20 Noviembre 2013
CIRCO ROMANO. Los barras de Unión, trepados al alambrado, se burlaron de su archienemigo y también cargaron contra sus propios jugadores, en un episodio que tuvo parado el partido durante 14 minutos.
SANTA FE (Marcelo Androetto, especial para LG Deportiva).- Colón está en caída libre y Unión parece querer seguirle el ritmo. De otra cosa no se habla en esta Santa Fe tan húmeda y apasionada como siempre. El papelón de la jornada del lunes estuvo a cargo del "sabalero". Ayer, algunos de los barras del "tatengue" no quisieron ser menos y tuvieron parado el partido durante 14 minutos por las burlas hacia su máximo rival y las miserias propias de su equipo, en un "show" que incluyó un alambrado roto y bengalas de colores.
La no presentación de los jugadores "sabaleros" ante Rafaela, la eventual quita de puntos, la renuncia del presidente Germán Lerche y los incidentes entre hinchas y policías en la tarde del lunes generó en la barra brava de Unión una necesidad imperiosa de burlarse y supo descargarla en su cancha, de la peor manera.
"Yo te vi abandonar" y "el que abandona no tiene premio" fueron dos de las banderas que se podían ver en el alambrado que promediando el segundo tiempo romperían entre cinco y seis chicos de 15 años, justo después del gol de Guillermo Acosta. Los fuegos artificiales tampoco faltarían a la cita y obligaron a Ariel Suárez a parar el partido durante casi 15 minutos. Las bengalas iban directo al cuerpo de los policías mientras los cánticos contra Colón, no cesaban.
La dirigencia local, según comentaban en los pasillos del estadio 15 de abril, sospechaba que podía pasar algo así pero no pudieron frenarlo. El resto del estadio reprobó con cánticos lo que hacían sus propios barras. "Pagá la cuota", les pedían irónicamente en una canción, además de otras un poco más subidas de tono, también. Pero no solo eran las cargadas a Colón lo que estaba en juego.
El momento de Unión (hasta ahí perdía 0-1) también influyó y en la semana hubo señales. Los jugadores fueron recibidos con insultos y amenazas cuando regresaron de Mar del Plata, la semana pasada, tras caer ante Aldosivi.
Y si los "tatengues" se burlaban, los del "sabalero" sufrían en una ciudad que amaneció con pintadas contra sus dirigentes y jugadores. En la previa del partido de Atlético, y por el semblante de cada uno, casi que se podían identificar los hinchas a primera vista y sin verle la camiseta. "Míreme la cara, claro que soy de Colón. Es el peor momento de nuestra historia", dijo Vicente, un mozo entrado en años que atiende las mesas del restaurante del Círculo Italiano.
"No me sorprende, nunca me gustó Lerche", agrega. El ahora ex presidente es el blanco preferido de los que tienen el corazón pintado de "rojinegro". Sebastián, el quiosquero de la terminal de ómnibus, opinó: "Al menos se tendría que haber presentado la cuarta". El dolor de los hinchas de Colón por eso fue directamente proporcional al goce de los de Unión, en un fútbol en el que se disfruta más la desgracia ajena que los triunfos propios.
La no presentación de los jugadores "sabaleros" ante Rafaela, la eventual quita de puntos, la renuncia del presidente Germán Lerche y los incidentes entre hinchas y policías en la tarde del lunes generó en la barra brava de Unión una necesidad imperiosa de burlarse y supo descargarla en su cancha, de la peor manera.
"Yo te vi abandonar" y "el que abandona no tiene premio" fueron dos de las banderas que se podían ver en el alambrado que promediando el segundo tiempo romperían entre cinco y seis chicos de 15 años, justo después del gol de Guillermo Acosta. Los fuegos artificiales tampoco faltarían a la cita y obligaron a Ariel Suárez a parar el partido durante casi 15 minutos. Las bengalas iban directo al cuerpo de los policías mientras los cánticos contra Colón, no cesaban.
La dirigencia local, según comentaban en los pasillos del estadio 15 de abril, sospechaba que podía pasar algo así pero no pudieron frenarlo. El resto del estadio reprobó con cánticos lo que hacían sus propios barras. "Pagá la cuota", les pedían irónicamente en una canción, además de otras un poco más subidas de tono, también. Pero no solo eran las cargadas a Colón lo que estaba en juego.
El momento de Unión (hasta ahí perdía 0-1) también influyó y en la semana hubo señales. Los jugadores fueron recibidos con insultos y amenazas cuando regresaron de Mar del Plata, la semana pasada, tras caer ante Aldosivi.
Y si los "tatengues" se burlaban, los del "sabalero" sufrían en una ciudad que amaneció con pintadas contra sus dirigentes y jugadores. En la previa del partido de Atlético, y por el semblante de cada uno, casi que se podían identificar los hinchas a primera vista y sin verle la camiseta. "Míreme la cara, claro que soy de Colón. Es el peor momento de nuestra historia", dijo Vicente, un mozo entrado en años que atiende las mesas del restaurante del Círculo Italiano.
"No me sorprende, nunca me gustó Lerche", agrega. El ahora ex presidente es el blanco preferido de los que tienen el corazón pintado de "rojinegro". Sebastián, el quiosquero de la terminal de ómnibus, opinó: "Al menos se tendría que haber presentado la cuarta". El dolor de los hinchas de Colón por eso fue directamente proporcional al goce de los de Unión, en un fútbol en el que se disfruta más la desgracia ajena que los triunfos propios.