12 Diciembre 2013
NO DEJARON NADA. La Iglesia le recriminó a la Policía su modo de protesta. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA
Con la calma reestablecida luego de más de 48 horas de miedo y caos en la provincia, la Pastoral Social emitió un comunicado en el que responsabilizó, principalmente, al Gobierno que conduce José Alperovich por los hechos que ocurridos entre el lunes y el martes que dejaron cinco muertos y pérdidas millonarias por los saqueos.
"Lamentablemente una vez más hemos podido apreciar la existencia de dos Argentinas en un mismo país: una que festejaba y bailaba y la otra que gemía y lloraba sus muertos y sus pérdidas", señaló la Iglesia, al tiempo que consideró que la responsabilidad recae sobre toda la sociedad. No obstante, aclaró: "La responsabilidad por lo ocurrido no recae de la misma manera en todos los integrantes de la sociedad. En primer lugar, al ser los gobernantes los primeros promotores del bien común, tienen el máximo de responsabilidad por lo sucedido. No es posible gobernar sólo para el día a día".
La Pastoral Social también cargo tintas sobre los efectivos de la Policía que abandonaron sus puestos de trabajo. "En segundo lugar, las fuerzas policiales deben asumir la enorme y grave responsabilidad que tienen respecto de esta situación. Hasta el más justo de los planteos pierde legitimidad cuando no se realiza por las vías que corresponden. La policía tiene derecho a pedir aumentos de sueldos cuando, como todos saben, los salarios son insuficientes para una vida digna de las personas; y llegado el caso extremo, con todas las instancias previas agotadas, la Policía, como cualquier otro sector trabajador, tiene derecho a la huelga. Pero al mismo tiempo, las fuerzas del orden deben ser conscientes de que su forma de ir a esa huelga no puede ser igual a la de otros trabajadores, porque ellos son responsables del cuidado de la vida y bienes de la sociedad, tarea que debe ser mantenida pese al conflicto salarial.
"Lamentablemente una vez más hemos podido apreciar la existencia de dos Argentinas en un mismo país: una que festejaba y bailaba y la otra que gemía y lloraba sus muertos y sus pérdidas", señaló la Iglesia, al tiempo que consideró que la responsabilidad recae sobre toda la sociedad. No obstante, aclaró: "La responsabilidad por lo ocurrido no recae de la misma manera en todos los integrantes de la sociedad. En primer lugar, al ser los gobernantes los primeros promotores del bien común, tienen el máximo de responsabilidad por lo sucedido. No es posible gobernar sólo para el día a día".
La Pastoral Social también cargo tintas sobre los efectivos de la Policía que abandonaron sus puestos de trabajo. "En segundo lugar, las fuerzas policiales deben asumir la enorme y grave responsabilidad que tienen respecto de esta situación. Hasta el más justo de los planteos pierde legitimidad cuando no se realiza por las vías que corresponden. La policía tiene derecho a pedir aumentos de sueldos cuando, como todos saben, los salarios son insuficientes para una vida digna de las personas; y llegado el caso extremo, con todas las instancias previas agotadas, la Policía, como cualquier otro sector trabajador, tiene derecho a la huelga. Pero al mismo tiempo, las fuerzas del orden deben ser conscientes de que su forma de ir a esa huelga no puede ser igual a la de otros trabajadores, porque ellos son responsables del cuidado de la vida y bienes de la sociedad, tarea que debe ser mantenida pese al conflicto salarial.
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