18 Noviembre 2013
"Algunos días sin música", es el nombre de la opera prima del mendocino Matías Rojo que abrió el sábado el 28vo. Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. Hay 14 largometrajes en pugna por lograr el premio a la mejor película de la muestra, donde en total se exhibirán cerca de 415 cintas de todo el mundo hasta el 24 de noviembre, informó Télam.
El primer largometraje de Rojo es un cálido relato sobre el estrecho vínculo de amistad que surge entre tres chicos de una escuela mendocina que se sienten responsables por el deceso de una profesora (a la cual ellos le desearon la muerte al mismo tiempo), mientras viven y sufren -en pequeños eventos cotidianos- la incomprensión de los mayores y los temores propios de su edad.
Otra de las películas argentinas que ya se proyectaron fue "Escuela de Sordos", de Ada Frontini, sobre el trabajo de una mujer que ayuda a sus alumnos sordos a integrarse a la comunidad, y "Maravilla, un luchador adentro y afuera del cuadrilátero", un documental de Juan Pablo Cadaveira sobre el boxeador argentino Sergio "Maravilla" Martínez.
La película de Frontini sigue los pasos de Alejandra, fundadora de una escuela para sordos en una pequeña ciudad del interior, que se convirtió en mucho más que una maestra: una compañera que aconseja a sus alumnos en decisiones vitales. La vemos junto a ellos en el aula, pero también en un día de campo o en un asado, también asistimos a los encuentros con su amigo.
El festival cuenta, además, con otras dos importantes secciones competitivas, una exclusiva para películas argentinas y otra para producciones latinoamericanas, con cintas de Chile, Colombia, Paraguay, México, Brasil, Ecuador, Venezuela y Argentina. Entre las competidoras argentinas están "La laguna", de Gastón Bottaro y Luciano Juncos, y "Fantasmas de la ruta", de José Celestino Campusano, y las mexicanas "La jaula de oro", de Diego Quemada-Diez, y "Club Sándwich", de Fernando Eimbcke.
El primer largometraje de Rojo es un cálido relato sobre el estrecho vínculo de amistad que surge entre tres chicos de una escuela mendocina que se sienten responsables por el deceso de una profesora (a la cual ellos le desearon la muerte al mismo tiempo), mientras viven y sufren -en pequeños eventos cotidianos- la incomprensión de los mayores y los temores propios de su edad.
Otra de las películas argentinas que ya se proyectaron fue "Escuela de Sordos", de Ada Frontini, sobre el trabajo de una mujer que ayuda a sus alumnos sordos a integrarse a la comunidad, y "Maravilla, un luchador adentro y afuera del cuadrilátero", un documental de Juan Pablo Cadaveira sobre el boxeador argentino Sergio "Maravilla" Martínez.
La película de Frontini sigue los pasos de Alejandra, fundadora de una escuela para sordos en una pequeña ciudad del interior, que se convirtió en mucho más que una maestra: una compañera que aconseja a sus alumnos en decisiones vitales. La vemos junto a ellos en el aula, pero también en un día de campo o en un asado, también asistimos a los encuentros con su amigo.
El festival cuenta, además, con otras dos importantes secciones competitivas, una exclusiva para películas argentinas y otra para producciones latinoamericanas, con cintas de Chile, Colombia, Paraguay, México, Brasil, Ecuador, Venezuela y Argentina. Entre las competidoras argentinas están "La laguna", de Gastón Bottaro y Luciano Juncos, y "Fantasmas de la ruta", de José Celestino Campusano, y las mexicanas "La jaula de oro", de Diego Quemada-Diez, y "Club Sándwich", de Fernando Eimbcke.