Un año color “naranja”

Un año color “naranja”

Tucumán apostó a la renovación y se apropió de todo a nivel nacional en rugby de 15

LA DÉCIMA LLEGÓ AL FIN. El plantel mayor celebró la obtención de otro título argentino. Al igual que en 2010, el escenario fue la cancha de Jockey Club de Rosario, donde Tucumán fue amo y señor. LA DÉCIMA LLEGÓ AL FIN. El plantel mayor celebró la obtención de otro título argentino. Al igual que en 2010, el escenario fue la cancha de Jockey Club de Rosario, donde Tucumán fue amo y señor.
17 Diciembre 2013
Tucumán no se conforma con buenas intenciones cuando de rugby se trata. Sobre ella pesa un deber de protagonismo nacido de su costumbre de jugar finales, algo que Carlos Zelarayán, en su rol de presidente de la Subcomisión de Juego y Selección, debió tener muy presente a la hora de conformar los staff técnicos “naranjas” para la temporada 2013. Mejor no pudo salir: Tucumán reconquistó el Argentino de mayores y se adueñó de los dos Argentinos juveniles (M17 y M18).

“Se venía trabajando bien en juveniles, pero yo soy de los que piensan que siempre es bueno ir renovando, para no achancharse”, explica “Perro” la designación de Mariano Fernández y Mariano Odstrcil como técnicos de la M17, y de Leopoldo de Chazal, Rudy Medina y Patricio Argüello en M18.

“Por esa misma razón, la de ir renovándose, los M17 de este año no continuarán con los mismos técnicos en 2014, sino que estarán con los que entrenaban la M18. Uno puede reclamar que para qué cambiar, si con el staff anterior fueron campeones. La razón es simple: con entrenadores nuevos, los chicos tienen que volver a demostrar por qué se merecen estar”, explicó “Perro”.

“La premisa era tener tipos que transmitieran lo que significaba ponerse la camiseta de Tucumán en un Argentino. Que explotaran ese sentimiento que tiene el jugador de acá, que cuando se pone la ‘naranja’ es como si se pusiera la capa de Superman”, comparó Zelarayán. 

El apuntado para el seleccionado mayor fue un indiscutible: Alejandro Molinuevo, quien había guiado a Tucumán hacia su octavo título argentino en 2005. De la mano de “Caco”, junto a Diego Ternavasio y José Macome, la “naranja” superó a todos y recuperó el trono.

“Tucumán fue un gran equipo. Yo siempre digo que un buen equipo te gana cuando juega mejor que vos, pero un gran equipo te gana aunque no juegue mejor que vos. Porque te come vivo”, grafica.

 Sin embargo, el dirigente insiste una vez más en que la noción de perpetuidad debe desterrarse de plano, incluso en épocas de vacas gordas. “Me parece que, al margen de que gane todo o no, un técnico debe estar dos o tres años como mucho, y después buscar un desafío nuevo”, aclara.

Futuro
Una de las cosas que lamenta Zelarayán es el apoyo insuficiente de los clubes al Programa de Desarrollo de Jugadores de 14 y 15 años, que abarca a todos los jugadores tucumanos de esa edad.

“Muchos creen que estamos seleccionando, y por eso nos retacean chicos. La idea es simplemente para tener una ficha de todos ellos, con sus datos, peso y medidas, para ver cómo van evolucionando. Nada más. Nadie quiere descubrir un Puma a los 14 años”, enfatiza.

“Por otra parte, en esas prácticas, los chicos de los clubes se van conociendo, y eso ayuda a disminuir el nivel de violencia en los partidos. Es importante que además de jugar, aprendan a ser buenas personas. Un mal tipo te arruina un grupo. Y si Tucumán fue campeón, fue porque nadie se sentía más que nadie”, cerró.

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