Mientras en los talleres ferroviarios de Tafí Viejo continúan los
cortocircuitos entre el jefe de la planta Oscar Guzmán y un grupo de
trabajadores, que piden su renuncia, el interventor del Belgrano Cargas y
Logística, Marcelo Bosch, lo ratificó en el cargo. "Quienes piden que
se vaya fueron los mismos que hace unos meses me solicitaron que sea él
quien esté al frente", sostuvo el funcionario a LA GACETA.
El conflicto se inició hace un mes cuando se comenzó a construir en
el predio de 22 hectáreas una cerca perimetral para reducir a cinco el
espacio de trabajo de los 112 obreros. Desde ese momento se inició un
fuerte contrapunto que se tradujo en el quite de colaboración de un
grupo de obreros, que contó con el apoyo del intendente taficeño Javier
Pucharras, quien se sumó a los cuestionamientos a Guzmán.
"El cercamiento es el mismo que se hizo en los otros seis talleres
que dependen de nuestra administración, no entiendo la oposición, sólo
buscamos resguardar el material ferroviario que está en pleno proceso de
reequipamiento", expresó Bosch.
En relación a la presencia del intendente taficeño en el conflicto, el funcionario manifestó:
"Debe
entender que no es él quien decide sobre el futuro de los talleres
porque ya forman parte de una estrategia integral. Estamos agradecidos
por todo el apoyo que dio cuando aún no se había creado el Belgrano
Cargas y Logística, que fue en julio de este año, porque eso posibilitó
que se administraran fondos para la puesta a punto de la planta",
sostuvo Bosch.
Consultado sobre los problemas internos, el funcionario fue más allá
al afirmar: "No puedo dejarme extorsionar por cuestiones menores, la
gente debe ir a trabajar y colaborar; cortocircuitos habrá siempre pero
eso no detendrá la decisión de la presidenta Cristina Fernández de
Kirchner de reactivar esa emblemática planta, considerada por nosotros
como la más importante del norte argentino".
En relación a las gestiones que habría realizado Pucharras para que
se le conceda una audiencia junto a voceros de los obreros ferroviarios
taficeños, Bosch sostuvo que efectivamente dialogó por teléfono con el
jefe comunal taficeño, a quien le expresó que la reunión podría
concretarse sólo con su presencia, sin que hubiera empleados. "Hasta
ahora no nos encontramos, pero no por una cuestión mía, depende de
Pucharras", dijo.
"Bosch no entiende nada"
Pucharras recordó que él estuvo de acuerdo con la designación de Guzmán al frente de la planta, puesto que había sido el fruto de un acuerdo con una treintena de obreros que lo conocían. "Me acercaron su nombre, lo elevamos al Gobierno de la provincia y este, a su vez, lo consensuó con la Nación. Luego Guzmán se olvidó de esos acuerdos y comenzó a manejar a los talleres de modo personalista pero yo di un paso al costado porque lo único que me interesaba era que funcionaran", sostuvo.
El jefe comunal señaló que se inmiscuyó nuevamente en cuestiones ferroviarias cuando se agudizó el conflicto entre un grupo de trabajadores y el jefe. "Hace dos semanas me hablaron, los escuché y medié, frente a las acusaciones de amenazas de despidos, maltrato y desmanejo. Fue entonces que hablé con el propio Bosch, quien había accedido a escuchar este último martes a los empleados", dijo.
Según Pucharras, cuando ya estaba en Buenos Aires con una comisión, se le comunicó que el funcionario nacional iba a recibir sólo a él, sin los ferroviarios. "Rechacé esa opción porque creo que Bosch es el que no entiende nada. No pretendo manejar los talleres, sólo mediar para que la planta funcione porque la mitad de los empleados, al menos, tienen profundas diferencias con Guzmán, quien llegó ahí como resultado de un acuerdo político, del que ahora reniega", expresó.