06 Diciembre 2013
“Es verdad que mi marido tuvo un ascenso, pero tuvimos siete años de la prensa difamándonos, con las cosas que dice el señor (Alberto) Lebbos de nosotros, de cómo consiguió el trabajo mi hijo. De todo lo que pasamos, creo que el ascenso es el 1%”, dijo ayer Rosa del Valle Cruz, esposa del ex comisario Enrique García, quien está siendo juzgado por la falsificación del acta del hallazgo del cuerpo de Paulina Lebbos, asesinada el 26 de febrero de 2006.
La mujer declaró ayer en el juicio oral y defendió a su marido, a quien definió como un hombre trabajador, dedicado a la Policía. “Por circunstancias de (Héctor) Brito, mi marido ha sido la cara más visible de todo esto. El error de él (por García) es ser honrado, trabajador”, manifestó Cruz.
Brito era jefe de la Regional Norte en marzo de 2006, cuando se produjo el hallazgo del cuerpo de Paulina. García dijo el miércoles, cuando comenzó el juicio, que fue Brito el que falseó el contenido de las actas, consignando que fue la Policía la que halló el cadáver, cuando en realidad habían sido los hermanos Marcelo y Sergio Goitea.
En la semana posterior a que se encontrara el cuerpo, Cruz vio a su marido preocupado, según la declaración que dio ayer. “Me contó que las actas habían sido falsificadas por orden de Brito, y que las presentó en la fiscalía cuando fue citado”, comentó la mujer.
Reunión con Brito
“Cuando nos llegó la noticia de que iba a quedar preso por algo que él estaba sacando a la luz, lo acompañé a hablar con Brito, quien le dijo que él no tenía que haber presentado nada”, contó la esposa de García.
El esposo de Cruz estuvo detenido en abril de 2006. “Fue visitado por (Nicolás) Barrera. Creo que fue a darle un poco de ánimo, porque yo había ido a verlo para pedirle explicaciones”, dijo la mujer. Barrera era subjefe de Policía, y fue detenido la semana pasada junto a Brito, por el presunto encubrimiento del crimen de Paulina.
Cruz afirmó que el caso unió más a su familia ante las difamaciones que, según ella, hicieron los medios de comunicación. Lebbos mencionó en reiteradas oportunidades que a pesar de la acusación por la falsificación de instrumento público, García fue ascendido a jefe de Logística de la Policía.
La mujer declaró ayer en el juicio oral y defendió a su marido, a quien definió como un hombre trabajador, dedicado a la Policía. “Por circunstancias de (Héctor) Brito, mi marido ha sido la cara más visible de todo esto. El error de él (por García) es ser honrado, trabajador”, manifestó Cruz.
Brito era jefe de la Regional Norte en marzo de 2006, cuando se produjo el hallazgo del cuerpo de Paulina. García dijo el miércoles, cuando comenzó el juicio, que fue Brito el que falseó el contenido de las actas, consignando que fue la Policía la que halló el cadáver, cuando en realidad habían sido los hermanos Marcelo y Sergio Goitea.
En la semana posterior a que se encontrara el cuerpo, Cruz vio a su marido preocupado, según la declaración que dio ayer. “Me contó que las actas habían sido falsificadas por orden de Brito, y que las presentó en la fiscalía cuando fue citado”, comentó la mujer.
Reunión con Brito
“Cuando nos llegó la noticia de que iba a quedar preso por algo que él estaba sacando a la luz, lo acompañé a hablar con Brito, quien le dijo que él no tenía que haber presentado nada”, contó la esposa de García.
El esposo de Cruz estuvo detenido en abril de 2006. “Fue visitado por (Nicolás) Barrera. Creo que fue a darle un poco de ánimo, porque yo había ido a verlo para pedirle explicaciones”, dijo la mujer. Barrera era subjefe de Policía, y fue detenido la semana pasada junto a Brito, por el presunto encubrimiento del crimen de Paulina.
Cruz afirmó que el caso unió más a su familia ante las difamaciones que, según ella, hicieron los medios de comunicación. Lebbos mencionó en reiteradas oportunidades que a pesar de la acusación por la falsificación de instrumento público, García fue ascendido a jefe de Logística de la Policía.
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