18 Diciembre 2013
“Todo fue armado porque sabían que el cuerpo de Paulina iba a aparecer”
La fiscala de Cámara Juana Prieto de Sólimo pidió que los tres ex policías de la comisaría de Raco sean condenados por encubrimiento agravado. Además, solicitó la detención del ex secretario de Seguridad, Eduardo Di Lella, y del ex jefe de Policía, Hugo Sánchez, por considerar que participaron de la maniobra. “Estuvo todo orquestado”, afirmó
PUNTO POR PUNTO. La fiscala Juana Prieto de Sólimo analizó cada uno de los datos contenidos en las actas truchas para fundamentar su acusación. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ
No se trató de una simple falsificación de actas y firmas. Enrique García, Manuel Yapura y Roberto Lencina sabían que el cuerpo de Paulina Lebbos iba a ser hallado el 11 de marzo de 2006 a la vera de la ruta 341, en Tapia. Por eso, el día anterior comenzaron a despejar el camino para ocultar pruebas que permitieron que el crimen aún siga impune.
Esa fue la conclusión a la que arribó la fiscala de Cámara Juana Prieto de Sólimo en sus alegatos, y pidió que los ex policías de la comisaría de Raco sean condenados por encubrimiento agravado. Para el jefe de la dependencia, García, solicitó una pena de seis años de prisión, en tanto que para Yapura y Lencina requirió cinco años.
“El precedente de este juicio es la causa del homicidio de Paulina Lebbos. García, Yapura y Lencina falsearon la realidad de lo ocurrido con respecto al hallazgo del cuerpo de la víctima, y esto ha entorpecido la investigación”, explicó Prieto de Sólimo, al informar que agravaría la acusación contra los tres ex policías, que habían llegado al debate oral acusados por falsificación de instrumento público, que tiene una pena menor al encubrimiento.
La fiscala desmenuzó cada uno de los puntos del expediente en los que, a su parecer, se comprueba el encubrimiento. “El acta dice que por orden del comando superior se comenzaron a realizar rastrillajes el 10 de marzo. Paulina llevaba 15 días desaparecida y recién ese día empezaron los rastrillajes. Comenzaron la movilización para que aparezca el cuerpo”, afirmó Prieto de Sólimo.
La noche de ese viernes 10 de marzo, García llamó a Criminalística Norte por un robo que había ocurrido en una casa ubicada en el kilómetro 19 de la ruta 341, en Raco. “Lo raro es que según consta en el libro, hicieron ir a Criminalística para que analizara un vidrio de un ventiluz por donde supuestamente habían robado. Pero esa denuncia la hizo la casera, de apellido Lencina, casualmente. Nunca se supo qué pasó en ese supuesto robo”, dijo la fiscala.
Esta parte de su alegato motivó que los jueces Carlos Caramuti, Dante Ibáñez y Emilio Páez de la Torre decidieran citar para hoy al dueño de la propiedad, José Vicente Terán, y a la casera de apellido Lencina, para corroborar o no la hipótesis de la fiscala. Criminalística Norte tomó las primeras fotos del lugar en el que fue encontrado el cuerpo de Paulina, luego de haber estado trabajando en la casa de Terán.
El alegato de la fiscala continuó con la descripción del contenido de las actas fraguadas, lo que demostraría que no sólo se modificó quién había hallado el cuerpo (fueron dos baqueanos pero asentaron que lo encontró la Policía tras un rastrillaje). “Adulteraron el lugar, cortaron gajos para poner una carpa, se cambió la posición del cuerpo. De esa manera evitaron que se supiera cuánto tiempo llevaba tirado allí el cadáver”, manifestó.
“El lugar (kilómetro 2,8 de la ruta 341) no fue elegido al azar. Fue minuciosamente analizado donde dejaron el cuerpo”, aseguró la fiscala, utilizando como argumento un informe de Gendarmería Nacional. “Un auto, a 60 kilómetros por hora, recorría la zona en 21 segundos”, dijo Prieto de Sólimo, mostrándoles el informe a los jueces.
Finalmente, la fiscala pidió que el ex secretario de Seguridad Eduardo Di Lella y el ex jefe de Policía, Hugo Sánchez, sean detenidos para que los indague el fiscal Diego López Ávila, ante su presunta participación en el encubrimiento.
