25 Noviembre 2013
EN LOS 70. Una de las formaciones de Genesis, con un joven Phill Collins. FOTO TOMADA DE KANDAKA.COM
El ex cantante y baterista de la banda de rock progresivo Genesis, Phil Collins, insinuó la posibilidad de un reencuentro de la mítica agrupación británica, que se encuentra inactiva y cuya última reunión fue en 2007, y de paso una posible gira del conjunto por Sudámerica y Australia.
"Todo es posible. Quizá nos vayamos de gira por Australia y América del Sur. Nunca estuvimos allí", dijo el músico de 62 años en declaraciones publicadas hoy por el periódico alemán Bild am Sonntag, que reprodujo El-nacional.com.
Eso sí, el artista no clarificó si dicha reunión sería similar a la que la banda realizó en hace seis años, cuando volvió al ruedo pero sin sus miembros más emblemáticos, como el cantante Peter Gabriel o el guitarrista Steve Hackett. En ese entonces, el conjunto tocó con su alineación de comienzos de los noventa, con Collins a la cabeza, acompañado de Tony Banks, Mike Rutherford, Daryl Stuermer y Chester Thompson. Además, el responsable de "Against all odds" también dijo tener ganas de volver al escenario en solitario, especialmente después de haber grabado temas nuevos que en un principio no estaban pensados para el público. "Pero ahora estoy considerando volver a hacer un par de shows", declaró.
El músico británico radicado en Suiza se retiró hace dos años de los escenarios para dedicarse a sus hijos, nacidos en 2001 y 2004. Pero el plan no resultó porque su ex mujer Orianne Cevey se volvió a casar y se los llevó a Miami. "Cuando se fueron no supe qué hacer con mi vida", remarcó el músico.
Genesis, banda de la que Collins fue vocalista y baterista, fue una de las agrupaciones más importantes del rock progresivo en la década de los '70, con una propuesta grandilocuente y tetral, responsabilidad de su otrora líder y cantante Peter Gabriel. Con él como cerebro, el grupo publicó discos claves en el género como Selling England By The Pound (1973) o The Lamb Lies Down on Broadway (1974).
Tras la salida de Gabriel del conjunto a fines de los setenta, fue Collins el encargado de llevar la batuta en la agrupación, la que poco a poco comenzó a tomar un sonido más comercial y cercano al pop, lo que se materializó en trabajos como Invisible Touch (1986) o We Can't Dance (1991).
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