03 Diciembre 2013
JUNTAS. Mate en mano, "Lucha" se sacó fotos y charló con Marianella, la cumpleañera más feliz. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI
Marianella Contreras cumplió los 15 años el 15 de noviembre, pero su fiesta se realizará el 13 de este mes. Comenzó a jugar al hockey en Estación Experimental, luego pasó por San Martín y por San Lorenzo, de Buenos Aires.
La actual jugadora de Corsarios recibió ayer el mejor regalo de cumpleaños de su vida: la camiseta de Luciana Aymar, la mejor jugadora del mundo. ¿Cómo logró cumplir ese anhelo que todas las fans desean hacer realidad? Simple. Su hermano Rodrigo Contreras, el delantero que juega al fútbol en San Lorenzo, conoce a Mario Galliano, secretario de la Confederación Argentina, y a través de él hizo las gestiones para que su hermana pudiera cumplir su sueño.
Marianella estaba en el hall de hotel aguardando el gran momento. Galliano le presentó a Florencia Habif, otra integrante de Las Leonas que en ese momento pasaba por el lugar y charló un ratito con ella. "Tuve la oportunidad de conocer algunas jugadoras de Las Leonas y estoy más feliz que nunca de que me hayan regalado la camiseta", contó la quinceañera.
Más sorpresas
Pero ese no fue el único regalo que la tucumana recibió. "Mis ídolas 'Lucha' Aymar y Noel Barrionuevo me mandaron saludos en un video para mi cumpleaños. Estoy muy emocionada", agregó.
Ante la consulta de si tuvo la chance de ver los partidos de Las Leonas contó: "no pude porque no tenía las entradas, pero ahora ya las tengo. Don Mario (Galliano) me las regaló y podré ver todos los partidos de aquí hasta el final".
La jugadora de Corsarios dijo además que si bien no fue al estadio en las dos primera jornadas, los partidos de Argentina los vivió por televisión, con muchos nervios pero confiando en el el equipo.
"Es grandioso ver a Las Leonas jugar otra vez en Tucumán -destacó-. Estoy feliz y agradecida a mi hermano por haber hecho esto por mí. Es el mejor regalo que me hicieron en la vida".
Apenas recibió en sus manos la camiseta de "Lucha" Aymar, Marianella se la puso y posó para las fotos como si fuera una modelo profesional, mostrando en la espalda el apellido Aymar, ese que quedará grabado para siempre en su memoria y en su corazón.
La actual jugadora de Corsarios recibió ayer el mejor regalo de cumpleaños de su vida: la camiseta de Luciana Aymar, la mejor jugadora del mundo. ¿Cómo logró cumplir ese anhelo que todas las fans desean hacer realidad? Simple. Su hermano Rodrigo Contreras, el delantero que juega al fútbol en San Lorenzo, conoce a Mario Galliano, secretario de la Confederación Argentina, y a través de él hizo las gestiones para que su hermana pudiera cumplir su sueño.
Marianella estaba en el hall de hotel aguardando el gran momento. Galliano le presentó a Florencia Habif, otra integrante de Las Leonas que en ese momento pasaba por el lugar y charló un ratito con ella. "Tuve la oportunidad de conocer algunas jugadoras de Las Leonas y estoy más feliz que nunca de que me hayan regalado la camiseta", contó la quinceañera.
Más sorpresas
Pero ese no fue el único regalo que la tucumana recibió. "Mis ídolas 'Lucha' Aymar y Noel Barrionuevo me mandaron saludos en un video para mi cumpleaños. Estoy muy emocionada", agregó.
Ante la consulta de si tuvo la chance de ver los partidos de Las Leonas contó: "no pude porque no tenía las entradas, pero ahora ya las tengo. Don Mario (Galliano) me las regaló y podré ver todos los partidos de aquí hasta el final".
La jugadora de Corsarios dijo además que si bien no fue al estadio en las dos primera jornadas, los partidos de Argentina los vivió por televisión, con muchos nervios pero confiando en el el equipo.
"Es grandioso ver a Las Leonas jugar otra vez en Tucumán -destacó-. Estoy feliz y agradecida a mi hermano por haber hecho esto por mí. Es el mejor regalo que me hicieron en la vida".
Apenas recibió en sus manos la camiseta de "Lucha" Aymar, Marianella se la puso y posó para las fotos como si fuera una modelo profesional, mostrando en la espalda el apellido Aymar, ese que quedará grabado para siempre en su memoria y en su corazón.