05 Diciembre 2013
EMOCIONADA. Agustina Villafañe posa junto a Anna Flanagan, una de las más tuiteras (y lindas) del equipo australiano.
A esta altura del torneo ya se puede decir que las “Hockeyroos”, el plantel australiano, se metieron a los tucumanos en el bolsillo. Las chicas no mezquinan sonrisas, ni saludos, ni poses para las fotos, ni autógrafos. Y a eso las fanáticas del hockey lo valoran mucho.
Ayer, durante su día de descanso, decenas de jugadoras adolescentes de distintos clubes y colegios se acercaron hasta el hotel donde se hospedan las australianas. Esperaron largo rato el momento para sacarse fotos con las jugadoras, minutos antes de que partieran al entrenamiento programado. “Nos encantan las australianas. Son simpáticas y hasta responden los tuits”, coincidieron Cecilia Perelmut, Rocío Cativa y Agostina Kancyper, todas del colegio Nueva Concepción.
En otra mesa del bar del Amerian esperaba Agustina Villafañe, de 16 años, jugadora de Uni. Fanática del hockey y ahora también de las “Hockeyroos”. Como regalo de cumpleaños le pidió a su mamá, Patricia Escudero, que le hiciera el aguante. Ella también practica ese deporte y juega en la categoría “mami” hockey del club.
“La verdad es que te enoja que el plantel de tu país no salude y se comporte así”, dijeron Patricia y Agustina. En general, entre las adolescentes la sensación es la misma: Las Leonas las desilusionaron porque no se mostraron amables con el público. Valentina Peralta y Clara Helguera, de Tucumán Rugby, llegaron al hotel y esperaron con paciencia. “En la cancha todas saludan, incluso las holandesas, pero las argentinas nada”, explicaron.
Del equipo de Oceanía, la que más popularidad alcanzó es Anna Flanagan, una morocha de 1,80 metro que parece salida de una revista. Varias chicas le enviaron mensajes por Twitter y ella les respondió. “Yo le hice un collage con sus fotos y ella lo compartió en su Facebook con un ‘Cool, love Tucumán’”, dijo Agostina.
Quince minutos antes de que el ómnibus llegara a buscarlas, las jugadoras salieron para sacarse fotos y firmar autógrafos.
Ayer, durante su día de descanso, decenas de jugadoras adolescentes de distintos clubes y colegios se acercaron hasta el hotel donde se hospedan las australianas. Esperaron largo rato el momento para sacarse fotos con las jugadoras, minutos antes de que partieran al entrenamiento programado. “Nos encantan las australianas. Son simpáticas y hasta responden los tuits”, coincidieron Cecilia Perelmut, Rocío Cativa y Agostina Kancyper, todas del colegio Nueva Concepción.
En otra mesa del bar del Amerian esperaba Agustina Villafañe, de 16 años, jugadora de Uni. Fanática del hockey y ahora también de las “Hockeyroos”. Como regalo de cumpleaños le pidió a su mamá, Patricia Escudero, que le hiciera el aguante. Ella también practica ese deporte y juega en la categoría “mami” hockey del club.
“La verdad es que te enoja que el plantel de tu país no salude y se comporte así”, dijeron Patricia y Agustina. En general, entre las adolescentes la sensación es la misma: Las Leonas las desilusionaron porque no se mostraron amables con el público. Valentina Peralta y Clara Helguera, de Tucumán Rugby, llegaron al hotel y esperaron con paciencia. “En la cancha todas saludan, incluso las holandesas, pero las argentinas nada”, explicaron.
Del equipo de Oceanía, la que más popularidad alcanzó es Anna Flanagan, una morocha de 1,80 metro que parece salida de una revista. Varias chicas le enviaron mensajes por Twitter y ella les respondió. “Yo le hice un collage con sus fotos y ella lo compartió en su Facebook con un ‘Cool, love Tucumán’”, dijo Agostina.
Quince minutos antes de que el ómnibus llegara a buscarlas, las jugadoras salieron para sacarse fotos y firmar autógrafos.
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