Ambulantes acordaron con el Ejecutivo seguir en el centro hasta el 6 de enero
El arreglo entre el Ejecutivo y el gremio dejó sin efecto un operativo policial que estaba previsto para hoy. Los vendedores ofrecerán sus productos hasta Reyes y luego se trasladarán a un predio. Se propuso un edificio en el microcentro
Los vendedores ambulantes permanecerán en el microcentro hasta el 6 de enero. Al día siguiente, las calles de la principal zona comercial de la capital provincial amanecerán sin mesas ni manteles. Así lo estableció el acuerdo que el Gobierno y los representantes de las trabajadores informales cerraron ayer, tras varias semanas de negociación y trabas por marcados intereses políticos. El compromiso a partir de ahora es gestionar y acondicionar un inmueble que funcionará como un centro de compras, para albergar a 300 puesteros identificados.
Los comerciantes propusieron ayer un nuevo predio, ubicado en calle Buenos Aires, primera cuadra, luego de rechazar la reubicación del Predio Ferial, en un primero momento, y la ex estación de ferrocarril El Provincial. El Gobierno destinaría fondos a los propios vendedores para que logren poner a punto la estructura edilicia.
El Gobierno ha flexibilizado así su postura con el acuerdo y extenderá hasta la celebración de Reyes el traslado de los puesteros, cumpliendo con un fallo judicial de 2006 que ordenó al Estado, incluyendo a la intendencia capitalina, la erradicación de la venta informal en la vía pública. El secretario de la Gobernación, Oscar Bercovich, representante del Poder Ejecutivo en la mesa de diálogo con los comerciantes, remarcó que el Gobierno "ha escuchado el pedido (de permanecer hasta enero), en la base del diálogo y el consenso y en función de la medida judicial".
"Es una de las pocas veces en las que los vendedores ambulantes firmaron un acta compromiso. En ese sentido, nos han pedido un poco más de tiempo y el Gobierno ha accedido", añadió. Bercovich aclaró, además, que actuó por fuera de una interna política.
La semana pasada, los ambulantes habían dado marcha atrás en el momento en que hubo principio de acuerdo en la negociación, al rechazar el traslado a un nuevo espacio. En el medio de la discusión se hizo referencia a una influencia política. "Junto con los compañeros, no tomamos una decisión acertada la semana pasada, lo reconocemos, por cosas que ya quedaron atrás. No quiero volver al pasado (a la discusión), debemos mirar al futuro. Tenemos un gran compromiso ahora. Desde mañana (por hoy) comenzaremos a trabajar para buscar un predio en el microcentro. Mis compañeros me habían solicitado trabajar hasta enero (como condición) y luego buscar un lugar. Lo hemos conseguido", expresó Claudio Robledo, dirigente del sindicato de los vendedores ambulantes (Sivara), luego del encuentro.
El arreglo dejó sin efecto, además, el operativo de desalojo en el centro de la ciudad que se iba a concretar hoy a primera hora, a cargo de la Policía local. La medida había sido analizada en la mañana, definida en reuniones de autoridades de la fuerza de seguridad y desde la llegada del gobernador José Alperovich de sus minivacaciones. Robledo dijo que conocía esa información. "Si no firmábamos el acuerdo, mañana iba a entrar la gente de la (Policía) Federal, Gendarmería, Rentas, la Policía y la municipalidad. Lo sabíamos antes de venir al encuentro de hoy", agregó el dirigente.
Desde ahora habrá un reordenamiento en el microcentro, informaron.
ANALISIS
Otro golpe al comercio legal
Federico Türpe - LA GACETA
El gobernador José Alperovich sumó ayer un nuevo fracaso a su extenso currículo de derrotas ante el comercio ilegal. A toda orquesta viene anunciando desde hace una década que ordenará el microcentro de la capital, cada vez que los comerciantes -a los que asfixia impositivamente- ponen el grito en el cielo a través de la Federación Económica. Alperovich utiliza a los explotados ambulantes, que no son más que las víctimas de un sistema perverso, como pretexto para mantener el statu quo de los peces gordos que están detrás de este millonario negocio de la evasión y el contrabando. Ningún organismo del Estado mueve un dedo para investigar a los mayoristas que controlan la venta callejera, aunque sí son implacables con el trabajador que se desangra para estar al día. Esta nueva promesa en vano sólo fue una demostración de poder y un mensaje político para el intendente Domingo Amaya. Pese a los anuncios, la realidad muestra que en estos diez años el gobernador no sólo ha promovido la venta callejera (Persia, ex Terminal, avenida Sáenz Peña, microcentro) sino que ha demostrado que los índices oficiales de desempleo no son ciertos.