“Todos se enteraron de que apareció un cuerpo y fueron rápidamente al lugar. ¿Por qué? Porque sabían que el cuerpo de Paulina había aparecido en el lugar. Di Lella fue el que impartió las órdenes en el lugar, y estuvo todo el tiempo al lado de Sánchez. Todo fue armado y orquestado porque sabían que el cuerpo de Paulina iba a aparecer”, concluyó la fiscala. Hoy será el turno de los defensores.
Esa fue la conclusión a la que arribó la fiscala de Cámara Juana Prieto de Sólimo en sus alegatos, y pidió que los ex policías de la comisaría de Raco sean condenados por encubrimiento agravado. Para el jefe de la dependencia, García, solicitó una pena de seis años de prisión, en tanto que para Yapura y Lencina requirió cinco años.
“El precedente de este juicio es la causa del homicidio de Paulina Lebbos. García, Yapura y Lencina falsearon la realidad de lo ocurrido con respecto al hallazgo del cuerpo de la víctima, y esto ha entorpecido la investigación”, explicó Prieto de Sólimo, al informar que agravaría la acusación contra los tres ex policías, que habían llegado al debate oral acusados por falsificación de instrumento público, que tiene una pena menor al encubrimiento.
La fiscala desmenuzó cada uno de los puntos del expediente en los que, a su parecer, se comprueba el encubrimiento. “El acta dice que por orden del comando superior se comenzaron a realizar rastrillajes el 10 de marzo. Paulina llevaba 15 días desaparecida y recién ese día empezaron los rastrillajes. Comenzaron la movilización para que aparezca el cuerpo”, afirmó Prieto de Sólimo.
La noche de ese viernes 10 de marzo, García llamó a Criminalística Norte por un robo que había ocurrido en una casa ubicada en el kilómetro 19 de la ruta 341, en Raco. “Lo raro es que según consta en el libro, hicieron ir a Criminalística para que analizara un vidrio de un ventiluz por donde supuestamente habían robado. Pero esa denuncia la hizo la casera, de apellido Lencina, casualmente. Nunca se supo qué pasó en ese supuesto robo”, dijo la fiscala.
Esta parte de su alegato motivó que los jueces Carlos Caramuti, Dante Ibáñez y Emilio Páez de la Torre decidieran citar para hoy al dueño de la propiedad, José Vicente Terán, y a la casera de apellido Lencina, para corroborar o no la hipótesis de la fiscala. Criminalística Norte tomó las primeras fotos del lugar en el que fue encontrado el cuerpo de Paulina, luego de haber estado trabajando en la casa de Terán.
El alegato de la fiscala continuó con la descripción del contenido de las actas fraguadas, lo que demostraría que no sólo se modificó quién había hallado el cuerpo (fueron dos baqueanos pero asentaron que lo encontró la Policía tras un rastrillaje). “Adulteraron el lugar, cortaron gajos para poner una carpa, se cambió la posición del cuerpo. De esa manera evitaron que se supiera cuánto tiempo llevaba tirado allí el cadáver”, manifestó.
“El lugar (kilómetro 2,8 de la ruta 341) no fue elegido al azar. Fue minuciosamente analizado donde dejaron el cuerpo”, aseguró la fiscala, utilizando como argumento un informe de Gendarmería Nacional. “Un auto, a 60 kilómetros por hora, recorría la zona en 21 segundos”, dijo Prieto de Sólimo, mostrándoles el informe a los jueces.
Finalmente, la fiscala pidió que el ex secretario de Seguridad Eduardo Di Lella y el ex jefe de Policía, Hugo Sánchez, sean detenidos para que los indague el fiscal Diego López Ávila, ante su presunta participación en el encubrimiento.
“Todos se enteraron de que apareció un cuerpo y fueron rápidamente al lugar. ¿Por qué? Porque sabían que el cuerpo de Paulina había aparecido en el lugar. Di Lella fue el que impartió las órdenes en el lugar, y estuvo todo el tiempo al lado de Sánchez. Todo fue armado y orquestado porque sabían que el cuerpo de Paulina iba a aparecer”, concluyó la fiscala. Hoy será el turno de los defensores.
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