19 Noviembre 2013
INCOMUNICADOS. Si cada joven está con sus audífonos, se aísla del resto de sus amigos. FOTOS DE LOS ALUMNOS DEL COLEGIO NACIONAL BARTOLOME MITRE
-¿Che que hacemos después?
- (silencio)
- Eh dale, ¿Qué vamos a hacer después?
- (se retira los auriculares) ¡Ah!, no te oí…
Escenas similares se repiten a diario, por el uso excesivo de audífonos a alto volumen, creando muchas veces situaciones de molestia al no ser uno oído, ya sea por distracción o pérdida de audición, ingresando así a un área de problemas sociales y médicos.
Este mismo se encuentra en manos de muchas personas, la gran mayoría jóvenes, en donde recae una gran desinformación acerca del daño que pueden ocasionar, si no son usados correctamente. Así, muchos a pesar de ser conscientes del daño, no le brindan la atención que se merece, aumentando la cantidad de personas que podrían terminar con problemas auditivos a una temprana edad, o acelerar faltas auditivas que llegan con la edad avanzada.
Se realizó una estadística y estos fueron los resultados:
En los jóvenes en general, un 95% usa este aparato y un 83% lo usa sin tener conciencia del daño que produce usándolo al máximo del volumen.
Una cifra alarmante es que el 42% de la gente joven está consciente del daño que produce y un 58% no sabe. Es preocupante la desinformación por parte de esta minoría.
Una buena noticia es que hoy en día se implementó una "nueva moda": los jóvenes prefieren los audífonos de gran tamaño al típico auricular pequeño. Las razones son variadas: algunos sabiendo que estos tipos de audífonos grandes son buenos para la salud auditiva; otros por comodidad, pero aun así no es una buena señal. Los daños se producen a largo plazo y son irreversibles. Lo alarmante es que el paciente con problemas de este tipo no es frecuente que se presente en un consultorio médico, y si se presenta es por otros motivos auditivos. Es raro que se presenten por hipoacusia, ya que solo podemos ver años más adelante las consecuencias de esta problemática, pero no deja de ser importante. Un consejo que nos brindó la doctora es que, si usamos este aparato, tratemos de utilizar los audífonos grandes, ya que el sonido no es tan directo al oído como lo es el audífono pequeño tradicional. También en el tema social, los audífonos aíslan a las personas, cosa que también es una gravedad con respecto del tema.
En conclusión, usar este aparato con prudencia no trae ninguna consecuencia, pero el mal uso o el abuso de estos traen graves consecuencias a largo plazo y lo peor es que seremos testigos de esto mucho más adelante, o sea, el problema existe, pero aún estamos ciegos a sus consecuencias.
La palabra de un especialista
Es un problema a tener en cuenta. Por eso consultamos a la doctora María José Corteceli, residente de Otorrinolaringología del hospital Ángel C. Padilla, que nos informó en detalle:
-"El problema se produce por el excesivo tiempo de uso y el uso en corto tiempo, pero en volúmenes altos. Al enviar el sonido de forma intensa, como usan los chicos actualmente, si puede producir daños auditivos. Lo cual produce trauma acústico, daño que se produce en el oído interno por un período corto de exposición a ruidos intenso, o sea, es un daño repentino al oído y muchos chicos sufren de esta "hipoacusia", o un daño a nivel del oído interno. Afectando las células ciliadas del oído interno y las van dañando, esto puedo producir una daño en un plazo más corto del que se esperaría que aparezca en edades adultas.
- (silencio)
- Eh dale, ¿Qué vamos a hacer después?
- (se retira los auriculares) ¡Ah!, no te oí…
Escenas similares se repiten a diario, por el uso excesivo de audífonos a alto volumen, creando muchas veces situaciones de molestia al no ser uno oído, ya sea por distracción o pérdida de audición, ingresando así a un área de problemas sociales y médicos.
Este mismo se encuentra en manos de muchas personas, la gran mayoría jóvenes, en donde recae una gran desinformación acerca del daño que pueden ocasionar, si no son usados correctamente. Así, muchos a pesar de ser conscientes del daño, no le brindan la atención que se merece, aumentando la cantidad de personas que podrían terminar con problemas auditivos a una temprana edad, o acelerar faltas auditivas que llegan con la edad avanzada.
Se realizó una estadística y estos fueron los resultados:
En los jóvenes en general, un 95% usa este aparato y un 83% lo usa sin tener conciencia del daño que produce usándolo al máximo del volumen.
Una cifra alarmante es que el 42% de la gente joven está consciente del daño que produce y un 58% no sabe. Es preocupante la desinformación por parte de esta minoría.
Una buena noticia es que hoy en día se implementó una "nueva moda": los jóvenes prefieren los audífonos de gran tamaño al típico auricular pequeño. Las razones son variadas: algunos sabiendo que estos tipos de audífonos grandes son buenos para la salud auditiva; otros por comodidad, pero aun así no es una buena señal. Los daños se producen a largo plazo y son irreversibles. Lo alarmante es que el paciente con problemas de este tipo no es frecuente que se presente en un consultorio médico, y si se presenta es por otros motivos auditivos. Es raro que se presenten por hipoacusia, ya que solo podemos ver años más adelante las consecuencias de esta problemática, pero no deja de ser importante. Un consejo que nos brindó la doctora es que, si usamos este aparato, tratemos de utilizar los audífonos grandes, ya que el sonido no es tan directo al oído como lo es el audífono pequeño tradicional. También en el tema social, los audífonos aíslan a las personas, cosa que también es una gravedad con respecto del tema.
En conclusión, usar este aparato con prudencia no trae ninguna consecuencia, pero el mal uso o el abuso de estos traen graves consecuencias a largo plazo y lo peor es que seremos testigos de esto mucho más adelante, o sea, el problema existe, pero aún estamos ciegos a sus consecuencias.
La palabra de un especialista
Es un problema a tener en cuenta. Por eso consultamos a la doctora María José Corteceli, residente de Otorrinolaringología del hospital Ángel C. Padilla, que nos informó en detalle:
-"El problema se produce por el excesivo tiempo de uso y el uso en corto tiempo, pero en volúmenes altos. Al enviar el sonido de forma intensa, como usan los chicos actualmente, si puede producir daños auditivos. Lo cual produce trauma acústico, daño que se produce en el oído interno por un período corto de exposición a ruidos intenso, o sea, es un daño repentino al oído y muchos chicos sufren de esta "hipoacusia", o un daño a nivel del oído interno. Afectando las células ciliadas del oído interno y las van dañando, esto puedo producir una daño en un plazo más corto del que se esperaría que aparezca en edades adultas.
Temas
Tucumán
Lo más popular