La ceremonia de las emociones

La cita para el jurado de notables de los Premios LA GACETA que habría de elegir al Mejor Deportista de 2013 se convino para las 9. Hubo quienes llegaron con tiempo a uno de los salones del Hotel Hilton y, además de compartir un agradable momento, pudieron degustar de una mesa de infusiones, jugos y bocados dulces. Algunos llegaron sobre la hora y pidieron disculpas por la tardanza. En total fueron citados 47, aunque dos estuvieron ausentes: Ricardo García y Héctor Centeno. El rugbista Julio Farías Cabello, el periodista Luis Monti y el polista Máximo Chenaut votaron por vía telefónica.

Uno a uno, colegas de distintos medios, deportistas, entrenadores, dirigentes e integrantes de LG Deportiva, fueron llamados por el escribano José Manuel Terán para hacer la elección del mejor de entre una lista de 33 deportistas de 34 disciplinas. Mientras, reinó un ambiente distendido, con muchas charlas, encuentros y reencuentros y una ansiedad que iba en aumento en la medida que la lista de votantes fue llegando a su final.

Todos los presentes coincidieron en que resultó acertada la decisión de LA GACETA de promover una ceremonia de premiación en lugar de la fiesta que tuvo lugar en las anteriores 11 ediciones. Sucede que los tristes sucesos que enlutaron a Tucumán la semana pasada no sólo obligaron a postergar el encuentro una semana, sino que se transformó el formato.

Al promediar la votación, comenzaron a llegar los deportistas que iban a ser distinguidos. Varios de ellos lo hicieron acompañados por familiares y amigos. Se reeditaron entonces los saludos, los diálogos amistosos y aparecieron las felicitaciones por la gran tarea desarrollada a lo largo de la temporada.

Llegó luego la invitación a ingresar al salón para iniciar la ceremonia. Fue el prosecretario de Deportes, Ariel Ibáñez, quien dio la bienvenida a los presentes. Y luego fue el turno de los presentadores: Silvia de las Cruces y Nicolás Iriarte anunciaron a las autoridades del diario que se acercaron al salón del hotel e inmediatamente presentaron un video en el que pudieron verse imágenes de los distintos protagonistas, practicando sus deportes.

Minutos después se proyectó otro video, ahora con un único protagonista, Horacio Muratore, el futuro presidente de la Federación Internacional, brindando un emotivo mensaje de aliento. Entre el primero en subir al escenario, el ajedrecista Jorge Zamorano, y el último, el yudoca Emmanuel Lucenti, pasó un poco más de una hora de un incesante transitar de premiados (de parientes o dirigentes, según el caso, ante ausentes con aviso), incluidos aquellos que recibieron distinciones especiales.

Pasadas las 11.20, los presentadores llamaron a los elegidos a reunirse en el escenario. El anuncio del 12° ganador del premio estaba cerca. Segundos de intriga y finalmente el nombre de Matías Orlando coronó la ceremonia. Un cerrado aplauso y la emoción del ganador fue el cierre de una puerta que volverá a abrirse en 2014. Al gran deporte tucumano, ¡salud!