25 Noviembre 2013
EL MEJOR DE TODOS. Sebastian Vettel alcanzó su triunfo N° 13 en el año, con lo que igualó la marca de Schumacher.
La posibilidad de que el alemán Sebastian Vettel (Red Bull) no lograse la victoria del Gran Premio de Brasil, la última fecha de la temporada 2013 de la F-1, duró solo una vuelta. En el arranque de la carrera de Interlagos, su compatriota Nico Rosberg (Mercedes) lo superó y se colocó al frente el pelotón. Pero Vettel, que partió desde la pole por 45ª ocasión, no tardó demasiado en superarlo: cuando se cumplía la primera vuelta superó fácilmente a su rival al llegar a la primera curva.
Como sucedió en la segunda mitad del torneo, una vez adelante Vettel hizo lo que quiso con sus oponentes y los apabulló con un ritmo que le permitió ganar con absoluta comodidad. De esta manera, el piloto de Heppenheim cerró un 2013 brillante que incluyó su cuarto cetro consecutivo y dos récords
Por un lado logró 13 victorias en un mismo ejercicio, igualando lo realizado por su compatriota Michael Schumacher en 2004. Y por el otro, sus nueve últimos éxitos fueron de manera consecutiva, algo que jamás había sucedido en la historia de la "máxima" (la mejor racha fueron las siete carreras ganadas por el italiano Alberto Ascari entre los certámenes de 1952 y 1953).
Con Vettel consolidado en el primer puesto sin importar las condiciones climáticas (el gran premio arrancó con pista seca y tuvo pista mojada desde su ecuador debido a una lluvia intermitentemente), lo más entretenido ocurrió atrás. Hubo mucha pelea por los restantes escalones del podio entre el australiano Mark Webber (Red Bull), segundo en su despedida en la categoría y el español Fernando Alonso (Ferrari), que llegó tercero después de darse el gusto de ser escolta del ganador durante algunas vueltas.
Otros dos protagonistas de la prueba, pero que por penalizaciones no llegaron adelante, fueron el brasileño Felipe Massa (Ferrari), cuarto hasta que debió cumplir con el drive-through por pisar la línea blanca al ingreso de los pits en su primera detención; y el inglés Lewis Hamilton (Mercedes), que había heredado ese puesto y luego tuvo una sanción similar por tocar al finlandés Valtteri Bottas (Williams). Finalmente, Massa terminó séptimo; mientras que Hamilton arribó noveno.
Tal vez el único momento de zozobra se vivió en la vuelta 47, de las 71 pactadas, cuando Vettel y Webber entraron al mismo tiempo a los boxes. Eso obligó al aussie a esperar unos segundos hasta que su coequiper, al que demoraron más de la cuenta en colocarle sus neumáticos porque se habían olvidado uno en el garage, le dejó el lugar para cumplir con el trámite.
Fue una carrera que estuvo plagada de despedidas. Webber se retiró de la especialidad para dedicarse a las competencias de endurance junto a Porsche; mientras que Massa terminó su ciclo en Ferrari tras ocho años y ya está pensando en su 2014 con el equipo de Sir Frank Williams. Hasta fue la última vez que se escuchó el sonido de los motores V8, que el año próximo serán reemplazados por los V6 con turbo.
Claro que también fue una competencia en la que Vettel demostró su talento y capacidad, los mismos que ya le aseguraron un lugar en la historia del automovilismo mundial.
Como sucedió en la segunda mitad del torneo, una vez adelante Vettel hizo lo que quiso con sus oponentes y los apabulló con un ritmo que le permitió ganar con absoluta comodidad. De esta manera, el piloto de Heppenheim cerró un 2013 brillante que incluyó su cuarto cetro consecutivo y dos récords
Por un lado logró 13 victorias en un mismo ejercicio, igualando lo realizado por su compatriota Michael Schumacher en 2004. Y por el otro, sus nueve últimos éxitos fueron de manera consecutiva, algo que jamás había sucedido en la historia de la "máxima" (la mejor racha fueron las siete carreras ganadas por el italiano Alberto Ascari entre los certámenes de 1952 y 1953).
Con Vettel consolidado en el primer puesto sin importar las condiciones climáticas (el gran premio arrancó con pista seca y tuvo pista mojada desde su ecuador debido a una lluvia intermitentemente), lo más entretenido ocurrió atrás. Hubo mucha pelea por los restantes escalones del podio entre el australiano Mark Webber (Red Bull), segundo en su despedida en la categoría y el español Fernando Alonso (Ferrari), que llegó tercero después de darse el gusto de ser escolta del ganador durante algunas vueltas.
Otros dos protagonistas de la prueba, pero que por penalizaciones no llegaron adelante, fueron el brasileño Felipe Massa (Ferrari), cuarto hasta que debió cumplir con el drive-through por pisar la línea blanca al ingreso de los pits en su primera detención; y el inglés Lewis Hamilton (Mercedes), que había heredado ese puesto y luego tuvo una sanción similar por tocar al finlandés Valtteri Bottas (Williams). Finalmente, Massa terminó séptimo; mientras que Hamilton arribó noveno.
Tal vez el único momento de zozobra se vivió en la vuelta 47, de las 71 pactadas, cuando Vettel y Webber entraron al mismo tiempo a los boxes. Eso obligó al aussie a esperar unos segundos hasta que su coequiper, al que demoraron más de la cuenta en colocarle sus neumáticos porque se habían olvidado uno en el garage, le dejó el lugar para cumplir con el trámite.
Fue una carrera que estuvo plagada de despedidas. Webber se retiró de la especialidad para dedicarse a las competencias de endurance junto a Porsche; mientras que Massa terminó su ciclo en Ferrari tras ocho años y ya está pensando en su 2014 con el equipo de Sir Frank Williams. Hasta fue la última vez que se escuchó el sonido de los motores V8, que el año próximo serán reemplazados por los V6 con turbo.
Claro que también fue una competencia en la que Vettel demostró su talento y capacidad, los mismos que ya le aseguraron un lugar en la historia del automovilismo mundial.
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