24 Noviembre 2013
SALUDO. El canciller iraní Mohammad Javad Zarif estrecha la mano del secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, luego de la firma para la suspensión temporal del programa nuclear irani. (Télam)
GINEBRA, Suiza.- Visiblemente satisfechos, los cancilleres de las seis principales potencias del mundo e Irán celebraron hoy la firma de un acuerdo que compromete a Teherán a suspender por seis meses su programa nuclear a cambio de ver reducidas las sanciones internacionales que asfixian su economía. El acuerdo fue suscripto por los secretarios de Estado de Estados Unidos, Francia, Rusia, Francia, Alemania y China.
"Por primera vez en casi una década, frenamos el avance del programa nuclear iraní", celebró el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, mientras que su par iraní Hasan Rohani consideró que el "logro central es que el derecho a enriquecer (uranio) en suelo iraní fue reconocido por las naciones".
Pese a que no todos los gobiernos firmantes coincidieron en las interpretaciones del acuerdo sellado en Ginebra, Suiza, apenas minutos antes de la medianoche de ayer, los principales puntos del texto son claros.
Irán aceptó diluir todas sus reservas de uranio enriquecido al 20% y suspender el enriquecimiento de uranio superior al 5%, lo que garantizaría que la República Islámica no podrá avanzar en un supuesto programa nuclear militar, ya que un arma nuclear requiere uranio enriquecido a más del 90%.
Además, Teherán se comprometió a no poner en funcionamiento nuevas centrifugadoras, las máquinas que le permiten convertir su uranio concentrado en combustible nuclear. No obstante, podrá mantener funcionando sus dos actuales instalaciones, informó la agencia de noticias EFE.
A cambio, el texto acordado en Ginebra compromete a las potencias a no imponer nuevas sanciones a Irán, permitir la venta de crudo a los clientes actuales al nivel actual y repatria más de 4.000 millones de dólares obtenidos de la venta de petróleo que actualmente están congelados en cuentas extranjeras.
También se levantan las sanciones sobre las exportaciones de productos petroquímicos, oro, metales preciosos y la industria automovilística, y se permite la importación de repuestos de aviación.
Por último, los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad -Estados Unidos, China, Rusia, Francia y Reino Unido- y Alemania abrirán un "canal humanitario" para la entrada de alimentos, productos agrícolas, medicinas, equipos médicos y para el pago de estudios en el extranjero.
Estos cambios darán sin duda un respiro a la deteriorada economía del país persa, que sufre una inflación del 40%, un desempleo superior al 20% y tiene al sector privado funcionando a la mitad de su potencial.
El texto firmado en Ginebra aspira a crear un clima de confianza durante los próximos meses que permita continuar negociando hasta sellar un acuerdo final, que termine con las sospechas de las potencias sobre el programa nuclear iraní y garantice la reinserción de Teherán al sistema financiero y económico mundial.
Ni bien se conoció el contenido del acuerdo, Obama advirtió que si Irán no cumple "completamente" sus compromisos durante esta primera fase, Estados Unidos volverá a imponer todo el espectro de sanciones que rigieron durante los últimos años.
El mandatario también justificó a sus aliados que cuestionaron muy duramente el acuerdo, principalmente el gobierno de Israel, al afirmar que "tienen buenas razones para ser escépticos sobre las intenciones de Irán".
"Error histórico"
En su habitual intervención pública antes de los debates a puerta cerrada del Consejo de Ministros, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aseguró que "lo que se acordó en Ginebra no es un acuerdo histórico sino un error histórico" porque "por primera vez" el mundo "acepta el enriquecimiento de uranio en Irán".
Netanayhu, quien en los últimos días presionó personalmente a los cancilleres de las potencias para evitar que sellaran un acuerdo con Irán, sostuvo que la única forma de alcanzar una solución pacífica con Teherán es manteniendo las sanciones, que desde hace años estrangulan su economía.
Pero la voz de Tel Aviv fue la excepción y no la regla hoy.
Todos los que participaron de las negociaciones en Ginebra celebraron el acuerdo y se mostraron optimistas de que su implementación permita continuar negociando una resolución final.
"Estamos preparados para cooperar con el mundo para eliminar por completo todas las dudas y ambigüedades existentes", prometió el presidente iraní, quien además recibió la felicitación pública del máximo líder de su país, el ayatollah Ali Jamenei, y su bendición para contiuar negociando.
Por su parte, el gobierno ruso de Vladimir Putin aseguró en un comunicado oficial que el acuerdo representa una "ganancia para todos" y se congratuló porque "a fin de cuentas prevaleció el sentido común".
Francia y el Reino Unido también compartieron el optimismo de Moscú.
El mandatario francés y una de las voces más duras contra Irán Europa, Francois Hollande, sostuvo hoy que el acuerdo es un "paso importante en la buena dirección", en tanto que el canciller británico, William Hague, dijo que "demuestra que es posible trabajar con Irán".
El próximo paso que deberán tomar las potencias e Irán es crear una comisión conjunta, que será la encargada de verificar la implementación de todos los puntos del acuerdo. (Télam)
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