21 Diciembre 2013
CONMOCIÓN. La familia de la niña que habría sido violada no encuentra consuelo; la menor está internada. la gaceta / foto de hector peralta
Una niña de apenas seis años habría sido violada por un hombre de unos 40 años en un barrio ubicado al sudoeste de la capital. La menor está internada en el Hospital de Niños porque, según dijeron sus familiares, sufrió una serie de desgarros por causa del presunto abuso que está siendo investigado por la Fiscalía de la VII° Nominación, a cargo de Arnoldo Suasnábar.
Dos tías de la víctima fueron entrevistadas ayer por este diario y explicaron que el hecho que denunciaron en la Justicia ocurrió el jueves a la siesta, cuando la menor fue a la casa de unos vecinos que viven en la misma cuadra para jugar con la hija del acusado. “Son amiguitas y se quedaron viendo la televisión. Fue ahí cuando este hombre se aprovechó de ella. Eso fue lo que mi sobrina le contó a mi hermana”, dijo V. M., una de las tías de la menor.
De acuerdo con el relato de la pariente de la nena, la niña fue a la casa de sus vecinos porque su madre había ido a inscribirla en una escuela de la zona. El presunto abusador -siempre según esta versión- llevó a la menor a una habitación en la que habría cometido el delito. “Su mujer lo descubrió cuando lo estaba haciendo y le pegó para que la dejara, pero después ella no dijo nada. Como pasó eso, mi sobrina consiguió escapar corriendo para la casa”, agregó L.M., la otra tía de la víctima. Los nombres de ambas se reservan para proteger la identidad de la menor.
A pesar de que el hecho denunciado habría sucedido alrededor de las 14, la niña no se lo contó a su madre hasta la noche, a las 23, cuando la estaba por bañar. Según sus familiares, el comportamiento de la niña había cambiado pero, a pesar de que le preguntaron varias veces, no quería decir qué era lo que le había pasado. L.M. dijo que la menor le había dicho a su madre: “no te quiero contar porque me vas a retar”. Pero la mujer logró convencer a su hija y, cuando se enteró, se desató otra situación.
Batalla campal
Al escuchar lo que dijo la niña, sus familiares enardecidos la llevaron a la Seccional 3ª para radicar la denuncia. Pero, según afirmaron, no quisieron tomarles la declaración. Por eso volvieron a su casa y llamaron al 911, que envió personal al lugar del hecho. Pero la furia ya se había desatado. Los familiares y vecinos de la menor fueron a la casa del imputado para sacarlo a la calle y lincharlo. Sin embargo, la familia del acusado los enfrentó desatando una pelea en la que, según dijeron, volaron piedras y golpes por todas partes.
El enfrentamiento duró casi una hora y tuvieron que intervenir unos 50 agentes de Infantería y del 911 para separar a los dos grupos. En esta pelea también intervino Rubén Bórquez, de 57 años, que habría recibido una trompada que lo hizo caer al suelo y golpearse la cabeza. Una de las versiones sostiene que esa fue la causa de su muerte, mientras que los familiares de la víctima dijeron que Bórquez tenía una afección cardíaca.
El hombre era familiar del acusado y su muerte caldeó aún más los ánimos entre ambas familias, que viven a menos de 100 metros. Las tías de la menor dijeron que ya la amenazaron de muerte. Luego de apaciguar la pelea la Policía aprehendió al imputado y a tres familiares de la víctima.
Dos tías de la víctima fueron entrevistadas ayer por este diario y explicaron que el hecho que denunciaron en la Justicia ocurrió el jueves a la siesta, cuando la menor fue a la casa de unos vecinos que viven en la misma cuadra para jugar con la hija del acusado. “Son amiguitas y se quedaron viendo la televisión. Fue ahí cuando este hombre se aprovechó de ella. Eso fue lo que mi sobrina le contó a mi hermana”, dijo V. M., una de las tías de la menor.
De acuerdo con el relato de la pariente de la nena, la niña fue a la casa de sus vecinos porque su madre había ido a inscribirla en una escuela de la zona. El presunto abusador -siempre según esta versión- llevó a la menor a una habitación en la que habría cometido el delito. “Su mujer lo descubrió cuando lo estaba haciendo y le pegó para que la dejara, pero después ella no dijo nada. Como pasó eso, mi sobrina consiguió escapar corriendo para la casa”, agregó L.M., la otra tía de la víctima. Los nombres de ambas se reservan para proteger la identidad de la menor.
A pesar de que el hecho denunciado habría sucedido alrededor de las 14, la niña no se lo contó a su madre hasta la noche, a las 23, cuando la estaba por bañar. Según sus familiares, el comportamiento de la niña había cambiado pero, a pesar de que le preguntaron varias veces, no quería decir qué era lo que le había pasado. L.M. dijo que la menor le había dicho a su madre: “no te quiero contar porque me vas a retar”. Pero la mujer logró convencer a su hija y, cuando se enteró, se desató otra situación.
Batalla campal
Al escuchar lo que dijo la niña, sus familiares enardecidos la llevaron a la Seccional 3ª para radicar la denuncia. Pero, según afirmaron, no quisieron tomarles la declaración. Por eso volvieron a su casa y llamaron al 911, que envió personal al lugar del hecho. Pero la furia ya se había desatado. Los familiares y vecinos de la menor fueron a la casa del imputado para sacarlo a la calle y lincharlo. Sin embargo, la familia del acusado los enfrentó desatando una pelea en la que, según dijeron, volaron piedras y golpes por todas partes.
El enfrentamiento duró casi una hora y tuvieron que intervenir unos 50 agentes de Infantería y del 911 para separar a los dos grupos. En esta pelea también intervino Rubén Bórquez, de 57 años, que habría recibido una trompada que lo hizo caer al suelo y golpearse la cabeza. Una de las versiones sostiene que esa fue la causa de su muerte, mientras que los familiares de la víctima dijeron que Bórquez tenía una afección cardíaca.
El hombre era familiar del acusado y su muerte caldeó aún más los ánimos entre ambas familias, que viven a menos de 100 metros. Las tías de la menor dijeron que ya la amenazaron de muerte. Luego de apaciguar la pelea la Policía aprehendió al imputado y a tres familiares de la víctima.