19 Noviembre 2013
Disfrazados de enfermeros, asaltaron a un motociclista para huir en el rodado luego de haber robado un local comercial. Horas más tarde, uno de los dos delincuentes llegó al hospital con una herida de bala y quedó detenido, mientras la Policía busca a su cómplice.
Todo ocurrió a plena luz del día, el miércoles, en calle Belgrano al 100 de la ciudad de Lules. Según informó la Policía, eran las 11.40 cuando Débora Natalia Garay, de 29 años, vio llegar a su local de venta de ropa a dos enfermeros. Pero los supuestos clientes no tardaron en sacar un arma de fuego para reducirla. La víctima declaró en la comisaría local que los asaltantes la obligaron a entrar a uno de los probadores, donde le ataron los pies y las manos con precintos. Después se alzaron con una notebook y más de $ 4.000 en efectivo.
Conformes con el botín, salieron del comercio caminando como si nada hubiera pasado. Lo que no imaginaron es que la mujer tardaría tan poco tiempo en desatarse y correr hacia la calle para pedir auxilio a gritos. Desesperados por escapar, los falsos enfermeros apuntaron con el arma a Ramón Antonio Ledesma, de 61 años, lo empujaron y le quitaron su motocicleta para concretar la fuga.
Personas que se encontraban en el lugar al momento del hecho le comentaron a la Policía que dos motociclistas salieron en persecución de los delincuentes. Sin embargo, ninguna de ellas pudo aportar las identidades ni mayores datos acerca de esos individuos. Sólo precisaron que huyeron hacia el Este.
Los uniformados, al mando del comisario Walter Esteban Ledesma, implementaron un operativo cerrojo por la zona de la ruta provincial 321, que une a Lules con la autopista de la ruta 38. Mientras circulaban por esa vía, un automovilista les comunicó que acababa de ver una motocicleta negra tirada al costado de la carretera y que vio cuando sus ocupantes se internaban en medio de los pastizales.
Baleado
Con ese dato, los policías recorrieron cada rincón hasta llegar a las márgenes del río Lules. Pero no pudieron dar con los individuos. Al regresar a la comisaría, recibieron la llamada telefónica de una persona que aseguraba haber visto a un hombre herido en el empalme de la ruta 321 y autopista. Entonces los uniformados regresaron a ese lugar, donde un vendedor de frutillas confirmó el rumor y agregó que, como el herido era enfermero, un motociclista que pasaba por la zona lo auxilió.
Recién a las 14 recibieron un llamado del destacamento policial del hospital Padilla para informar que había ingresado un hombre de 29 años con una herida de bala en el muslo izquierdo. La descripción de la vestimenta del paciente coincidía con la aportada por los testigos de los dos robos que habían cometido los delincuentes a la mañana, por lo que el sospechoso quedó aprehendido en el hospital con una guardia policial.
Cuando se le comunicó el hecho al fiscal Diego López Ávila, este ordenó que sea presentado en tribunales en cuanto reciba el alta. También pidió la intervención de la división Criminalística y de Laboratorio para analizar las manchas de sangre halladas en el asiento de la moto. El jueves lo llevaron a declarar y la Justicia ordenó que quedara detenido en la comisaría de Lules, donde aún permanece privado de la libertad. Respecto a su cómplice, la Policía trabaja en su búsqueda.
Todo ocurrió a plena luz del día, el miércoles, en calle Belgrano al 100 de la ciudad de Lules. Según informó la Policía, eran las 11.40 cuando Débora Natalia Garay, de 29 años, vio llegar a su local de venta de ropa a dos enfermeros. Pero los supuestos clientes no tardaron en sacar un arma de fuego para reducirla. La víctima declaró en la comisaría local que los asaltantes la obligaron a entrar a uno de los probadores, donde le ataron los pies y las manos con precintos. Después se alzaron con una notebook y más de $ 4.000 en efectivo.
Conformes con el botín, salieron del comercio caminando como si nada hubiera pasado. Lo que no imaginaron es que la mujer tardaría tan poco tiempo en desatarse y correr hacia la calle para pedir auxilio a gritos. Desesperados por escapar, los falsos enfermeros apuntaron con el arma a Ramón Antonio Ledesma, de 61 años, lo empujaron y le quitaron su motocicleta para concretar la fuga.
Personas que se encontraban en el lugar al momento del hecho le comentaron a la Policía que dos motociclistas salieron en persecución de los delincuentes. Sin embargo, ninguna de ellas pudo aportar las identidades ni mayores datos acerca de esos individuos. Sólo precisaron que huyeron hacia el Este.
Los uniformados, al mando del comisario Walter Esteban Ledesma, implementaron un operativo cerrojo por la zona de la ruta provincial 321, que une a Lules con la autopista de la ruta 38. Mientras circulaban por esa vía, un automovilista les comunicó que acababa de ver una motocicleta negra tirada al costado de la carretera y que vio cuando sus ocupantes se internaban en medio de los pastizales.
Baleado
Con ese dato, los policías recorrieron cada rincón hasta llegar a las márgenes del río Lules. Pero no pudieron dar con los individuos. Al regresar a la comisaría, recibieron la llamada telefónica de una persona que aseguraba haber visto a un hombre herido en el empalme de la ruta 321 y autopista. Entonces los uniformados regresaron a ese lugar, donde un vendedor de frutillas confirmó el rumor y agregó que, como el herido era enfermero, un motociclista que pasaba por la zona lo auxilió.
Recién a las 14 recibieron un llamado del destacamento policial del hospital Padilla para informar que había ingresado un hombre de 29 años con una herida de bala en el muslo izquierdo. La descripción de la vestimenta del paciente coincidía con la aportada por los testigos de los dos robos que habían cometido los delincuentes a la mañana, por lo que el sospechoso quedó aprehendido en el hospital con una guardia policial.
Cuando se le comunicó el hecho al fiscal Diego López Ávila, este ordenó que sea presentado en tribunales en cuanto reciba el alta. También pidió la intervención de la división Criminalística y de Laboratorio para analizar las manchas de sangre halladas en el asiento de la moto. El jueves lo llevaron a declarar y la Justicia ordenó que quedara detenido en la comisaría de Lules, donde aún permanece privado de la libertad. Respecto a su cómplice, la Policía trabaja en su búsqueda.