Robó y saludó a la cámara antes de escapar con el botín

Robó y saludó a la cámara antes de escapar con el botín

El delincuente, que estaba armado, despidió a la víctima con un beso.

QUEDÓ GRABADO. Las cámaras registraron cada movimiento del ladrón. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA QUEDÓ GRABADO. Las cámaras registraron cada movimiento del ladrón. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA
06 Diciembre 2013
Cinthia Medina ya había protagonizado una tapa de LA GACETA el 10 de octubre pasado. En aquella edición describía la violencia del asalto que había sufrido y destacaba que era el número 17 en menos de un año. Hoy vuelve a aparecer en este diario porque esta semana sumó el robo 18 al triste conteo.

La joven es propietaria de los tres drugstores “Stop” que funcionan en la ciudad de Tafí Viejo. Los tres locales están enrejados y cuentan con cámaras de seguridad, pero nada espanta a los ladrones. Y el lunes volvió a ser blanco de la delincuencia.

El hecho ocurrió pasadas las 13 en la sucursal de Constitución e Independencia, que a esa hora era atendido por una empleada de 21 años. “Entró un chico como si nada con un arma en la mano y ni siquiera se tapó la cara con la gorra; mi empleada me dijo que tenía un olor a alcohol impresionante”, contó Cinthia, quien no salía de su sorpresa tras observar las imágenes tomadas por las cámaras de seguridad que están instaladas en el local.

En el video puede verse al ladrón, que vestía una remera roja, con un revólver calibre 38 en la mano. Las imágenes también permiten observar la tranquilidad con la que actuó, pues permaneció varios minutos dentro del comercio y en ningún momento se ocupó de cerrar la puerta para impedir el ingreso de clientes.

“Pasó hasta el depósito que está atrás y revolvió todo”, relató la comerciante. “Abrió la caja -agregó- y sacó todo lo que había pero le pedía más a la empleada”. La víctima intentaba explicarle que no tenía más efectivo y le mostraba las facturas de los pagos que acababa de efectuar a los proveedores. Sin embargo, el individuo no entraba en razón.

“Agarró la cartera de ella donde tenía su plata, su celular, su DNI y una tarjeta de crédito. Después manoteó dos paquetes de cigarrillos y se los llevó”, precisó Cinthia.

Le dio un beso

La comerciante comentó que su empleada intentaba todo el tiempo hacer entrar en razón al delincuente. “Le decía que no sea tonto, que en el local había muchas cámaras y que lo iban a identificar ¿y sabés qué hizo él? Miró a la cámara, saludó sonriente y antes de irse la despidió a la chica con un beso”, relató indignada.

En cuanto el delincuente salió del local, la víctima corrió a buscar al policía que custodiaba esa esquina. Pero no lo encontró. Entonces llamó al 911 y -según dijo Cinthia- le respondieron que el motorista debía estar ahí en ese momento.

Vecinos y comerciantes de la zona advirtieron la desesperación de la joven empleada y se acercaron a ayudarla. “Uno de ellos le contó que lo vio salir al tipo y subirse a una Fiat Duna gris, todo destartalado, donde iban cuatro chicos más tomando vino”, denunció la comerciante.

La propietaria del drugstore dijo que está cansada de hacer denuncias y deambular por las comisarías y los pasillos de tribunales sin que nadie le dé respuestas. “Ya no sé para dónde correr, a quién acudir. Ese día me agarró un ataque de nervios”, recordó. Y volvió a pedir públicamente a la Policía que tome alguna medida para frenar la ola delictiva que los acosa.

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