19 Noviembre 2013
NO ES LO SUYO. Erroz es uno en la cancha y otro en las entrevistas. "Si pudiera pasar desapercibido lo haría. Me da vergüenza todo esto", afirmó. FOTO DE INÉS QUINTEROS ORIO
Confiesa que cuando se despidió siendo futbolista de Atlético, una parte de su ser quedó en Tucumán. Incluso, estando lejos del Monumental, Diego Erroz nunca dejó de estar al tanto de la vida deportiva e institucional del "decano". Como si su historia se tratase de una premonición, Erroz sabía que algún día iba a regresar.
No sabía cuando ni como. Hasta que un día recibió un llamado y el ofrecimiento del cargo de manager. Jura que no dudó un instante y eso se lo debe a la gran familia que tiene. "A Julieta, mi esposa, y a mis hijas, Guadalupe y Guillermina. Ellas son excepcionales", lo dice a corazón abierto el DT interino de un "decano" que bajo su mandato no conoce lo que es perder (un empate y un triunfo), y que mañana, si le va bien contra Unión, puede que tenga al mismo entrenador de hoy, pero ya confirmado en el cargo y no como un guerrillero de reserva.
Igual, en el medio lo sacuden emociones alternas a Erroz. "Tuvimos la suerte de que nos vaya bien; la gente que subió conmigo tiene unas ganas bárbaras y está ante una oportunidad muy importante, pero también es complicado el tema de no desviarnos del objetivo que nos habíamos planteado. No está sólido todavía lo de las inferiores", explica como molesto el ex volante central. "Vos me conocés y sabés que no ando con vuelta", le dirá rato después al cronista de LG Deportiva. Esa frase apunta a los cambios realizados en el 11 ideal, pero también sirve como ejemplo de que a Erroz le cuesta dejar cabos sueltos. Y uno de ellos es el plan del semillero del club. Hay soluciones, por supuesto. "Somos como cinco o seis, y si sumáramos tres o cuatro más podríamos repartir el juego", confiesa ya sobre el final. Pero como esto es una regresión que va de principio a fin y de fin a principio, Erroz tiene mucho que decir. "Ahora probamos el dulce y es difícil estar frío a la hora de decidir qué hacer. Estoy tranquilo porque le estoy dando la tranquilidad a la dirigencia para elegir bien", aclara sobre su posición actual como adiestrador.
Y si bien uno lo imagina disfrutando el momento con los suyos, sus tres amores están en Rosario. "En parte dejé de jugar al fútbol por eso, por la estabilidad de mi familia. Siempre dije que si algún día volvía a irme de Rosario sería por Atlético. Y acá estoy". El orgullo con el que el pelilargo habla del "decano" es único. "Soy un soldado de este club, de Atlético, y me debo a ello; estaré donde me necesiten".
Haber probado el dulce del fútbol profesional no le nubla la vista a Diego. Ya lo dijo él mismo. Si hay que volver a la función por la que se lo contrató, todo bien, aunque...
"Y, viste, ya no sé que quiero, ja. A ver, cuando me fui del club mantuve charlas de que hacía falta esto, un manager. A nosotros, en nuestra época nos faltaba, sobre todo en inferiores. Había varios escalones de diferencia entre los juveniles y el plantel superior. En el fútbol profesional es muy difícil ir a la guerra con chicos", analiza el DT.
Surge una insinuación de que hubo traición, aunque nunca el ex cuerpo técnico haya nombrado esa palabra. Por las dudas, Erroz aclara el panorama. "No, yo no traicioné a nadie. Se habrá referido a otra persona. No me gusta hablar de las cosas que fueron, pero acá el 'Negro' (Rodríguez) tuvo todo el apoyo de mi parte y de la dirigencia. Fue muy evidente la banca que tuvo. No se fue por los resultados". Y si de aguante se trata, Erroz no pide prensa ni felicitaciones por jugársela con los juveniles Valdez y Ontivero. "No fue jugármela. Cuando asumí, dije que va a jugar el que mejor esté. El técnico de la inferiores es una accesorio. El chico juega bien porque depende pura y exclusivamente de él mismo. Ningún jugador debuta por un DT. El técnico asume la responsabilidad de ponerlo, porque se lo gana uno mismo". Y así como no se agranda, tampoco negocia el ritmo que le exige a diario a sus jugadores. La Intensidad es el padre nuestro de cada día. "Desde mi visión, es la forma de jugar al fútbol ahora. Si no estaría jugando yo, al trote".
