03 Diciembre 2013
Arriba: el equipo de Holanda junto al dueño de la cancha de fútbol 5.
Durante los partidos en las fotos salen siempre, pero ¿quién les conoce la cara? Son las arqueras de Holanda y el uniforme que visten en la cancha, como a cualquier goalkeeper del sintético, les complica la fama. Por eso Joyce Sombroek y Larissa Meijer aprovechan el día de descanso como ninguna otra jugadora. Sin máscaras ni guantes protectores pueden posar tranquilas para las fotos. Y ellas gozan el doble.
"La gente acá es muy fanática. Si salimos a la calle nos piden fotos y nos van conociendo. En cambio, allá sólo nos pasa en los clubes de hockey", explican, chochas con esta estadía lejos de casa.
El día libre arrancó con el grupo unido. Salieron del hotel y caminaron hasta una cancha de fútbol 5, escenario para la distensión. Hubo muchas risas, bromas y un par de pelotazos. Y calor, como es costumbre en estos días.
"Definitivamente estamos pasando un buen momento. Nos divertimos, a todas nos gusta el fútbol. Nos dividimos y jugamos Amsterdam contra el sur, que en Holanda son contrincantes", destaca la arquera titular. ¿Y quién ganó? "Mi equipo (el sur) y yo metí dos goles, ja", se alegra Joyce por su cambio de rol. "Es que no soy una arquera de fútbol", aclara.
La previa al duelo matutino con Corea del Sur (hoy las 9) empezó el mismo domingo, luego del triunfo sobre Inglaterra. "Fuimos a comer asado, muy rico el lomo", celebraron las chicas casi a coro. "Habíamos comido mucho ese día entonces todas pidieron ensalada, pero después trajeron esa carne y... nos encantó", recalcan, ya fanas del asado argentino.
Para Joyce es la tercera visita al país, pero Larissa llegó por primera vez. "La verdad es que nos encanta estar acá, es una cultura muy diferente a la de Holanda. Es lindo ver al público, que también es diferente al de allá. Aquí alientan y cantan mucho, aplauden y son muy pasionales. Allá también disfrutan nuestro juego y se visten todos de naranja. Es lindo verlos, pero son mas callados, gritan sólo una vez. En cambio acá están 'Argentina Argentina' todo el tiempo, así que es lindo ver eso", apunta Larissa.
Las chicas mantienen el perfil bajo cuando hablan de su gran equipo, el único que en lo que va de la Liga ganó dos partidos. "Pero todos los rivales son buenos y cualquiera puede ganar", afirman. Pero a ese triunfo bien holandés del domingo, 3-2 sobre las inglesas, casi sobre la chicharra, saben explicarlo. "Merecíamos ganar. Nunca estamos vencidas hasta que estamos realmente vencidas, entonces por eso podemos dar vuelta un resultado al final, como pasó contra Inglaterra", explica Joyce. Un plus único.
Mas visitas y una deuda
A la concentración no la pierden jamás, pero eso no les impidió aprovechar el día libre y pensar en los que vienen. Además de fútbol ayer hubo shopping y una sesión de películas a la noche.
Mientras se pueda (porque lo más importante para ellas sigue siendo el torneo) las arqueras avisan que seguirán conociendo la ciudad. "Nos encantaría", se sincera Joyce. "Si no, seguiremos con nuestros juegos de mesa y las cartas, jugando al donkey (burro) ja", cuenta Larissa. Ese entretenimiento es igual al tan tucumano "chancho va" (los jugadores deben encontrar los cuatro palos de un mismo número y el primero en lograrlo debe apoyar la mano en el centro gritando chancho, o en el caso de las holandesas, donkey).
Se acerca la hora de almorzar, de seguir descansando, de pensar en las coreanas y de volver a ganar. La partida de chancho/donkey quedó pendiente. Por la tarde fue tiempo de mirar vidrieras y de mantener el contacto con los tucumanos. Ellas lo disfrutan.
"La gente acá es muy fanática. Si salimos a la calle nos piden fotos y nos van conociendo. En cambio, allá sólo nos pasa en los clubes de hockey", explican, chochas con esta estadía lejos de casa.
El día libre arrancó con el grupo unido. Salieron del hotel y caminaron hasta una cancha de fútbol 5, escenario para la distensión. Hubo muchas risas, bromas y un par de pelotazos. Y calor, como es costumbre en estos días.
"Definitivamente estamos pasando un buen momento. Nos divertimos, a todas nos gusta el fútbol. Nos dividimos y jugamos Amsterdam contra el sur, que en Holanda son contrincantes", destaca la arquera titular. ¿Y quién ganó? "Mi equipo (el sur) y yo metí dos goles, ja", se alegra Joyce por su cambio de rol. "Es que no soy una arquera de fútbol", aclara.
La previa al duelo matutino con Corea del Sur (hoy las 9) empezó el mismo domingo, luego del triunfo sobre Inglaterra. "Fuimos a comer asado, muy rico el lomo", celebraron las chicas casi a coro. "Habíamos comido mucho ese día entonces todas pidieron ensalada, pero después trajeron esa carne y... nos encantó", recalcan, ya fanas del asado argentino.
Para Joyce es la tercera visita al país, pero Larissa llegó por primera vez. "La verdad es que nos encanta estar acá, es una cultura muy diferente a la de Holanda. Es lindo ver al público, que también es diferente al de allá. Aquí alientan y cantan mucho, aplauden y son muy pasionales. Allá también disfrutan nuestro juego y se visten todos de naranja. Es lindo verlos, pero son mas callados, gritan sólo una vez. En cambio acá están 'Argentina Argentina' todo el tiempo, así que es lindo ver eso", apunta Larissa.
Las chicas mantienen el perfil bajo cuando hablan de su gran equipo, el único que en lo que va de la Liga ganó dos partidos. "Pero todos los rivales son buenos y cualquiera puede ganar", afirman. Pero a ese triunfo bien holandés del domingo, 3-2 sobre las inglesas, casi sobre la chicharra, saben explicarlo. "Merecíamos ganar. Nunca estamos vencidas hasta que estamos realmente vencidas, entonces por eso podemos dar vuelta un resultado al final, como pasó contra Inglaterra", explica Joyce. Un plus único.
Mas visitas y una deuda
A la concentración no la pierden jamás, pero eso no les impidió aprovechar el día libre y pensar en los que vienen. Además de fútbol ayer hubo shopping y una sesión de películas a la noche.
Mientras se pueda (porque lo más importante para ellas sigue siendo el torneo) las arqueras avisan que seguirán conociendo la ciudad. "Nos encantaría", se sincera Joyce. "Si no, seguiremos con nuestros juegos de mesa y las cartas, jugando al donkey (burro) ja", cuenta Larissa. Ese entretenimiento es igual al tan tucumano "chancho va" (los jugadores deben encontrar los cuatro palos de un mismo número y el primero en lograrlo debe apoyar la mano en el centro gritando chancho, o en el caso de las holandesas, donkey).
Se acerca la hora de almorzar, de seguir descansando, de pensar en las coreanas y de volver a ganar. La partida de chancho/donkey quedó pendiente. Por la tarde fue tiempo de mirar vidrieras y de mantener el contacto con los tucumanos. Ellas lo disfrutan.
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