El calor y el tránsito llegaban a su pico máximo de la jornada a las 12.30 del lunes. En medio de ese pequeño infierno metropolitano, donde los intentos de saqueos eran recién parte de la fantasía del rumor callejero, Guillermo Acosta cambiaba la goma de su auto, pinchada hace minutos. “Estoy a la vuelta, ya llego”, le decía por teléfono al cronista de LG Deportiva que había concretado una entrevista con la figura de Atlético ante Sportivo Belgrano. Con la ayuda de su hermano, pudo reemplazar la cubierta y con la remera transpirada arribó a su edificio, en barrio sur.
La situación tiene ribetes tan normales y típicos que los hinchas de Atlético no se imaginan que le sucede a uno de sus nuevos ídolos, tan simple y tucumano como ellos.
Luego de seis meses en Atlético, Acosta sigue sorprendiéndose por tanta demanda pública de atención. “No es por desmerecer a San Jorge o a Atlético Concepción (sus ex equipos), pero antes no me saludaba nadie. Ahora, si estoy por el centro y voy a tomar un helado me piden muchas fotos. Mi vida cambió”, explica el goleador del ciclo de Diego Erroz con cuatro tantos.
Ya en la cocina comedor de un departamento plagado de los juguetes de Thiago, su hijo, un mandato silencioso obliga a “Bebé” a servir agua y mandar a comprar una gaseosa para servir en la mesa. En la pantalla de la computadora está pausado un video con su gol ante Talleres, el primero que hizo en el “decano”.
Una de las cosas más alabadas en el volante ofensivo es su desfachatez: en pocos años pasó de la Liga o el Argentino B a la B Nacional y la manera en la que encara sus partidos es la misma: esté un equipo de cuarta división o Independiente. “Yo tenía de técnico a Mario Pedraza y él, que me veía condiciones, me dijo una vez: ‘en cualquier cancha tenés que jugar igual’. A ese consejo lo llevo siempre conmigo. Él me dio la chance de debutar”, admitió Acosta.
El consejo, entonces, le sirvió a “Bebé” para sortear las diferencias de categoría. “Por suerte me pude adaptar rápido y me están saliendo bien las cosas. Esto es como un sueño para mí”, jura. El sueño comenzó allá por julio de este año. No bien Mario Leito ganó las elecciones a presidente de Atlético, confirmó a Acosta como el primer refuerzo, con la anuencia de Ricardo Rodríguez, un técnico con el que Acosta admitió tener problemas.
“Diego me dio la oportunidad que no me dio Ricardo. Me sentía presionado jugando con ‘RR’, pero no sólo yo, ¿eh? No me dio muchas chances”, explicó. La presión surgió, según contó, por tener que demostrar más de lo que podía dar durante los pocos partidos en los que le tocó ser titular. “Después del 2-1 a Independiente, en el que creo que jugué bien y todos se dieron cuenta, salí al siguiente partido. Ahí, yo mismo me sentí presionado”. Los cuatro goles que marcó en los seis partidos en los que Erroz lo puso de titular hablan por Acosta, y por cómo se siente ahora. “A Ricardo igual le estoy agradecido; él me llevó a Atlético”, aclara luego.
Un chico tímido
Para las fotos, Guillermo sube a la terraza con Luciana Guzmán, su pareja. Ella ríe cuando le dan indicaciones para posar y así como él se sorprende por el afecto en las calles, ella tampoco se acostumbra a la popularidad de su novio. El que parece tomarlo con más calma aún es Thiago. “Ayer, cuando me hacían las notas y lo tenía al lado mío, ponía la mano cerca de mi boca como si fuera periodista”, confiesa. “Estoy contento”, resume queriendo buscar un sinónimo, pero no lo encuentra ni hace falta. Acosta es feliz.
Los refuerzos, “Pulguita” y el clásico
“La idea es meternos de lleno en la pelea por el ascenso. Vamos a tomar todas las decisiones correctas para volver a Primera”, explica el presidente de Atlético Mario Leito que, al igual que el resto de la comisión directiva y del cuerpo técnico, ya piensan en lo que será 2014. Tras la ida de Maximiliano Barreiro, a quien se le rescindió contrato, ahora resta saber si otro futbolista se irá. “Salvo que alguno reciba un oferta concreta, no creo”, asegura Leito.
Uno de los que puede irse es Luis Rodríguez, aunque todavía no hay nada dicho, así como la futura llegada de refuerzos. Ayer hubo una reunión con Erroz en la que se aprovechó para hablar de esos temas y también sobre el futuro de las inferiores en los torneos de AFA. Atlético, como el resto de los clubes de la B Nacional puede incorporar hasta dos jugadores en este mercado de verano. “Es probable que haga falta un defensor y un volante, pero veremos qué se puede encontrar en el mercado antes de tomar una decisión”, dice Leito, y después agrega: “Se buscarán futbolistas de renombre”.
Si es que se decide incorporar, la idea es que el refuerzo esté a la par del grupo cuando empiece la pretemporada, el 3 de enero, en Salta. El 12, en tanto, se jugará el primer clásico con San Martín. “Las negociaciones ya están muy bien encaminadas”, confió Leito.