El "vos me conocés" hace acto de presencia, viene a colación de los profesionales que perdieron terreno con los juveniles. "Ellos entendieron y se están matando para ganarse un lugar. Los que mejor estén, jugarán. No miro de la raya apara afuera".
Varios pasos adelantado a los hechos, Erroz anticipa el duelo con el "tatengue". "Respetamos mucho a Unión porque tiene grandes jugadores. Juegan muy parecido a lo que nosotros buscamos. Ellos van y van, y nosotros también vamos a ir. Y bueno, será palo y palo. Trataremos de imponer lo nuestro". Como si sus deseos se mezclaran, Erroz reconoce que toma su interinato como tal, sin embargo, el inconsciente lo traiciona. "Tomo esto como que en algún momento llegará el técnico y yo volveré a mi función", razona, aunque cuando se le menciona que si no pierde, sus chances de quedarse son gigantes, se sincera. "Y bueno... vamos día a día. Trataremos de hacer lo mejor para el club. Si hoy nos sentamos y creemos que lo mejor es que yo vuelva a inferiores, 10 puntos, esperaremos otra oportunidad".
Viejo amante de las cábalas, se asume hoy como la contracara de su etapa de futbolista. "Llegó un momento en que te cansás", explica segundos después de que LG Deportiva le recuerda que viene utilizando la misma camisa en los dos partidos que jugó. "Es la única que tengo, ja. Y la tengo porque mi señora me obligó a traerla. La camisa va a seguir estando, pero esto es trabajo. Si nosotros y los chicos no nos matamos, nada sirve de nada".
Candidato y herido, el mejor rival "decano"
Atlético visitará a Unión en Santa Fe, a las 20.30, intentando conseguir una victoria frente a uno de los candidatos al ascenso. La buena noticia para el equipo de Diego Erroz es el flojo nivel que viene mostrando su par, dirigido por Facundo Sava.
En el último partido jugado de local, el "tatengue" empató con Boca Unidos pero la nota fue que, además de anotarlos, recibió cuatro goles. La fecha pasada, sirvió para empeorar su momento, perdiendo con uno de los peores equipos del torneo: Aldosivi.
Para colmo, el equipo recibió la visita de un grupo de barras a la vuelta del viaje y los presionó para que consigan una victoria. "No tenemos que fijarnos en temas extra futbolísticos pero por experiencia sé que ese tipo de presiones es muy mala", confesó Nicolás Romat quien hoy volverá a la titularidad luego de una lesión.
No sabía cuando ni como. Hasta que un día recibió un llamado y el ofrecimiento del cargo de manager. Jura que no dudó un instante y eso se lo debe a la gran familia que tiene. "A Julieta, mi esposa, y a mis hijas, Guadalupe y Guillermina. Ellas son excepcionales", lo dice a corazón abierto el DT interino de un "decano" que bajo su mandato no conoce lo que es perder (un empate y un triunfo), y que mañana, si le va bien contra Unión, puede que tenga al mismo entrenador de hoy, pero ya confirmado en el cargo y no como un guerrillero de reserva.
Igual, en el medio lo sacuden emociones alternas a Erroz. "Tuvimos la suerte de que nos vaya bien; la gente que subió conmigo tiene unas ganas bárbaras y está ante una oportunidad muy importante, pero también es complicado el tema de no desviarnos del objetivo que nos habíamos planteado. No está sólido todavía lo de las inferiores", explica como molesto el ex volante central. "Vos me conocés y sabés que no ando con vuelta", le dirá rato después al cronista de LG Deportiva. Esa frase apunta a los cambios realizados en el 11 ideal, pero también sirve como ejemplo de que a Erroz le cuesta dejar cabos sueltos. Y uno de ellos es el plan del semillero del club. Hay soluciones, por supuesto. "Somos como cinco o seis, y si sumáramos tres o cuatro más podríamos repartir el juego", confiesa ya sobre el final. Pero como esto es una regresión que va de principio a fin y de fin a principio, Erroz tiene mucho que decir. "Ahora probamos el dulce y es difícil estar frío a la hora de decidir qué hacer. Estoy tranquilo porque le estoy dando la tranquilidad a la dirigencia para elegir bien", aclara sobre su posición actual como adiestrador.
