Lo asesinó porque no quiso cambiar la música

Rubén Ariel Chilaca Ucachi no sólo era amigo del joven que está acusado de haberlo matado a puñaladas. Además, compartían largas horas de trabajo juntos en diferentes fincas de Lules cada vez que los contrataban para realizar tareas de recolección de frutas y verduras.

El jueves a la noche, se habían juntado a consumir bebidas alcohólicas en la vivienda de Rubén, de 24 años, ubicada en el asentamiento de Mercedes, a la vera de la ruta provincial 301, en Lules.

Llevaban varias horas en estado de ebriedad -según señalaron fuentes policiales- cuando comenzaron a discutir durante la madrugada. Los testigos le contaron a la Policía que la pelea comenzó porque el agresor, de 22 años, quería cambiar la música y el dueño de casa no se lo permitía.

Poco después, la trifulca se trasladó al medio de la calle donde el amigo de Rubén habría extraído un arma blanca y se la habría clavado dos veces en el pecho. En ese momento, los vecinos llamaron alarmados a la Policía.

Detenido

Personal de la comisaría local, a cargo del comisario Walter Ledesma, se trasladó hacia el lugar del hecho y llamó una ambulancia. Sin embargo, los médicos constataron que el joven ya había muerto. Luego intervino personal de Criminalística, Policía Científica y forenses, ya que se ordenó la autopsia del cuerpo.

Mientras trabajan los peritos, los uniformados conversaron con el hermano de la víctima, Franco Chilaca Ucachi, quien confirmó que ambos habían estando bebiendo desde hacía varias horas.

Además -según indicaron las fuentes- Franco señaló que el supuesto autor del crimen es un amigo de la víctima. La Policía aprehendió al presunto homicida y lo puso a disposición de la fiscala Adriana Reinoso Cuello (VI° Nominación), quien decidirá cómo continuará su situación luego de tomarle declaración en su despacho de tribunales.

El alcohol y las drogas

La mayoría de las muertes violentas que se producen en Tucumán son protagonizadas por personas que han consumido alcohol o drogas o ambas cosas. Así lo destacó el jefe de la división Homicidios de la Policía, comisario Marcelo Sallas, en diálogo con LA GACETA. Y estimó que el porcentaje de los crímenes que tienen este origen oscilan entre un 50% y un 60%.

“Ese tipo de hechos generalmente ocurren en zonas de bajos recursos, donde es común el consumo excesivo de alcohol y de drogas”, señaló Sallas. En ese sentido, agregó que los hechos de esta naturaleza suelen comenzar en largas rondas de bebidas, seguidas por discusiones que van subiendo de tono hasta que llegan a agredirse con armas blancas o de fuego.