22 Diciembre 2013
Carta Abierta también está disconforme con Milani
El kirchnerismo sigue recibiendo críticas de sus aliados por la designación del nuevo jefe del Ejército. Horacio González dijo que hay actos del Estado que no son de su agrado El director de la Biblioteca Nacional cuestionó el ascenso del militar, ya que -según dijo- tuvo participación en la última dictadura militar
FOTO TOMADA DE LAVOZ.COM.AR
BUENOS AIRES.- El director de la Biblioteca Nacional y referente de la agrupación Carta Abierta, Horacio González, expresó ayer su disconformidad con el ascenso y nombramiento de César Milani como nuevo jefe del Ejército.
A través de una nota de reflexión filosófica publicada en el diario Página/12, González vinculó a Milani con los crímenes de la última dictadura militar y lo incluyó entre los que pensaban que nada de eso podría ser bueno, pero igual hicieron su tarea, llamándola “acatamiento disciplinario”.
“Cuando cometo un acto vergonzoso, pero inmerso en las ambiguas madejas internas de una institución, la culpa parece divisible, es mía y de muchos. Se hace abstracta y por lo tanto ocurren dos cosas; ya no es de nadie y pertenece tan sólo a la Institución que, como toda institución, se funda en una culpa abstracta”, comienza la nota escrita por el sociólogo.
En ese sentido, González expresa que “la forma de eximirme del peso ruin o insigne de los actos es permanecer en un ritual que se llama obediencia debida”.
El referente de Carta Abierta continuó reflexionando alrededor del concepto de la culpa, y señaló que: “es el lejano pasado, una molestia que puede aminorar con una indiferencia calificada, que principalmente provee el paso del tiempo y la certeza en sin dejar de ser los mismos, en el paso de las edades y las distintas experiencias, hemos cambiado lo suficiente como para que los actos que eran nuestros, ya no lo son. Serían del otro que fuimos”.
Un acto político
Asimismo, señala que el perdón “suele transformarse en un acto político, en actos consensuales, en amnistías de Estado”, aunque explica que existe una “estructura de la culpa” que “no está escrita en ningún lado y también abarca a los que... son tocados quedamente aun si estaban lejos pero firmaron un mero papel, a los que en un relámpago de lucidez sabían en qué consistía la cosa pero borraron de inmediato el espectro atroz que los rozaba, a los que pensaban que nada de eso podría ser bueno pero igual hicieron su tarea llamándola acatamiento disciplinario, cumplimiento del deber administrativo o amor por la razón burocrática”.
Luego del recorrido filosófico sobre la culpa y el perdón, González cierra su nota con una afirmación que no deja margen de dudas y que se suman a los muchos sectores afines al Gobierno que también cuestionaron la designación de Milani.
“Si están bien encaminadas estas reflexiones, nos apoyamos en ellas para manifestar nuestra disconformidad con el nombramiento del nuevo jefe del Ejército”, aseveró. Asociaciones de derechos humanos ya se habían pronunciado en igual sentido, pero el Gobierno desoyó sus opiniones. (DyN)
A través de una nota de reflexión filosófica publicada en el diario Página/12, González vinculó a Milani con los crímenes de la última dictadura militar y lo incluyó entre los que pensaban que nada de eso podría ser bueno, pero igual hicieron su tarea, llamándola “acatamiento disciplinario”.
“Cuando cometo un acto vergonzoso, pero inmerso en las ambiguas madejas internas de una institución, la culpa parece divisible, es mía y de muchos. Se hace abstracta y por lo tanto ocurren dos cosas; ya no es de nadie y pertenece tan sólo a la Institución que, como toda institución, se funda en una culpa abstracta”, comienza la nota escrita por el sociólogo.
En ese sentido, González expresa que “la forma de eximirme del peso ruin o insigne de los actos es permanecer en un ritual que se llama obediencia debida”.
El referente de Carta Abierta continuó reflexionando alrededor del concepto de la culpa, y señaló que: “es el lejano pasado, una molestia que puede aminorar con una indiferencia calificada, que principalmente provee el paso del tiempo y la certeza en sin dejar de ser los mismos, en el paso de las edades y las distintas experiencias, hemos cambiado lo suficiente como para que los actos que eran nuestros, ya no lo son. Serían del otro que fuimos”.
Un acto político
Asimismo, señala que el perdón “suele transformarse en un acto político, en actos consensuales, en amnistías de Estado”, aunque explica que existe una “estructura de la culpa” que “no está escrita en ningún lado y también abarca a los que... son tocados quedamente aun si estaban lejos pero firmaron un mero papel, a los que en un relámpago de lucidez sabían en qué consistía la cosa pero borraron de inmediato el espectro atroz que los rozaba, a los que pensaban que nada de eso podría ser bueno pero igual hicieron su tarea llamándola acatamiento disciplinario, cumplimiento del deber administrativo o amor por la razón burocrática”.
Luego del recorrido filosófico sobre la culpa y el perdón, González cierra su nota con una afirmación que no deja margen de dudas y que se suman a los muchos sectores afines al Gobierno que también cuestionaron la designación de Milani.
“Si están bien encaminadas estas reflexiones, nos apoyamos en ellas para manifestar nuestra disconformidad con el nombramiento del nuevo jefe del Ejército”, aseveró. Asociaciones de derechos humanos ya se habían pronunciado en igual sentido, pero el Gobierno desoyó sus opiniones. (DyN)
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