Y si bien uno lo imagina disfrutando el momento con los suyos, sus tres amores están en Rosario. "En parte dejé de jugar al fútbol por eso, por la estabilidad de mi familia. Siempre dije que si algún día volvía a irme de Rosario sería por Atlético. Y acá estoy". El orgullo con el que el pelilargo habla del "decano" es único. "Soy un soldado de este club, de Atlético, y me debo a ello; estaré donde me necesiten".
Haber probado el dulce del fútbol profesional no le nubla la vista a Diego. Ya lo dijo él mismo. Si hay que volver a la función por la que se lo contrató, todo bien, aunque...
"Y, viste, ya no sé que quiero, ja. A ver, cuando me fui del club mantuve charlas de que hacía falta esto, un manager. A nosotros, en nuestra época nos faltaba, sobre todo en inferiores. Había varios escalones de diferencia entre los juveniles y el plantel superior. En el fútbol profesional es muy difícil ir a la guerra con chicos", analiza el DT.
Surge una insinuación de que hubo traición, aunque nunca el ex cuerpo técnico haya nombrado esa palabra. Por las dudas, Erroz aclara el panorama. "No, yo no traicioné a nadie. Se habrá referido a otra persona. No me gusta hablar de las cosas que fueron, pero acá el 'Negro' (Rodríguez) tuvo todo el apoyo de mi parte y de la dirigencia. Fue muy evidente la banca que tuvo. No se fue por los resultados". Y si de aguante se trata, Erroz no pide prensa ni felicitaciones por jugársela con los juveniles Valdez y Ontivero. "No fue jugármela. Cuando asumí, dije que va a jugar el que mejor esté. El técnico de la inferiores es una accesorio. El chico juega bien porque depende pura y exclusivamente de él mismo. Ningún jugador debuta por un DT. El técnico asume la responsabilidad de ponerlo, porque se lo gana uno mismo". Y así como no se agranda, tampoco negocia el ritmo que le exige a diario a sus jugadores. La Intensidad es el padre nuestro de cada día. "Desde mi visión, es la forma de jugar al fútbol ahora. Si no estaría jugando yo, al trote".
El "vos me conocés" hace acto de presencia, viene a colación de los profesionales que perdieron terreno con los juveniles. "Ellos entendieron y se están matando para ganarse un lugar. Los que mejor estén, jugarán. No miro de la raya apara afuera".
Varios pasos adelantado a los hechos, Erroz anticipa el duelo con el "tatengue". "Respetamos mucho a Unión porque tiene grandes jugadores. Juegan muy parecido a lo que nosotros buscamos. Ellos van y van, y nosotros también vamos a ir. Y bueno, será palo y palo. Trataremos de imponer lo nuestro". Como si sus deseos se mezclaran, Erroz reconoce que toma su interinato como tal, sin embargo, el inconsciente lo traiciona. "Tomo esto como que en algún momento llegará el técnico y yo volveré a mi función", razona, aunque cuando se le menciona que si no pierde, sus chances de quedarse son gigantes, se sincera. "Y bueno... vamos día a día. Trataremos de hacer lo mejor para el club. Si hoy nos sentamos y creemos que lo mejor es que yo vuelva a inferiores, 10 puntos, esperaremos otra oportunidad".
Viejo amante de las cábalas, se asume hoy como la contracara de su etapa de futbolista. "Llegó un momento en que te cansás", explica segundos después de que LG Deportiva le recuerda que viene utilizando la misma camisa en los dos partidos que jugó. "Es la única que tengo, ja. Y la tengo porque mi señora me obligó a traerla. La camisa va a seguir estando, pero esto es trabajo. Si nosotros y los chicos no nos matamos, nada sirve de nada".
Candidato y herido, el mejor rival "decano"
Atlético visitará a Unión en Santa Fe, a las 20.30, intentando conseguir una victoria frente a uno de los candidatos al ascenso. La buena noticia para el equipo de Diego Erroz es el flojo nivel que viene mostrando su par, dirigido por Facundo Sava.
En el último partido jugado de local, el "tatengue" empató con Boca Unidos pero la nota fue que, además de anotarlos, recibió cuatro goles. La fecha pasada, sirvió para empeorar su momento, perdiendo con uno de los peores equipos del torneo: Aldosivi.
Para colmo, el equipo recibió la visita de un grupo de barras a la vuelta del viaje y los presionó para que consigan una victoria. "No tenemos que fijarnos en temas extra futbolísticos pero por experiencia sé que ese tipo de presiones es muy mala", confesó Nicolás Romat quien hoy volverá a la titularidad luego de una lesión.
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