Por Marcelo Aguaysol
03 Diciembre 2013
La economía que se viene es de cabotaje y no es de color blue; es del turista doméstico. Ese que no podrá hacer frente al recargo del 35% dispuesto por el Gobierno nacional a partir de la fecha. La decisión adoptada por el Ejecutivo no hace más que acercarse a la nueva cotización oficial, a la que partirá de los $ 8,32, tal como quedará ahora la divisa para turismo. Así, como explicó el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, se busca desalentar la fuga de dólares, pero también continuar con las correcciones al modelo.
Viajar a Brasil, a Punta del Este y hasta Chile puede ser considerado un paquete "premium", como también Miami. Pero, hasta ahora, nadie ha dicho que habrá medidas contundentes contra los especuladores que tratan de hacer su verano en la costa atlántica argentina. Nadie ha frenado los precios ni ha pensado en acuerdos que tiendan a que los argentinos "disfruten" un verdadero descanso tras un año difícil en el que la inflación le ha comido ya el 25% de su poder adquisitivo. Mucho menos se ha visto un operativo que tienda a evitar el crecimiento del mercado paralelo, ese que se fortaleció con el cepo que hoy vuelven a endurecer. Ese al que apelan los argentinos cada vez que quieren cruzar las fronteras. Y no por negocio, sino por necesidad.
Creado a fines de agosto de 2012, el recargo por compras en el exterior era sólo del 15%, por lo que los turistas argentinos consideraban que no era tan oneroso. En marzo pasado, la presidenta Cristina Fernández lo sube al 20%. Y, a partir de hoy, adquirir productos o paquetes turísticos foráneos significará un recargo del 35%.
Si bien la mayoría de los veraneantes deberán cambiar de destino, hubo ganadores: aquellos que compraron paquetes antes de las elecciones del 27 de octubre pasado. Todo el mundo sabía que esto se veía venir y que sólo era cuestión de saber el momento. Los que tenían espalda financiera cancelaron los paquetes "all inclusive". Pero, ¿por qué un Gobierno debe decirnos dónde debemos ir a descansar? ¿Quiénes pueden comprar tal monto de moneda extranjeras y quiénes no? ¿Qué consumir y qué es lo prohibido? ¿Quiénes son los de clase "A", "B" o "C" en el mercado de consumo?
Mientras las reservas del Banco Central, que rondan los U$S 31.000 millones, sigan drenando medidas como el cepo cambiario continuarán profundizándose. Por lo menos, hasta que los agroexportadores liquiden divisas con fuerza, hacia marzo o abril de 2014.
Viajar a Brasil, a Punta del Este y hasta Chile puede ser considerado un paquete "premium", como también Miami. Pero, hasta ahora, nadie ha dicho que habrá medidas contundentes contra los especuladores que tratan de hacer su verano en la costa atlántica argentina. Nadie ha frenado los precios ni ha pensado en acuerdos que tiendan a que los argentinos "disfruten" un verdadero descanso tras un año difícil en el que la inflación le ha comido ya el 25% de su poder adquisitivo. Mucho menos se ha visto un operativo que tienda a evitar el crecimiento del mercado paralelo, ese que se fortaleció con el cepo que hoy vuelven a endurecer. Ese al que apelan los argentinos cada vez que quieren cruzar las fronteras. Y no por negocio, sino por necesidad.
Creado a fines de agosto de 2012, el recargo por compras en el exterior era sólo del 15%, por lo que los turistas argentinos consideraban que no era tan oneroso. En marzo pasado, la presidenta Cristina Fernández lo sube al 20%. Y, a partir de hoy, adquirir productos o paquetes turísticos foráneos significará un recargo del 35%.
Si bien la mayoría de los veraneantes deberán cambiar de destino, hubo ganadores: aquellos que compraron paquetes antes de las elecciones del 27 de octubre pasado. Todo el mundo sabía que esto se veía venir y que sólo era cuestión de saber el momento. Los que tenían espalda financiera cancelaron los paquetes "all inclusive". Pero, ¿por qué un Gobierno debe decirnos dónde debemos ir a descansar? ¿Quiénes pueden comprar tal monto de moneda extranjeras y quiénes no? ¿Qué consumir y qué es lo prohibido? ¿Quiénes son los de clase "A", "B" o "C" en el mercado de consumo?
Mientras las reservas del Banco Central, que rondan los U$S 31.000 millones, sigan drenando medidas como el cepo cambiario continuarán profundizándose. Por lo menos, hasta que los agroexportadores liquiden divisas con fuerza, hacia marzo o abril de 2014.