26 Noviembre 2013
"La Rubia" era la única que no había abandonado su casa. La mujer de 34 años era buscada por el homicidio del pequeño Alexis Gabriel Rojas, que murió el sábado luego de haber recibido un disparo en el rostro cuando viajaba junto a su padre y a un primo en un carro, en Banda del Río Salí. La sospechosa fue detenida.
Ayer a la madrugada, policías de la división Homicidios, a cargo de los comisarios Marcelo Sallas y Antonio Quinteros, realizaron allanamientos en las casas de los seis sospechosos que se movilizaban en tres motos, y quienes habrían efectuado los disparos.
De acuerdo a la información brindada por fuentes policiales, los supuestos agresores viven a unos 100 metros de la familia de la víctima, y mantendrían desde hace años una vieja disputa. Según la Policía, las diferencias estarían vinculadas con el negocio de la droga en el barrio San Antonio del Bajo, de Banda del Río Salí.
Deshabitadas
En la casa de cinco de los seis sospechosos no había nadie cuando se realizaron los allanamientos. No sólo no estaban los acusados, sino que también se había marchado el resto de sus familiares.
"La Rubia", en cambio, tuvo que quedarse porque tiene tres hijos menores de edad (de 11, siete y cuatro años). Los pequeños quedaron a cargo de la madre y de la hermana de la detenida.
La fuente policial consultada comentó que "La Rubia" habría admitido haber estado arriba de una de las tres motos que atacaron al niño. Sin embargo, negó haber sido la autora de los disparos.
Cuando comenzó la investigación, a cargo del fiscal de Instrucción de la IV° Nominación Diego López Ávila, solamente habían podido acceder a los apodos de los sospechosos, brindados por los familiares de las víctimas.
Ahora la Policía ya cuenta con los nombres y apellidos de los otros sospechosos, y se espera atraparlos en las próximas horas.
El temor de los investigadores es que se desate una ola de violencia, ya que los familiares de la víctima habrían amenazado con vengarse. Los involucrados ya habrían tenido enfrentamientos en otras oportunidades, y hubo denuncias cruzadas por amenazas de muerte y agresiones. "Es un problema que va a traer sus consecuencias", manifestó una fuente policial que conoce la zona.
Ante esto, la división Homicidios solicitó que se destinen más policías para el barrio. El fiscal avanzará con los pedidos de allanamientos para que los sospechosos sean detenidos, tratando de cerrar el círculo de violencia.
Ayer a la madrugada, policías de la división Homicidios, a cargo de los comisarios Marcelo Sallas y Antonio Quinteros, realizaron allanamientos en las casas de los seis sospechosos que se movilizaban en tres motos, y quienes habrían efectuado los disparos.
De acuerdo a la información brindada por fuentes policiales, los supuestos agresores viven a unos 100 metros de la familia de la víctima, y mantendrían desde hace años una vieja disputa. Según la Policía, las diferencias estarían vinculadas con el negocio de la droga en el barrio San Antonio del Bajo, de Banda del Río Salí.
Deshabitadas
En la casa de cinco de los seis sospechosos no había nadie cuando se realizaron los allanamientos. No sólo no estaban los acusados, sino que también se había marchado el resto de sus familiares.
"La Rubia", en cambio, tuvo que quedarse porque tiene tres hijos menores de edad (de 11, siete y cuatro años). Los pequeños quedaron a cargo de la madre y de la hermana de la detenida.
La fuente policial consultada comentó que "La Rubia" habría admitido haber estado arriba de una de las tres motos que atacaron al niño. Sin embargo, negó haber sido la autora de los disparos.
Cuando comenzó la investigación, a cargo del fiscal de Instrucción de la IV° Nominación Diego López Ávila, solamente habían podido acceder a los apodos de los sospechosos, brindados por los familiares de las víctimas.
Ahora la Policía ya cuenta con los nombres y apellidos de los otros sospechosos, y se espera atraparlos en las próximas horas.
El temor de los investigadores es que se desate una ola de violencia, ya que los familiares de la víctima habrían amenazado con vengarse. Los involucrados ya habrían tenido enfrentamientos en otras oportunidades, y hubo denuncias cruzadas por amenazas de muerte y agresiones. "Es un problema que va a traer sus consecuencias", manifestó una fuente policial que conoce la zona.
Ante esto, la división Homicidios solicitó que se destinen más policías para el barrio. El fiscal avanzará con los pedidos de allanamientos para que los sospechosos sean detenidos, tratando de cerrar el círculo de violencia.
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