La violencia de género, flagelo de la sociedad

La violencia de género, flagelo de la sociedad

25 Noviembre 2013
Aunque con menos frecuencia, aún se sigue escuchando que ellas representan el sexo débil. Y es posible que sea por ello que el hombre apela al maltrato de la mujer, al golpe y a veces puede llegar la muerte. Durante siglos este sometimiento brutal fue aceptado como algo natural. Y pese a que los tiempos han cambiado en muchos sentidos para bien, esta actitud hostil persiste. En 1993, la Asamblea General de las Naciones Unidas había afirmado que la violencia contra la mujer constituía una violación de los derechos humanos y de las libertades; que se necesitaba una clara y exhaustiva definición de la violencia contra la mujer, así como un compromiso de los Estados y de la comunidad internacional en general para erradicarla.

En diciembre de 1999, la 54ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Resolución 54/134 en la que declaró el 25 de noviembre Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en homenaje a las tres hermanas Mirabal, brutalmente asesinadas en la República Dominicana por su activismo político en 1960. Conocidas como las "mariposas inolvidables", se convirtieron en el máximo exponente de la crisis de violencia contra la mujer en América Latina. "La violencia de género es quizás la más vergonzosa violación de los derechos humanos. Mientras continúe, no podemos afirmar que estemos logrando progresos reales hacia la igualdad, el desarrollo y la paz", dijo Kofi Annan, secretario general de las Naciones Unidas entre 1997 y 2006.

En junio pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que más de un tercio de todas las mujeres en el mundo eran víctimas de violencia física o sexual, lo que suponía un problema de salud global de proporciones epidémicas.

El documento "Estimaciones mundiales y regionales de la violencia contra la mujer: prevalencia y efectos de la violencia conyugal y de la violencia sexual no conyugal en la salud", dado a conocer en esa oportunidad, indicaba que alrededor del 35% de las mujeres experimentan hechos de violencia, ya sea en la pareja o fuera de ella en algún momento de su vida y señalaba que la agresión de pareja era el tipo más común de violencia contra la mujer; afectaba al 30% de las mujeres en todo el mundo. El informe decía que la mayoría de las mujeres eran atacadas o sometidas a abusos por sus maridos, parejas o novios, y los problemas de salud habituales que sufren incluyen huesos rotos, heridas, complicaciones del embarazo, depresión y otras enfermedades mentales.

Según el Observatorio de Femicidios de la ONG "Adriana Marisel Zambrano", en la Argentina muere una mujer por día por la violencia. "El fin de las violaciones de los derechos humanos de las mujeres es un imperativo moral y un compromiso que todas y todos debemos enfrentar juntos. La unión de esfuerzos para acabar con la violencia es responsabilidad de todos. Gobiernos, empresas privadas, grupos de la sociedad civil, comunidades y ciudadanos pueden dar contribuciones esenciales", dijo en una ocasión la ex presidenta chilena, Michelle Bachelet.

Vivimos en una sociedad cada vez más individualista, agresiva y obcecada. Se trata de una cuestión cultural que sólo puede cambiarse con la educación. Si educamos a los niños en el camino de la paz, el diálogo y la tolerancia, es posible que las próximas generaciones respeten a la mujer, que es quien nos trae a la vida.

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