26 Noviembre 2013
Josep Guardiola neutraliza los rivales con los que se enfrenta su Bayern Múnich, pero descubrió uno nuevo fuera de la cancha y dentro de su propio vestuario: un "topo" que filtra información confidencial del equipo a la prensa alemana. No es una sospecha, sino una certeza: el DT es consciente de que alguien del vestuario va pasando detalles de las conversaciones tácticas que mantienen, especialmente al diario sensacionalista "Bild", el más vendido en toda Europa.
El periódico publicó que Guardiola condenó severamente las filtraciones en la charla que dio a sus jugadores antes del partido que el Bayern ganó 3-0 el sábado en la cancha del Borussia Dortmund. "Sea quien sea, rodarán cabezas. Voy a echarlo. No va a volver a jugar nunca más conmigo", citó el diario. El técnico admitió estar molesto con las filtraciones, pero negó estar "furioso" u "obsesionado" por encontrarlo.
El DT avisó a sus jugadores que apartaría a cualquiera que perjudicara al equipo. Sin embargo, Guardiola basó su discurso en razonar con sus hombres que cualquier filtración "debilita al Bayern como equipo" y que se debe extremar la prudencia por interés propio.
Asumida la realidad de las indiscreciones en un equipo que es líder invicto en la Bundesliga y en su grupo de la Liga de Campeones, también el club se esforzó por rebajar la agitación mediática en torno al "topo". "No vamos a exagerar con este tema", aseguró el director de comunicación del club, Markus Hörwick.
Guardiola relativizará la cuestión cuando le pregunten al respecto en rueda de prensa en Moscú, donde su equipo enfrentará mañana a CSKA Moscú la quinta jornada de la Liga de Campeones. Al fin y al cabo, el ex jugador y ex técnico de Barcelona sabe que en España y en otros países hay filtraciones del vestuario.
Lo que es totalmente nuevo para Guardiola es el entorno mediático del Bayern. Tras cinco meses en Múnich, el entrenador observa que en Alemania no existe la presión de cinco diarios deportivos como los que hay en España ni tantos programas deportivos de radio. Sin embargo, sí hay diarios sensacionalistas muy potentes como el "Bild". Vende 2,6 millones de ejemplares al día, se sabe poderoso no sólo entre los clubes deportivos, sino entre las más altas esferas políticas. Sus informaciones precipitaron incluso la dimisión del presidente federal alemán Christian Wulff en 2012.
No es de extrañar que deportistas y clubes de Alemania tengan una actitud más bien complaciente con medios como "Bild", donde el mismo Franz Beckenbauer, presidente honorífico del Bayern, escribe regularmente una columna de opinión.
El periódico publicó que Guardiola condenó severamente las filtraciones en la charla que dio a sus jugadores antes del partido que el Bayern ganó 3-0 el sábado en la cancha del Borussia Dortmund. "Sea quien sea, rodarán cabezas. Voy a echarlo. No va a volver a jugar nunca más conmigo", citó el diario. El técnico admitió estar molesto con las filtraciones, pero negó estar "furioso" u "obsesionado" por encontrarlo.
El DT avisó a sus jugadores que apartaría a cualquiera que perjudicara al equipo. Sin embargo, Guardiola basó su discurso en razonar con sus hombres que cualquier filtración "debilita al Bayern como equipo" y que se debe extremar la prudencia por interés propio.
Asumida la realidad de las indiscreciones en un equipo que es líder invicto en la Bundesliga y en su grupo de la Liga de Campeones, también el club se esforzó por rebajar la agitación mediática en torno al "topo". "No vamos a exagerar con este tema", aseguró el director de comunicación del club, Markus Hörwick.
Guardiola relativizará la cuestión cuando le pregunten al respecto en rueda de prensa en Moscú, donde su equipo enfrentará mañana a CSKA Moscú la quinta jornada de la Liga de Campeones. Al fin y al cabo, el ex jugador y ex técnico de Barcelona sabe que en España y en otros países hay filtraciones del vestuario.
Lo que es totalmente nuevo para Guardiola es el entorno mediático del Bayern. Tras cinco meses en Múnich, el entrenador observa que en Alemania no existe la presión de cinco diarios deportivos como los que hay en España ni tantos programas deportivos de radio. Sin embargo, sí hay diarios sensacionalistas muy potentes como el "Bild". Vende 2,6 millones de ejemplares al día, se sabe poderoso no sólo entre los clubes deportivos, sino entre las más altas esferas políticas. Sus informaciones precipitaron incluso la dimisión del presidente federal alemán Christian Wulff en 2012.
No es de extrañar que deportistas y clubes de Alemania tengan una actitud más bien complaciente con medios como "Bild", donde el mismo Franz Beckenbauer, presidente honorífico del Bayern, escribe regularmente una columna de opinión.
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