11 Diciembre 2013
BUENOS AIRES.- Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz y uno de los personajes emblemáticos de la vuelta a la democracia, declinó su participación en la celebración oficial que encabezó la presidenta Cristina Kirchner porque lo invitaron sobre la hora y porque "no estaba de ánimo para festejos".
Además, cuestiono con dureza la protesta de los policías y las consecuencias que tuvo en la población. "No son hechos aislados los intentos de condicionar y someter al poder político, es una tradición histórica de las fuerzas de seguridad y armadas", publicó, en su sitio oficial.
Pérez Esquivel difundió un documento con su firma, titulado "La democracia, la policía y el hambre", donde refiere a los violentos sucesos producidos a lo largo y ancho del país.
"No es azaroso que, cerca de cumplirse los 30 años de democracia, se hayan realizado protestas y sublevaciones policiales simultáneamente en 17 provincias, y que en cada una de ellas se realicen inmediatamente saqueos a los comercios con una logística que no se puede atribuir a la mera espontaneidad".
"La policía a veces deja zonas liberadas para someter al poder político", aseguró el activista, quien caracterizó que los desmanes fueron "orquestados y manipulados".
Si bien consideró que el reclamo salarial era justo, disparó: "No pueden desproteger a la población, esos efectivos deben ser sancionados".
Además, cuestiono con dureza la protesta de los policías y las consecuencias que tuvo en la población. "No son hechos aislados los intentos de condicionar y someter al poder político, es una tradición histórica de las fuerzas de seguridad y armadas", publicó, en su sitio oficial.
Pérez Esquivel difundió un documento con su firma, titulado "La democracia, la policía y el hambre", donde refiere a los violentos sucesos producidos a lo largo y ancho del país.
"No es azaroso que, cerca de cumplirse los 30 años de democracia, se hayan realizado protestas y sublevaciones policiales simultáneamente en 17 provincias, y que en cada una de ellas se realicen inmediatamente saqueos a los comercios con una logística que no se puede atribuir a la mera espontaneidad".
"La policía a veces deja zonas liberadas para someter al poder político", aseguró el activista, quien caracterizó que los desmanes fueron "orquestados y manipulados".
Si bien consideró que el reclamo salarial era justo, disparó: "No pueden desproteger a la población, esos efectivos deben ser sancionados".
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