13 Noviembre 2013
MIRADA PERDIDA. Tyson, bajo el efecto de las drogas. FOTO TOMADA DE CLARIN.COM
Mike Tyson será recordado por muchos como el mejor peso pesado del mundo. Pero en su carrera no todos fueron logros deportivos. En otro capítulo de su autobiografía "Undisputed Truth", que salió a la venta este martes, el estadounidense confesó que boxeó drogado en la mayoría de sus peleas y que hasta usó un pene falso para pasar controles antidoping, destaca Clarin.com.
Su infancia fue dura y quizás fue eso lo que lo marcó de por vida. En el libro, Tyson remarca que probó a la cocaína por primera vez a los 11 años y que le dieron alcohol desde que era un bebé en Nueva York.
Tal vez por esto las adicciones marcaron su vida y su carrera. A raíz de esta situación, y para evitar dar positivo en los controles antidoping, debió usar un pene falso lleno de orina de otra persona para entregar las muestras, pues Tyson aseguró que subió drogado a la mayoría de sus peleas. ¿Qué pasó cuando dio positivo por marihuana en una pelea contra Andrew Golota en 2000 y fue multado con 200.000 dólares? Simple: los miembros de su equipo no llegaron a darle el pene falso, el cual llevaba a todas las peleas.
En la previa de los combates, en lugar de cuidarse, Tyson también abusaba de las drogas, lo que pareció quedar muy claro -y ahora más de diez años después lo confiesa- en la conferencia de prensa que promocionó su pelea con Lennox Lewis, de enero de 2002. Allí, Tyson y Lewis se agarraron a las trompadas. Además, el campeón de los pesos pesados se tocó los genitales en reiteradas ocasiones e insultó al público. "Me volví loco. En cuanto lo vi, quería golpear al hijo de p...", dijo en el libro. Aún más controversial que aquella conferencia de prensa fue la pelea con Evander Holyfield, a quien Tyson le mordió la oreja. El ex boxeador reconoció que perdió la compostura, pero sostuvo que Holyfield lo motivó, al darle cabezazos reiteradamente.
En cuanto a su vida privada, Tyson remarcó su inocencia ante los cargos por violación sexual a Desiree Washington, por lo que estuvo preso tres años. El estadounidense afirmó que todo fue consensuado y no forzado. Además, relató que durante su encarcelamiento tuvo sus lujos, ya que comía langosta en prisión y hasta tuvo un romance con su consejera de adicciones.
Lo más popular