Nicolás Leiva unió la poesía con la defensa ambiental

Para Nicolás Leiva, esas montañas a las que supo arrancarles todos los secretos que pudo, eran su "techo abierto". Fundador y director del parque Biológico Sierras de San Javier de la UNT, defensor del medio ambiente, inquieto investigador de la geología y la toponimia regional, el "Cholo", como le decían los amigos, falleció el lunes a los 83 años en Tucumán. Fue enterrado en Catamarca, de donde eran oriundos sus padres. Preocupado por la vulnerabilidad del ecosistema, a esa preocupación la volcó en su poética. Precisamente, el autor de "Antología poética" y del poemario "Energía", dijo en 1984: "no he asumido la poesía como un oficio, sino que la utilizo para transmitir que hay algo más allá de los umbrales que nos hemos fabricado artificialmente, alguien o algo que nos trascienda". Parte de una generación de artistas comprometidos con la cosa pública, fue un visionario defensor de las bondades de San Javier como reservorio de biodiversidad. En 2003 había impulsado ante la Unesco la declaración de ese parque como patrimonio de la Humanidad.