22 Diciembre 2013
Era el hombre de confianza del gobernador, Fernando Riera. y cumplía el rol de secretario privado. En diálogo con LA GACETA, Rolando Salim recordó aquella negociación entre el caudillo peronista y los policías rebeldes. “Riera era un hombre con mucha astucia para la política. Tuvo la capacidad suficiente para resolver semejante crisis. Él no se iba a pegar un tiro, pero usó esas palabras como elemento de negociación”, explicó Salim. Al comparar aquella situación con lo ocurrido el 10 de este mes, Salim dijo que esta última vez nadie dio la cara. “Un gobernante tiene que dar la cara y enfrentar los problemas. Nunca en mi vida he pensado ver colas de gente para comprar armas”, insistió.
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Policía de Tucumán
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