también se quebró la mayoría que “cortaba el queso” en la Cámara de Apelaciones. El primero en abandonar ese equilibrio interno fue Wayar, que a finales de 2010 se sumó al sector compuesto por Cossio y Sanjuán. En virtud de esa decisión, Sanjuán volvió a ser presidente tras ocho años de “abstención”. En aquella reunión, Fernández Vecino propuso a Mender para la presidencia; el vocal decano, que se abstuvo de votar en esa categoría, le devolvió la gentileza al proponerla como vice.
El acto de renovación de autoridades prosiguió con una devolución de gentilezas. La acordada informa que la presidenta electa sugirió a Sanjuán como vicepresidente. Al igual que en 2012, Mender se negó a votar por este último y contrapropuso a Wayar, que cumplía dicha función desde finales de 2010 (con sucesivas reelecciones en 2011 y 2012). Pero este, Fernández Vecino y Cossio se inclinaron por Sanjuán. Como es tradicional, Mender, el miembro de mayor edad y antigüedad en el tribunal, retuvo el título de vocal decano.
De esta manera, Cossio de Mercau regresó al cargo que desempeñó por primera vez en 2004: hasta entonces, ninguna mujer había llegado a la presidencia del cuerpo. Al año siguiente, la relevó la vocal Fernández Vecino, que luego ejerció varias veces la vicepresidencia, inclusive en 2010.
En 2006, la Cámara dejó de lado la tradición de la presidencia anual rotatoria. En esa oportunidad, Mender se quedó con el turno que, según aquella regla no escrita, correspondía a Sanjuán, y consiguió la reelección merced a los votos de Fernández Vecino y Wayar (la quinta vocal, Cossio de Mercau, estaba de licencia). En ese momento la Justicia Federal vivía una crisis inédita como consecuencia de la auditoría que determinó irregularidades en la tramitación de causas con títulos de la deuda pública en los dos juzgados de primera instancia. Esos hallazgos incidieron directamente en la destitución de Felipe F. Terán, ex juez federal N°2, y en la renuncia de Jorge Parache, ex juez federal N°1.
Con el tiempo y subrogancias mediante, ambas oficinas se regularizaron con la designación de Daniel Bejas y Fernando Poviña (h) respectivamente en los despachos que pertenecieron a Parache y a Terán. Con el tiempo también se quebró la mayoría que “cortaba el queso” en la Cámara de Apelaciones. El primero en abandonar ese equilibrio interno fue Wayar, que a finales de 2010 se sumó al sector compuesto por Cossio y Sanjuán. En virtud de esa decisión, Sanjuán volvió a ser presidente tras ocho años de “abstención”. En aquella reunión, Fernández Vecino propuso a Mender para la presidencia; el vocal decano, que se abstuvo de votar en esa categoría, le devolvió la gentileza al proponerla como vice.
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