BUENOS AIRES- La escritora Doris Lessing, que falleció ayer a los 94 años, deja una obra narrativa y poética basada en su experiencia en África e Inglaterra, con personajes femeninos abordados desde una perspectiva existencial que le valieron numerosas distinciones, entre ellas el Nobel de Literatura en 2007.
La escritora falleció "en paz" en la madrugada de ayer en su casa del norte de Londres, según señaló Jonathan Clowes, su agente y amigo de toda la vida.
Autora de obras como "Instrucciones para un descenso al infierno", "Memorias de una superviviente", "Canta la hierba" o "La buena terrorista", Lessing fue una apasionada luchadora por la libertad y militó en el partido comunista británico hasta que se alejó decepcionada por el avance del estalinismo.
Su libro más famoso es, sin duda, "El cuaderno dorado" (1962), considerado obra cumbre de la literatura feminista y de la narrativa fragmentaria postmoderna por un abordaje innovador que explora las múltiples identidades de una mujer contemporánea.
Portavoz de una narrativa centrada en los conflictos culturales, las injusticias de la desigualdad racial o la contradicción entre la conciencia individual y el bien común, Lessing ha construido una obra con fuerte impronta autobiográfica, en especial de su infancia, la experiencia africana y sus desengaños sociales y políticos.
La escritora había nacido en Irán en 1919 y a partir de los tres años fue criada en la selva africana de Rhodesia (el Zimbabue actual), donde escribió en 1950 su primera novela "Canta la hierba", pero desde hacía más de medio siglo residía en Londres.
Además de la crítica social de sus primeros textos, como la pentalogía "Hijos de la violencia", también se dedicó a la ciencia ficción con su serie "Canopus en Argos", inspirada en el sufismo. Otros libros son "Los matrimonios entre las zonas tres, cuatro y cinco", "El experimento sirio", la sátira "La buena terrorista" y "El quinto hijo", así como los que escribió bajo el pseudónimo de Jane Somers, como "Diario del buen vecino", con el fin de demostrar las dificultades para publicar que afrontaban los escritores noveles.
Lessing obtuvo el Nobel de Literatura a los 88 años. Ganadora también del Príncipe de Asturias de las Letras en 2001, rechazó en 1999 el título de Dama del Imperio británico que concede la reina Isabel II, porque según objetó "ya no hay ningún imperio", aunque aceptó otro título menor. (Télam).-
PUNTO DE VISTA
Una crítica de la sociedad
Carmen Perilli
La escritura de Doris Lessing siempre produce cierta desazón, cierta inquietud. Sus obras tienden a la crítica social y giran alrededor de la problemática relación entre los sexos, de la puesta en crisis de la estructura de la familia tradicional. En gran parte de su obra, Lessing trabaja la idea de la alteridad, del "otro", y juega con los mitos que se han construido sobre la mujer. Reacia a hablar de literatura en términos de "hombre y mujer" ("Odio hablar de literatura en términos de hombre y mujer. Eso no ayuda", ha declarado alguna vez) se ha dado el lujo de fantasear con los mitos del eterno femenino. De todos modos, así como ha contribuido a poner luz sobre las injusticias en el Africa colonial, donde creció, creo que ella es una de las tantas intelectuales que ha contribuido a situar a la mujer dentro de la historia de la cultura.
Su escritura muestra una suerte de irreverencia importante. En el caso de la escritura de mujeres, ella produce una escritura situada en un cuerpo determinado. Una escritura que nada tiene que ver con la escritura edulcorada de autoras como Isabel Allende y Laura Esquivel.