16 Noviembre 2013
Ejército del Norte y Colombia: zona de riesgo
Daniel Robles murió ayer a la madrugada; el miércoles un grupo de adolescentes quiso asaltarlo y le provocó una herida que fue letal. La víctima estuvo internada dos días. Los vecinos de la zona en que ocurrió el hecho aseguran que es una modalidad típica de robo
La muerte del chef Daniel Robles puso otra vez de manifiesto la inseguridad que se vive en las inmediaciones de una villa apodada "Ciudad de dios".
Robles falleció ayer en la sala de cuidados intensivos de un sanatorio ubicado en Monteagudo primera cuadra. Y, al mediodía, su familia tuvo que ver cómo retiraban su cuerpo de una sala velatoria para trasladarlo a la Morgue Judicial, donde le realizaron la autopsia.
El fallecimiento de Robles se produjo por la grave lesión que le causó una pedrada que le destrozó la nariz y el costado derecho de la frente. "El miércoles, cuando lo internaron, le hicieron una operación para sacarle las astillas de los huesos de la cara, que se le habían roto por la pedrada que recibió", explicó Víctor Páez, familiar de la víctima.
Los familiares coincidieron en que el diagnóstico que le dieron los médicos después de la cirugía no fue alentador. "Además de las astillas, le sacaron los coágulos que se le habían formado. Sin embargo, a pesar de que tenía la cara muy hinchada, él podía escucharnos y nos contestaba cuando hablábamos con él. Por eso esperábamos otro diagnóstico, pero los médicos fueron realistas", agregó.
Cerca de las dos de ayer, Robles tuvo el primer paro cardíaco. Luego tuvo otros paros hasta que, a las 3.55 , murió.
Peligro en la avenida
Eran las dos del miércoles cuando Robles terminó su turno en la cocina del Hotel Metropol. Luego de ordenar sus pertenencias, subió a la moto Appia 110 en la que todos los días viajaba desde su casa, ubicada en el barrio Lomas de Tafí, a su lugar de trabajo. Tomó el camino que habitualmente recorría pero, al llegar a la esquina Colombia y avenida Ejército del Norte, un grupo de adolescentes lo recibió a pedradas.
Sus familiares dijeron que una de las piedras se filtró por la visera del casco que llevaba puesto y le provocó la herida mortal. "Nunca perdió el conocimiento, pero el golpe lo hizo caer de la moto. Cuando estaba en el suelo, cuatro adolescentes lo golpearon para robarle la moto", continuó Páez.
Cuando Robles estaba siendo atacado por el grupo de jóvenes, según dijo Páez, otros dos motociclistas pasaron por el lugar y lo ayudaron. Al parecer, los agresores escaparon cuando vieron las motos. "Estos muchachos le preguntaron a Daniel si quería que lo lleven al hospital, pero él les pidió que lo acompañaran hasta su casa. Después lo llevamos al sanatorio en el que lo operaron", contó.
El chef no llegó a denunciar el intento de robo. Pero su familia radicó la denuncia en la seccional 1ª. Sin embargo, aclararon que todavía no hay rastros de los asaltantes. La avenida Ejército del Norte es una de las vías que comunica a la capital con Lomas de Tafi. Y según dijeron vecinos que viven en las inmediaciones de la esquina en la que ocurrió la agresión, es una zona peligrosa en la que los robos son moneda corriente.
Grupos al acecho Alejandra Suárez vive en el Barrio Echeverría. Habitualmente camina por la esquina en la que atacaron a Robles. "En la otra cuadra, adentro del Hogar San José, suele haber dos policías. Pero acá no hay efectivos o cuando hay dos en moto no hacen nada", analizó. En Ejército del Norte al 1.700 hay una plaza que se rebautizó con el mismo apelativo de una villa ubicada a tres cuadras de ahí. "A esta plaza le dicen 'Ciudad de Dios'. Y todos los días se juntan grupos de chicos. Hace un año se decía que ponían cintas en la avenida para que la gente se detuviera y ellos pudieran asaltarlos", concluyó.
Otros dos vecinos que pidieron preservar sus nombres por temor a represalias dijeron que en esa plaza se concentran dos grupos de unos 20 o 30 adolescentes que tienen entre 16 y 20 años que se alcoholizan, consumen estupefacientes y que se dedican a robar. Según dijeron, estos grupos acostumbran reunirse casi todas las noches -especialmente de jueves a domingo- y arrojan piedras a las motos, autos y a los ómnibus que circulan por ahí. Y que, cuando los vehículos se detienen, se abalanzan para asaltarlos.
