19 Diciembre 2013
BUENA MESA, MUCHA RISA. James Gandolfini y Julia Louis-Dreyfus, bajo la sabia dirección de Nicole Holofcener.
Las críticas hablan de una de las mejores comedias románticas de los últimos tiempos. Todo un hallazgo, teniendo en cuenta la repetición de fórmulas y el mal gusto que invadió el género desde hace largo tiempo. Claro que hay razones poderosas que sostienen a “Una segunda oportunidad”, desde un reparto impecable -con la actuación póstuma de James Gandolfini- hasta la presencia detrás de cámara de Nicole Holofcener.
La película cuenta el encuentro de Eva y Albert, padres divorciados que cuyos hijos están a punto de partir rumbo a la universidad. Hay química entre ellos; son tranquilos, trabajadores, buenos conversadores y saben divertirse. La relación fluye, aunque con una piedra en el zapato de Eva. Es Marianne, ex esposa de Albert y su clienta (Eva es masajista). Hasta aquí lo que puede contarse sin develar hacia dónde rumbeará la historia.
Holofcener se mueve con cuidado, sin prisas, en un medio que suele deglutir el talento. Escribió y dirigió dos comedias muy buenas: “Saber dar” y “Amigos con dinero”, además de incursionar en la TV (tomó a su cargo capítulos de “Sex and the city”, “Gilmore girls” y “Six feet under”, entre otras series). En “Una segunda oportunidad” hace lo que sabe: construir personajes profundos y queribles, verosímiles.
La película ofrece la oportunidad de ver a Gandolfini en un papel hecho a su medida, en las antípodas de Tony Soprano. Hace una gran pareja con Julia Louis-Dreyfus, la inolvidable Elaine Benes de “Seinfeld” (sin dejar de lado su prolífica labor en la TV, con “The new adventures of old Christine” y “Veep” a la cabeza). Detrás de ellos asoma un cast de sólidos secundarios. Catherine Keener es una fija en las producciones de Holofcener, mientras que Toni Collette siempre se las arregla para brillar.
La película cuenta el encuentro de Eva y Albert, padres divorciados que cuyos hijos están a punto de partir rumbo a la universidad. Hay química entre ellos; son tranquilos, trabajadores, buenos conversadores y saben divertirse. La relación fluye, aunque con una piedra en el zapato de Eva. Es Marianne, ex esposa de Albert y su clienta (Eva es masajista). Hasta aquí lo que puede contarse sin develar hacia dónde rumbeará la historia.
Holofcener se mueve con cuidado, sin prisas, en un medio que suele deglutir el talento. Escribió y dirigió dos comedias muy buenas: “Saber dar” y “Amigos con dinero”, además de incursionar en la TV (tomó a su cargo capítulos de “Sex and the city”, “Gilmore girls” y “Six feet under”, entre otras series). En “Una segunda oportunidad” hace lo que sabe: construir personajes profundos y queribles, verosímiles.
La película ofrece la oportunidad de ver a Gandolfini en un papel hecho a su medida, en las antípodas de Tony Soprano. Hace una gran pareja con Julia Louis-Dreyfus, la inolvidable Elaine Benes de “Seinfeld” (sin dejar de lado su prolífica labor en la TV, con “The new adventures of old Christine” y “Veep” a la cabeza). Detrás de ellos asoma un cast de sólidos secundarios. Catherine Keener es una fija en las producciones de Holofcener, mientras que Toni Collette siempre se las arregla para brillar.