Stella Gárnica - Columnista de DyN
BUENOS AIRES.- El peronismo recibe 2014 envuelto en la encrucijada de garantizar gobernabilidad, para que Cristina Fernández termine lo mejor posible su mandato en 2015, en un clima de creciente tensión económica y social. Pero al mismo tiempo, por una cuestión de supervivencia, el PJ necesita comenzar a definir el sucesor de 10 años de kirchnerismo.
Son varios los gobernadores con intenciones presidenciales que diagraman actividades para el verano. No obstante, la crisis policial afectó a varias provincias y golpeó fuerte a algunos de los autopostulados a la carrera mayor: el peronista opositor José Manuel de la Sota (Córdoba), el independiente Juan Manuel Urtubey y el ultra “K” Sergio Urribarri (Entre Ríos).
En 2014 “se va a terminar institucionalizando el PJ nacional, ya sea por el voto de los afiliados en internas o por consenso”, resumió una fuente del PJ tras admitir el estado deliberativo en que se encuentra el partido del Gobierno, desde hace más de tres años cuando murió Néstor Kirchner.
Cristina mantiene “frenada” la definición de una nueva conducción partidaria, para evitar que se licue su poder detrás de una figura a sucederla, sin proyecto re-reeleccionista tras la derrota electoral del 27 de octubre. En esta puja, gobernadores e intendentes serán piezas clave, y la forma en que se defina la conducción nacional del PJ -en marzo o abril- establecerá los mecanismos para elegir la fórmula presidencial de 2015.
Mientras el kirchnerismo pretende imponer al sucesor, el resto quiere una gran interna partidaria, en la que participen todos los sectores y termine reciclando al PJ. “El peronismo es pragmático, cuando vemos que un líder no nos garantiza continuidad, buscamos otro para encolumnarnos”, admitió un cacique del Conurbano, en medio del clima de tensión que se vivió entre el 19 y 20 pasado, cuando arreciaban los rumores de saqueos y tuvieron que salir los jefes comunales a “caminar los barrios para contener a la gente”.
A pesar de que en voz alta intendentes y gobernadores hablan de incondicional apoyo a la jefa de Estado, por lo bajo muchos admiten la necesidad de sostener el Gobierno y a la par, encontrar un nuevo liderazgo que les sirva de guía mantener su poder territorial.
El peronismo aparece envuelto, así, en el péndulo que la historia se encarga de repetir, cada 10 años, con gobernadores e intendentes que pujan para que el Gobierno pague el costo de un nuevo ajuste, que llaman sinceramiento.
Mientras tanto, el diputado nacional “K”, Carlos Kunkel anticipó ayer que la Presidenta, en 2015, “va a ser candidata” y aunque evitó definir a qué cargo se presentará la primer mandataria cuando termine su segundo y último mandato en la Casa Rosada, vaticinó que va a seguir “haciendo política”. (DyN)