Walter Schmidt - Columnista de DyN
BUENOS AIRES.- Sergio Massa comenzó a padecer la lógica peronista de "no sacar los pies del plato" y debió enfrentar dentro de su propia fuerza, el Frente Renovador, la negativa de distintos intendentes a rifar el partido en sus municipios.
"Para nosotros la pelea dentro del PJ no sirve para nada, pero entendemos que para los intendentes, el partido es todo", reconocieron a DyN fuentes del massismo.
Puertas adentro, en el Frente Renovador cuestionaron los adjetivos utilizados por el Intendente de Tigre para referirse a la interna del PJ bonaerense, y al propio partido, como "un pequeño sello" o la disputa de "los perdedores".
Sin querer, Massa hizo frotar las manos de los sciolistas, primero al dar un guiño a través de sus operadores para que Mario Ishii compita por la Jefatura del PJ bonaerense con el matancero Fernando Espinoza, previamente saliendo a cuestionar duramente al Gobierno nacional y a la gestión de Scioli.
"Ishii es un amigo, pero...", deslizó un hombre del jefe municipal de Tigre.
Quizás lo ocurrido con una intrascendente -en los papeles- interna de un peronismo bonaerense que viene de ser vapuleado por el massismo, hace solo quince días por casi 12 puntos, terminó, por efecto boomerang, reflejando alguno de los obstáculos que el intendente de Tigre tendrá en su carrera hacia la Presidencia.
Tal vez ese tipo de circunstancias provoque que aún no esté definido si irá por la sucesión presidencial en 2015, tal como lo blanqueó Felipe Solá, quien señaló que la "intención está", pero depende del armado nacional que se logre.
Por lo pronto, la fuga masiva de dirigentes peronistas del Frente para la Victoria hacia el massismo no se concretó.
Faltan dos años
Aunque también es cierto que todavía falta mucho y el peronismo nacional no exhibe, aún, suficiente homogeneidad y aglutinamiento como para preocupar a un dirigente como Massa, que quiere plantear una fuerza por afuera de los grandes partidos (el PJ y la UCR).
En este juego de ajedrez no hay que olvidar a Cristina Fernández, quien aún no retomó sus actividades tras la intervención quirúrgica.
El Partido Justicialista, como tal, depende de que los dos últimos años que le quedan a la Presidenta sean un remanso, para que la sociedad no se espante y opte por nuevas fuerzas políticas como el Frente Renovador de Massa, el PRO de Mauricio Macri (jefe de Gobierno porteño) o la centroizquierda de Hermes Binner (ex gobernador de Santa Fe). (DyN)