LA CIUDAD DE DIOS
• En 2012 LA GACETA publicó "La delincuencia los separa y la droga los vuelve a unir": habla de este lugar
Robles falleció ayer en la sala de cuidados intensivos de un sanatorio ubicado en Monteagudo primera cuadra. Y, al mediodía, su familia tuvo que ver cómo retiraban su cuerpo de una sala velatoria para trasladarlo a la Morgue Judicial, donde le realizaron la autopsia.
El fallecimiento de Robles se produjo por la grave lesión que le causó una pedrada que le destrozó la nariz y el costado derecho de la frente. "El miércoles, cuando lo internaron, le hicieron una operación para sacarle las astillas de los huesos de la cara, que se le habían roto por la pedrada que recibió", explicó Víctor Páez, familiar de la víctima.
Los familiares coincidieron en que el diagnóstico que le dieron los médicos después de la cirugía no fue alentador. "Además de las astillas, le sacaron los coágulos que se le habían formado. Sin embargo, a pesar de que tenía la cara muy hinchada, él podía escucharnos y nos contestaba cuando hablábamos con él. Por eso esperábamos otro diagnóstico, pero los médicos fueron realistas", agregó.
Cerca de las dos de ayer, Robles tuvo el primer paro cardíaco. Luego tuvo otros paros hasta que, a las 3.55 , murió.
Peligro en la avenida
Eran las dos del miércoles cuando Robles terminó su turno en la cocina del Hotel Metropol. Luego de ordenar sus pertenencias, subió a la moto Appia 110 en la que todos los días viajaba desde su casa, ubicada en el barrio Lomas de Tafí, a su lugar de trabajo. Tomó el camino que habitualmente recorría pero, al llegar a la esquina Colombia y avenida Ejército del Norte, un grupo de adolescentes lo recibió a pedradas.
Sus familiares dijeron que una de las piedras se filtró por la visera del casco que llevaba puesto y le provocó la herida mortal. "Nunca perdió el conocimiento, pero el golpe lo hizo caer de la moto. Cuando estaba en el suelo, cuatro adolescentes lo golpearon para robarle la moto", continuó Páez.
Cuando Robles estaba siendo atacado por el grupo de jóvenes, según dijo Páez, otros dos motociclistas pasaron por el lugar y lo ayudaron. Al parecer, los agresores escaparon cuando vieron las motos. "Estos muchachos le preguntaron a Daniel si quería que lo lleven al hospital, pero él les pidió que lo acompañaran hasta su casa. Después lo llevamos al sanatorio en el que lo operaron", contó.
El chef no llegó a denunciar el intento de robo. Pero su familia radicó la denuncia en la seccional 1ª. Sin embargo, aclararon que todavía no hay rastros de los asaltantes. La avenida Ejército del Norte es una de las vías que comunica a la capital con Lomas de Tafi. Y según dijeron vecinos que viven en las inmediaciones de la esquina en la que ocurrió la agresión, es una zona peligrosa en la que los robos son moneda corriente.
Grupos al acecho Alejandra Suárez vive en el Barrio Echeverría. Habitualmente camina por la esquina en la que atacaron a Robles. "En la otra cuadra, adentro del Hogar San José, suele haber dos policías. Pero acá no hay efectivos o cuando hay dos en moto no hacen nada", analizó. En Ejército del Norte al 1.700 hay una plaza que se rebautizó con el mismo apelativo de una villa ubicada a tres cuadras de ahí. "A esta plaza le dicen 'Ciudad de Dios'. Y todos los días se juntan grupos de chicos. Hace un año se decía que ponían cintas en la avenida para que la gente se detuviera y ellos pudieran asaltarlos", concluyó.
Otros dos vecinos que pidieron preservar sus nombres por temor a represalias dijeron que en esa plaza se concentran dos grupos de unos 20 o 30 adolescentes que tienen entre 16 y 20 años que se alcoholizan, consumen estupefacientes y que se dedican a robar. Según dijeron, estos grupos acostumbran reunirse casi todas las noches -especialmente de jueves a domingo- y arrojan piedras a las motos, autos y a los ómnibus que circulan por ahí. Y que, cuando los vehículos se detienen, se abalanzan para asaltarlos.
LA CIUDAD DE DIOS
• En 2012 LA GACETA publicó "La delincuencia los separa y la droga los vuelve a unir": habla de este lugar
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