Ingresan a una casa a robar y le disparan a un chico de 15 años

Una familia de Villa Mariano Moreno, un barrio del municipio de Las Talitas, al norte de San Miguel de Tucumán, vivió una madrugada de terror. Alrededor de las 4.30 los despertó el sonido de vidrios rotos de una ventana del living de la casa, ubicada en la calle 43, entre 8 y 10. En segundos se encontraron en esa habitación los gemelos Mauro e Iván, de 15 años; su hermana Luciana, de 24, y su madre, con dos ladrones.

En ese momento forcejearon los jóvenes con los autores del hecho hasta que uno de ellos extrajo un arma de fuego. Uno de los asaltantes llevó a las mujeres a un dormitorio, en donde las amenazó con golpearlas. "Mientras nos pedía nuestras pertenencias escuchamos un disparo y el grito de dolor de uno de mis hermanos. En ese momento, el muchacho que tenía la pistola entró al cuarto en el que estábamos y le insitió a su cómplice que debían escapar porque había herido a uno de los gemelos", relató Luciana.

Antes de huir, se llevaron teléfonos celulares, una cámara de foto y hasta un control remoto de un televisor. La primera reacción de Luciana y su madre fue correr hacia el living en donde encontraron a Mauro tendido en el piso, consciente, con una herida en el costado izquierdo del estómago, por donde perdía abundante sangre. "Nos asustamos mucho e inmediatamente llamamos al 107 para pedir una ambulancia y a mi papá, Luis, quien estaba trabajando", sostuvo Luciana.

A los 15 minutos llegó el jefe de familia y la ambulancia 20 minutos más tarde. "Tras el susto, nos enfurecimos por la demora del auxilio y porque llegaron tres policías en motos. Los móviles se fueron y quedó un agente en nuestra casa. Para nuestra sorpresa, nos pidió que lo lleváramos en nuestro auto a la comisaría porque no tenía una patrulla disponible. Lo hicimos pero con mucho malestar", agregó la joven.

El gemelo herido fue trasladado al hospital Centro de Salud de esta capital, en donde se constató que la bala tiene orificio de salida y no tocó órganos vitales. "Otra cosa que nos preocupa es que me robaron el teléfono y mis padres ya recibieron llamadas y mensajes de texto en donde nos amenazan si contamos lo que sucedió. Nos sentimos muy inseguros, mucho más porque creemos que podríamos identificar a los asaltantes", lamentó Luciana.