19 Diciembre 2013
El sector agrupado alrededor del diputado Luis Sacca (Unión Cívica Radical) se anotó el primer triunfo en el marco de los comicios de renovación total de autoridades de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), que se desarrollarán entre abril y mayo del año que viene: los tres miembros de la nueva junta electoral integran ese espacio, que impulsa la candidatura a rector del decano de Arquitectura, Eduardo Coletti. Esta victoria se dio en la última sesión del año del Consejo Superior, que resultó, en los hechos, la primera lid de esas elecciones.
Dos cuestiones clave, relacionadas a esta elección, figuraban en el orden del día: el debate del cronograma electoral -que quedó diferido (Ver: “El Superior...”)- y la conformación de la junta electoral que fiscalizará las elecciones que se realicen en la UNT durante el año.
La junta que había actuado durante este año cesó sus funciones el sábado. Antes de esta sesión se especulaba con que sería renovada la totalidad de sus integrantes: el subsecretario de Política Administrativa y Gestión, Miguel Carletti (presidente), la decana de Filosofía, Judith Casali de Babot, y el consejero directivo de Derecho Fernando Ganami. Desde semanas atrás, en especial, venía siendo cuestionado Carletti, debido a que, si permanecía en la junta, habría resumido la figura del “juez y parte”. Esto a raíz de que habría controlado los comicios siendo uno de los principales operadores políticos de otra candidata a rectora, la vicerrectora, Alicia Bardón. En efecto, se presentaron dos propuestas, que no involucraban a ninguno de los vocales salientes.
Primero, el Superior decidió, por mínima mayoría, que se votaría por una conformación cerrada de vocales, y no por nombres individuales. El decano de Económicas, Santiago Di Lullo, presentó la primera moción: la decana de Educación Física, Susana Villarruel, su par de Odontología, Daniel García, y el subdirector de Asuntos Jurídicos de la UNT, Martín Mercado.
Los consejeros superiores alineados detrás de Bardón y del tercer candidato a rector, el decano de Medicina, Mateo Martínez, solicitaron un cuarto intermedio para definir una conformación alternativa para la junta electoral. Tras el receso, el consejero por la primera minoría estudiantil Patricio Sanna propuso al representante de los no docentes en el Superior, Ángel Morales, a César Gallo y al consejero por los titulares Daniel Campi. Se impuso la primera moción por 18 votos contra 10. Se abstuvo Casali y se registraron dos ausentes: los consejeros por los docentes auxiliares Blanca Isse y Osvaldo Pirchi.
Malestar
Tras la votación, que se dio en forma nominal, algunos consejeros fundamentaron su voto. El primero fue Martínez, que adhirió a la segunda opción. “Cuando Di Lullo propuso esta lista, que se evidencia que fue conversada previamente, me pregunté si no se debía haber actuado como con el cronograma (y posponer el debate). No cuestiono la honorabilidad de los miembros; pero el procedimiento debiera dar plazos para recusar, impugnar, oficializar y finalmente votar por los vocales. La brisa de aire fresco que sentí con el tema del cronograma se desvaneció con la junta”, lamentó.
Le siguió su homóloga de Artes, Raquel Pastor, que también votó por la lista que perdió “No tengo absolutamente ningún cuestionamiento hacia las personas que integran ahora la junta; al contrario: los respeto y confío en ellos. Pero hemos venido declarando la necesidad de alcanzar consensos. Habíamos charlado de posponer todo, cronograma y conformación de la junta. No me cayó bien llegar a la mesa del Consejo y encontrarme con una propuesta armada”, dijo.
Casali explicó que se abstuvo porque se sintió conmocionada: “no he tenido la serenidad como para votar”. Otros consejeros, que habían votado por la conformación que se impuso, también justificaron su voto. Ninguno replicó, sin embargo, ni a Martínez ni a Pastor.
Dos cuestiones clave, relacionadas a esta elección, figuraban en el orden del día: el debate del cronograma electoral -que quedó diferido (Ver: “El Superior...”)- y la conformación de la junta electoral que fiscalizará las elecciones que se realicen en la UNT durante el año.
La junta que había actuado durante este año cesó sus funciones el sábado. Antes de esta sesión se especulaba con que sería renovada la totalidad de sus integrantes: el subsecretario de Política Administrativa y Gestión, Miguel Carletti (presidente), la decana de Filosofía, Judith Casali de Babot, y el consejero directivo de Derecho Fernando Ganami. Desde semanas atrás, en especial, venía siendo cuestionado Carletti, debido a que, si permanecía en la junta, habría resumido la figura del “juez y parte”. Esto a raíz de que habría controlado los comicios siendo uno de los principales operadores políticos de otra candidata a rectora, la vicerrectora, Alicia Bardón. En efecto, se presentaron dos propuestas, que no involucraban a ninguno de los vocales salientes.
Primero, el Superior decidió, por mínima mayoría, que se votaría por una conformación cerrada de vocales, y no por nombres individuales. El decano de Económicas, Santiago Di Lullo, presentó la primera moción: la decana de Educación Física, Susana Villarruel, su par de Odontología, Daniel García, y el subdirector de Asuntos Jurídicos de la UNT, Martín Mercado.
Los consejeros superiores alineados detrás de Bardón y del tercer candidato a rector, el decano de Medicina, Mateo Martínez, solicitaron un cuarto intermedio para definir una conformación alternativa para la junta electoral. Tras el receso, el consejero por la primera minoría estudiantil Patricio Sanna propuso al representante de los no docentes en el Superior, Ángel Morales, a César Gallo y al consejero por los titulares Daniel Campi. Se impuso la primera moción por 18 votos contra 10. Se abstuvo Casali y se registraron dos ausentes: los consejeros por los docentes auxiliares Blanca Isse y Osvaldo Pirchi.
Malestar
Tras la votación, que se dio en forma nominal, algunos consejeros fundamentaron su voto. El primero fue Martínez, que adhirió a la segunda opción. “Cuando Di Lullo propuso esta lista, que se evidencia que fue conversada previamente, me pregunté si no se debía haber actuado como con el cronograma (y posponer el debate). No cuestiono la honorabilidad de los miembros; pero el procedimiento debiera dar plazos para recusar, impugnar, oficializar y finalmente votar por los vocales. La brisa de aire fresco que sentí con el tema del cronograma se desvaneció con la junta”, lamentó.
Le siguió su homóloga de Artes, Raquel Pastor, que también votó por la lista que perdió “No tengo absolutamente ningún cuestionamiento hacia las personas que integran ahora la junta; al contrario: los respeto y confío en ellos. Pero hemos venido declarando la necesidad de alcanzar consensos. Habíamos charlado de posponer todo, cronograma y conformación de la junta. No me cayó bien llegar a la mesa del Consejo y encontrarme con una propuesta armada”, dijo.
Casali explicó que se abstuvo porque se sintió conmocionada: “no he tenido la serenidad como para votar”. Otros consejeros, que habían votado por la conformación que se impuso, también justificaron su voto. Ninguno replicó, sin embargo, ni a Martínez ni a Pastor.
NOTICIAS RELACIONADAS
Lo más popular