Los tucumanos ya sueñan con que el Papa Francisco los visite en 2016

Fue una oración brevísima, pronunciada a 12.000 kilómetros de Argentina y el mensajero fue tal vez el menos esperado. El ídolo televisivo Marcelo Tinelli se encargó de encender el entusiasmo en los corazones de los argentinos católicos, y más aún de los tucumanos: en la Ciudad del Vaticano, y tras un encuentro con el papa Francisco, el conductor dijo que el jefe de la Iglesia tiene intenciones de visitar nuestra provincia y que lo haría para los festejos del Bicentenario de la Independencia, en 2016. En esa misma fecha se realizará el Congreso Eucarístico Nacional, que podría ser presidido por el Santo Padre, lo que aumenta las probabilidades de tenerlo por estas tierras.

La revelación del papa argentino Jorge Bergoglio se produjo en el marco del encuentro que mantuvo ayer en el Vaticano con la delegación del club San Lorenzo de Almagro, encabezada por su presidente, Matías Lammens, y su vice, Tinelli, quienes le ofrendaron la copa que ganaron el domingo en el campeonato local. En una rueda de prensa que ofrecieron en la Academia Pontificia de Ciencias, que preside el también argentino Marcelo Sánchez Sorondo, los directivos del club confirmaron que en el encuentro que mantuvieron a solas con Francisco -antes de la audiencia pública en plaza San Pedro- éste les confirmó su intención de volver a su tierra natal en el 2016.

Tras este anuncio, que se replicó a través de la cuenta oficial de Twitter de la Academia (@CasinaPioIV), la ilusión comenzó a adquirir una forma más concreta. Sin embargo, desde la misma Iglesia han optado por la cautela y relativizaron las expresiones de Francisco: el portavoz de la oficina de prensa del Vaticano, Federico Lombardi, dijo más tarde que el viaje de 2016 es algo “muy remoto” y recordó que el Pontífice ha declarado sus prioridades por visitar Tierra Santa, Asia y África antes de volver a Sudamérica. También monseñor Alfredo Zecca, arzobispo de Tucumán, intentó calmar las aguas y dijo que hay que esperar un comunicado oficial del Vaticano que confirme el viaje antes de comenzar con los preparativos.

La noticia, aunque sigue flotando en el reino de las probabilidades y no de las certezas, ha generado gran expectativa en diversos sectores de nuestra provincia. Sin embargo, este importantísimo y -al menos hasta ahora- eventual acontecimiento, nos lleva a pensar si Tucumán estará o no en condiciones de recibirlo.

“De confirmarse, estamos hablando de millones de personas que se congregarán en Tucumán para recibir al Papa. Es muy probable que todo colapse, pero es lo esperable en un encuentro de esta magnitud. Es lo que pasó en Río de Janeiro -una de las ciudades más grandes de la región- durante la Jornada Mundial de la Juventud”, expresó en diálogo con LA GACETA Federico Lanati, presidente de la Cámara de Turismo de la Nación. De todos modos, el empresario tucumano se mostró optimista: “creo que estamos a la altura del desafío y que, si tenemos el tiempo suficiente como para organizarlo, lo podríamos hacer muy bien. Sería una gran oportunidad para Tucumán”, estimó.

Bernardo Racedo Aragón, presidente del Ente Tucumán Turismo, también expresó confianza. “Sería un honor que el Papa visitara la provincia y, en ese caso, surgirían miles de sitios alternativos para alojar a las visitas, como ha pasado en Río: a 200 km a la redonda de la ciudad había gente alojada. Ningún lugar va a tener la capacidad suficiente, pero eso no es lo que más importa: es algo mucho más relevante que un simple hecho turístico”, remarcó.

Racedo Aragón ensayó tres acciones que querría poner en marcha de inmediato si tuviera el “sí” de semejante visita: “primero habría que darle una solución al tema de la limpieza en toda la provincia, incluyendo, por supuesto, los accesos; segundo, sería importante llegar con la autopista Tucumán-Termas del Río Hondo para integrar la capacidad hotelera, y tercero, trataría de recuperar el Palacio de los Deportes como lugar de soporte. Tal vez no para el evento central -que podría ser en el campo, por ejemplo- pero sí para encuentros más chicos”, enumeró.

Juan Pablo II
Fugaz e inolvidable
Fueron sólo un par de horas, durante la tarde del 8 de abril de 1987, pero el recuerdo permanece imborrable. Unos 80.000 fieles se congregaron en el aeropuerto tucumano para recibir la bendición del papa Juan Pablo II, quien hizo un alto en su viaje de Córdoba a Salta. La imagen podría actualizarse ahora con la eventual llegada del papa argentino.

“Aún no hay un comunicado oficial y debemos ser cautelosos”

El tono de su voz se volvió serio y pidió que se le ponga un freno al entusiasmo. El arzobispo Alfredo Zecca es cauto: sostuvo que hasta que el Vaticano no emita un comunicado oficial, hablar de una posible visita del papa Francisco a Tucumán es simplemente eso: una posibilidad.

“Todavía no hay un comunicado oficial y es necesario que seamos cautelosos. Para que un Papa visite un país es necesaria una invitación de la Conferencia Episcopal y del Gobierno de ese país, porque se trata de un jefe de Estado. Cumplidos esos requisitos, hay que analizar su agenda. No nos olvidemos de que en 2016 se hará la Jornada Mundial de la Juventud en Cracrovia y es posible que el Papa la presida”, destacó el arzobispo. También desmintió la versiones que sostienen que él le envió una carta a Francisco para invitarlo a visitar Tucumán. “Yo no puedo, porque soy simplemente un obispo. Quien debe hacer eso es la Conferencia Episcopal Argentina. Obviamente que quiero que venga a Tucumán ¿quién no quiere eso? Pero hay requisitos de protocolo que deben ser respetados”, resaltó.

El arzobispo aseguró que Francisco quiere regresar a Argentina, pero que no lo hará antes de 2016. “Se lo dijo a un grupo de estudiantes jesuitas uruguayos. Su deseo es venir, pero hasta que no cobre forma de comunicado oficial del Vaticano, todas son especulaciones”, aclaró el arzobispo Zecca.

La Conferencia Episcopal Argentina eligió el año 2016 para celebrar el Congreso Eucarístico Nacional en Tucumán como homenaje al bicentenario de la declaración de la Independencia argentina. En estos encuentros, la Iglesia y los fieles reflexionan sobre distintos temas vinculados con la fe.